Uno cree que es más listo que nadie y no le van a pillar. Y esto debía pensar el conductor de un vehículo que circulaba con el brazo escayolado por la avenida de Santander, antes de llegar a la ronda de circunvalación, cuando se topó con un control de la Policía Nacional. Evidentemente le ordenaron parar. Resultaba muy evidentemente que no se encontraba en las mejores condiciones para estar al frente de un volante y estaba cometiendo una infracción al Reglamento General de Circulación, al conducir sin mantener la propia libertad de movimientos. La Policía Municipal acudió al lugar y le denunció. 80 euros al canto.
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Y también ayer, a las 12:00 horas, otro conductor fue detectado por una patrulla de la Policía Nacional en la calle Manuel Jiménez Alfaro, en el barrio de Parquesol, circulando de forma irregular, lo que llamó la atención de los agentes. Le ordenador parar y al comprobar el estado de embriaguez que presentaba, se pusieron en contacto con el equipo de atestados de la Policía Municipal, que se trasladó al lugar de los hechos para realizarle la prueba de alcoholemia. Y quintuplicaba la tasa, con 1,29, cuando el máximo permitido es 0,25. Estaba al borde del coma etílico. Los municipales levantaron el correspondiente atestado por un delito contra la seguridad vial para remitirlo al juzgado.
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