Los miembros del grupo de scout Íberos, en la celebración de su 50 aniversario en Simancas. Alberto Mingueza

El espíritu del grupo de scouts más grande de la comunidad invade Valladolid

Íberos reúne en Simancas a cerca de 500 personas y a varias generaciones de antiguos miembros pese a la lluvia

Sergio García

Valladolid

Domingo, 28 de abril 2024, 00:41

La mala suerte quiso que la lluvia acompañara, pero el aguacero no frenaba las ganas de celebración. «Nos ha tocado cambiar la organización de las actividades, pero todavía esperamos que escampe», confiaba Lucía Miranda, jefa del grupo scout Íberos, que ha celebrado este sábado en ... Simancas su 50 aniversario. Sus previsiones se cumplieron y al final, durante la tarde, el clima acompañó.

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Hasta allí se trasladaron cerca de 500 miembros y antiguos scouts del grupo, el más grande de la provincia y de Castilla y León, que actualmente reúne a 210 inscritos. Las primeras actividades comenzaron bajo una carpa a refugio de la lluvia, donde los scouts participaron en una suerte de trivial donde debían conocer a diferentes miembros del grupo y ahondar en su historia.

Miembros del clan Tucán del grupo de scout Íberos, y otros momentos de la celebración del 50 aniversario de la agrupación. ALberto Mingueza

«Es una actividad que también ayuda a recordar viejos tiempos. Además es importante que las diferentes generaciones se conozcan», explicaba Miranda. El espíritu scout es algo que además muchos de los antiguos miembros han transmitido a sus hijos, que ahora también forman parte de Íberos. «Son generaciones que comenzaron siendo chavales y que han vuelto con sus hijos, que también son scouts».

Pero ser scout va má allá de lo que se puede ver desde fuera, de salidas al campo o de juegos y campamentos. «Es vivir la vida para hacer un mundo mejor. Una filosofía que une a un grupo de personas y que ayuda a crear una comunidad». Y es ese sentimiento, también el compañerismo, el que también hizo que algunos de los antiguos miembros se desplazaran desde diferentes partes del mapa para ir hasta Simancas. Desde Málaga, desde el País Vasco e incluso desde Dinamarca. «Son personas que formaron parte de Íberoshace años y que la vida les llevó fuera de Valladolid, pero han vuelto para juntarse con sus antiguos compañeros», comentaba Miranda.

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Junto con las actividades programadas, algunas de las cuales tuvieron que ser suspendidas momentaneamente por la lluvia, una de las carpas acogió un museo que recorría la historia del grupo de scouts. Desde fotos, pancartas, banderines, camisetas o un recorrido a través de los años con una colección de parches. «Son objetos muy importantes que seguro que además trae muchos recuerdos a los más veteranos», aseguraba la jefa del grupo.

Durante la tarde, ya sin lluvia, los scouts desplazados hasta Simancas celebraron una fiesta de casetas, una cena y una velada nocturna que contó con una sorpresa en forma de documental con la historia de Íberos y un concierto para finalizar la jornada.

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