En contra de las nuevas facultades de Medicina de las Universidades de León y Burgos. Es el resumen, en líneas generales, del comunicado conjunto de ... los estudiantes de Medicina de la Universidad de Valladolid y Salamanca. «Ante la propuesta de la apertura de nuevas facultades, y estando respaldados también por nuestros respectivos equipos decanales, manifestamos nuestro firme rechazo a esta medida. Lo consideramos una medida innecesaria y perjudicial tanto para la calidad de la formación médica como para el sistema sanitario de Castilla y León y de España», exponen los universitarios, bajo las delegaciones de estudiantes de Medicina de las dos instituciones universitarias. Desde ahí, exponen seis motivos por los que rechazan la apertura de estas facultades.
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En un primer caso aluden a la falta de recursos y de profesorado especializado. «La enseñanza requiere de docentes y una infraestructura adecuada para garantizar una formación de calidad. La creación de nuevas facultades sin un incremento proporcional de recursos supone un claro descenso en la calidad de la enseñanza. Por otra parte, ya en nuestras facultades existen serios problemas en la contratación de personal docente, que se hará más notorio cuando se produzca en los próximos años la jubilación de nuestro actual profesorado», apuntan.
Los estudiantes también ponen el foco en la escasez de prácticas en hospitales. «Uno de los principales problemas es la falta de plazas en algo tan básico e imprescindible en una profesión de la que va a depender la salud de la población». Los estudiantes apuntan a que los alumnos de las facultades actuales tenían la posibilidad de que los alumnos rotaran por otros hospitales de la provincia y de otros territorios de la comunidad. «Con la incorporación del grado en León, la provincia dejará de acoger estudiantes de la facultad de Salamanca, sobrecargando bruscamente un complejo hospitalario en el que el número estudiantes en rotaciones clínicas ya era excesivo».
A esta escasez se suma la falta de médicos en la comunidad. «Pese a la insistencia de la necesidad de más profesionales, hay plazas MIR que quedan vacías, en parte pro las condiciones laborales y salariales que llevan a muchos profesionales a emigrar a otras regiones», apuntan los estudiantes. Otro de los motivos que dan es el «riesgo de mercantilización de la educación médica» y el desajuste entre la oferta y demanda de las plazas MIR. «Aumentar el número de estudiantes de Medicina sin un incremento en las plazas de formación sanitaria especializada generará un excedente de graduados sin posibilidad de especialización».
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Por último, acusan de un exceso de recambio generacional en la próxima década, cuando se producirán muchas jubilaciones. «Se prevé un envejecimiento significativo de la plantilla médica en España, especialmente en territorios como Castilla y León. Este fenómeno podría generar una saturación de nuevos graduados sin una planificación adecuada para su inserción laboral. Se calcula que en 2030 habrá más de 7.400 graduados en Medicina, lo que puede llegar a aumentar el paro y la temporalidad laboran en la profesión», defienden los universitarios.
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