El nombre de Jesús Negro, el ciclista fallecido al ser arrollado por un camión en la ronda exterior el 25 de febrero de 2016, fue el primero en colocarse en el monolito que desde aquel año rinde homenaje a los deportistas vallisoletanos que han perdido la vida a la largo del presente siglo en accidentes de tráfico. Junto a él han ido sumándose los nombres de otras víctimas, algunas anteriores, hasta alcanzar las ocho placas que convierten este lugar, situado a los pies del carril bici de la avenida de Salamanca, a la salida del puente de Hispanoamérica, en punto obligado de reflexión y recuerdo de los fallecidos.
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Desde este domingo son nueve los nombres de las víctimas al sumarse el de la joven ciclista Estela Domínguez, que perdió la vida al ser atropellada por un camión en Salamanca el 9 de febrero. Allí ha concluido hoy la multitudinaria marcha en su recuerdo que ha partido de la Plaza Mayor, donde ha tenido lugar una concentración, y allí han depositado sus padres, el exciclista Juan Carlos Domínguez y Yolanda, unas flores en su memoria.
El nombre de Estela Domínguez, de 19 años (fallecida al ser arrollada por un camión en Salamanca el 9 de febrero de 2023), se suma así a los de José Luis Delgado (fallecido en un atropello de un coche en la A-62 en Arroyo el 22 de abril de 2006), Alejandro López Mendo (arrollado por una furgoneta en Valdestillas el 27 de abril de 2008), Miguel Ángel Freire (arrollado por una furgoneta en Mojados el 1 de agosto de 2012), Sergio García y Diego García (perdieron la vida al ser arrollados por un coche en Aguasal el 28 de julio de 2013), María García (una triatleta de 15 años atropellada en Soria el 22 de agosto de 2013), Jesús Negro (perdió la vida en la ronda exterior el 25 de febrero al ser golpeado por un camión) y Jorge Hernansanz Frías (un ciclista iscariense que murió en Madrid al impactar contra una moto el 23 de julio de 2017).
La figura de un ciclista que sujeta una bicicleta de carretera en mano y el monolito situado a sus pies, que fue inaugurado el 4 de septiembre de 2016 en el espacio peatonal situado entre la avenida de Salamanca y la calle Manuel Jiménez Alfaro, suma así una dolorosa muesca más de dolor en una invitación a la reflexión y a la prudencia para poner fin a las muertes de ciclistas en carretera.
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