Los estudiantes aprueban la nueva PAU: «Ha sido más sencillo que lo que hemos hecho en clase»
Miles de alumnos superan el primer día de exámenes en Valladolid, que solo ha causado algunos suspiros por la sintaxis
Al final han visto que no era para tanto. Que los nervios son normales, pero que no había nada que no supieran ya. Que durante ... todo el curso se han preparado para este día. Y que para correr, hay que andar. Vamos, que con la práctica y el esfuerzo todo se acaba dando. Antes del examen, ya en el pupitre, Juan Aleixandre, estudiante del Núñez de Arce, cruzaba las manos con los ojos cerrados. La cabeza apoyada y en la mesa dos bolígrafos. Quizá el lenguaje corporal induce a pensar en inquietud o en intranquilidad. «Lo que más me ha afectado han sido los nervios de llegar al examen, lo desconocido», diría más tarde, ya relajado, con perspectiva. El examen le ha ido bien. «Ha sido ponerme a escribir y se me ha pasado de golpe. Al final nos han preparado a lo largo de todo el año».
La primera toma de contacto de los 11.154 alumnos que han realizado la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en Castilla y León ha sido con lengua y literatura. Aquí, dos protagonistas. 'Luces de bohemia', de Valle-Inclán, y 'La familia de Pascual Duarte', de Camilo José Cela. «El teatro es un poco más complicado de analizar, porque estamos más acostumbrados a leer novela. Entonces creo que cuando hemos visto esa opción todos hemos tirado para este autor». Es decir, que ha escogido a Cela, para aquellos que no hayan estudiado para el examen. Estos chicos sí lo han hecho, con la inquietud de ese nuevo modelo, que en lengua por ejemplo quitaba la optatividad en la sintaxis. «Ha sido bastante sencillo en comparación con lo que hemos hecho en clase».
«Fácil, tampoco mucho, normal, pero bien», resume Eduardo Argüello. Lo de que sea más asequible de lo esperado tiene una doble lectura, porque eso también significa que se llega preparado. «Eso me dicen en casa, pero la verdad que me he esforzado bastante y lo llevaba bastante bien». Estudiante del Núñez de Arce, busca su futuro fuera de Valladolid, para estudiar Ingeniería en Automoción. «Necesito más de diez. Ahora estoy tranquilo, sí que es verdad que este fin de semana me agobié un poco más y aquí al ver a tanta gente también, pero cuando he visto el examen ya me he tranquilizado», comenta.
Además del examen, los horarios también han cambiado y la prueba de historia de España se realiza el miércoles, mientras que estos últimos años se hacía a la vez que con filosofía. Mientras algunos alumnos se encaminaban ya a casa después del examen de lengua, también para estudiar, porque por la tarde hay más, otros se quedaban para hacer el segundo del día. Julia Sastre y Sandra González están cerca de la puerta del aulario, comiendo algo para recuperar fuerzas. «Se han portado», resumen. Solo un apunte, la sintaxis. «La frase ha sido un poco difícil, aunque es verdad que la morfología ha estado bien».
Amuletos y manías
Lo de los nervios es un tópico que se disipa al ver las primeras preguntas. Eso está muy bien, pero para buscar la tranquilidad hay quienes lo llevan más allá, también más cerca. A buscar alivio en algo cotidiano para sobrellevar mejor la presión. Por ejemplo, en Bad Gyal. «Nuestra diosa protectora», apuntan María Muñoz y Carla Merino, del IES Antonio Tovar. Ellas dos, junto con otro par de amigas, portan en la funda de sus teléfonos móviles una suerte de estampita con la cara de la cantante. «Para estudiar las partes teóricas no, pero para las prácticas sí que la escuchamos». 'Fiebre' por la sintaxis. La artífice de la idea fue Mónica Gamón, también del mismo centro. «La hemos estado llevando durante todo el año y ahora que era la PAU la teníamos que traer sí o sí».
El examen también lo han hecho y también les ha salido bien. «No ha sido tan difícil cómo pensábamos. Era sencillo y los autores bien. Tenemos más miedo por filosofía, son muchos conceptos, muchos autores y mucho temario». ¿Y sobre los cambios en la prueba? «A veces se prefiere estudiarse un temario y escupirlo en el examen, ser competencial también implica gastar más tiempo pensando en el examen. En lengua por ejemplo sí prefiero este modelo, me parece que las características se ven más claras y es más importante verlas en el texto que saberlas de memoria», explica la alumna.
Pero estas cosas de amuletos no son para todos. Hay quienes lo llevan con más normalidad. «No le doy importancia. He cogido un bolígrafo que escribe bien, bueno que compré ayer, y ya está», asegura Elena Gómez, del Núñez de Arce y cuyo inminente futuro se mueve entre Biología, Enfermería o Criminología. Hay historias de suerte, como la de Álvaro Sanz, del Safa Grial. «Estudié 'Luces de bohemia', y justo ha caído. Entonces creo que esa parte me ha salido bastante bien. Sintaxis ya es otra cosa, he hecho lo que he podido». Su objetivo, o su idea, es hacer Historia. «Me gusta mucho, así que para el examen solo daré un repaso».
En total, 4.535 alumnos han realizado la prueba entre las 16 sedes del distrito de la Universidad de Valladolid, repartidos entre Palencia, Segovia, Soria y la capital vallisoletana. Sus nervios ya son historia, ahora solo les queda esperar a la nota y, esto es importante, hacer la matrícula. Las notas, el 12 de junio. El año que viene, la inquietud será la de otros alumnos, que con el tiempo también se darán cuenta de lo mismo. Que no era para tanto.
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