Valladolid

Un error en la ruta dejó sin comer a los escolares del colegio José Zorrilla

Y sí, hay explicación para la demora. Al parecer, el motivo de que el autobús no llegara hasta el colegio se debe a que el conductor que ofrecía el servicio acababa de iniciarse en su labor, según fuentes consultadas. Fue esta falta de experiencia con la ruta, que conecta el colegio José Zorrilla con el Gonzalo de Berceo, lo que le hizó encaminarse hasta una calle en obras, lo que retrasó su trayecto lo suficiente como para no llegar a tiempo para ofertar el servicio. Por poner en contexto, en el entorno del centro, ubicado en La Rondilla, hay varias obras activas en el paseo del Cauce y en la plaza Marqués de Suances, junto al colegio público Miguel Íscar.

A pesar de este error puntual, desde el AMPA del centro apuntaban a que los problemas con el servicio se han sucedido durante los últimos meses y una de las madres afectadas aseguraba que en mayo hubo dos días seguidos en los que el autocar no se presentó, además del pasado viernes. También se señaló que se estaban produciendo demoras con el vehículo que hace el viaje de retorno, de la empresa de autobuses Linecar. Precisamente hace unas semanas, la entidad también fue noticia, cuando una niña se quedó dormida en uno de sus autocares y despertó en las cocheras en el polígono. Este incidente se saldó con la suspensión de las dos monitoras que ofrecían el servicio y con una denuncia por parte de la madre de la pequeña para esclarecer los hechos.

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Susana Escribano

Para evitar el movimiento de niños entre centros, desde la asociación de padres también solicitaron formalmente que el servicio de comedor se preste en el propio edificio. Esto último es una situación similar a la que también viven los padres del colegio Narciso Alonso Cortés, ubicado en Pajarillos, donde los progenitores también piden que el servicio de comedor se preste en su colegio. Ahora, los niños de Infantil y Primaria deben acercarse hasta el Cristóbal Colón, ubicado a dos manzanas, en la calle Cigueña.

Los padres, que también han elevado la petición al centro, piden que, si no se consigue que se preste el servicio, al menos el autocar pueda acercarse hasta la misma entrada del centro. Ahora se estaciona en el paseo Juan Carlos I, por la dificultad de acceso del vehículo hasta la puerta del colegio, hasta donde se accede por una rampa. «Los niños tienen que bajar unos 200 metros para llegar hasta la parada, y eso haga frío o calor, viento o lluvia como estas semanas», comenta Diego Fernández, padre afectado con dos hijas que acuden al comedor.

También denuncian la propia ubicación de la parada, situada entre un carril bici y la carretera. «Es una zona de bastante tránsito de ciclistas y ha habido algún susto. Y si coincide que en la parada hay un coche estacionado, el autocar debe parar en doble fila. Otra aventura». El autocar hace dos rutas por el mismo colegio, en la primera recoge a los niños de Infantil y en la segunda pasa a por los de Primaria. «Para agilizar las cosas, a los más pequeños los sacan antes de que acabe la jornada, veinte minutos antes de que finalicen las clases, para que así el segundo viaje no se haga muy tarde», explica el progenitor. Este lunes, por ejemplo, los pequeños de Infantil ya estaban a bordo a las 13:50 horas. «Se hace sin avisar a los padres de que el niño está fuera del colegio en horario escolar», asegura.