![La época vacacional alivia el impacto del cierre del centro al tráfico por contaminación de ozono](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202207/15/media/t.jpg)
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Los viajes de vacaciones de residentes fuera de la ciudad y las altas temperaturas que disuaden de salir a la calle han hecho menos traumática la clausura del tráfico de vehículos en el casco histórico. La Policía Municipal constata que la prohibición de circular por el centro impuesta a los vehículos privados por los elevados niveles de contaminación de ozono se está desarrollando sin incidencias en el área restringida, donde se limita el acceso desde hoy hasta el domingo de 09:00 a 21:00 horas. «Hay normalidad en la circulación; la época estival, sin colegios y con los centros de trabajo con personal de vacaciones ayuda a ello con menos tráfico en la ciudad, eso se está notando».
La escasa presencia de vehículos en las calles del centro se limita a los de reparto, de residentes, de emergencias y de aquellos que disponen del distintivo 'cero emisiones' y 'Eco' así como autobuses urbanos y camiones de recogida de residuos. Algunos conductores que desconocían la medida se han topado con la presencia de policías municipales y vallas amarillas que impedían dar continuidad a la circulación en puntos como las plazas de España y de Poniente.
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En Fuente Dorada la estampa urbana se asimilaba a la de un domingo cualquiera, con la línea de asfalto libre de tránsito e interrumpida con el paso esporádico de algún que otro automóvil de residentes en la zona. La escasez de tráfico animó a no pocos peatones a cruzar pasos semafóricos en rojo en calles del centro para evitar exponerse a un sol implacable.
En calles como Leopoldo Cano, Macías Picavea y Bajada de la Libertad o las plazas de Los Arces y Rosarillo era testimonial el paso de automóviles. Cientos de ciudadanos que tenían que acceder al centro optaron por hacer uso del aparcamiento de la Feria de Muestras, que se encontraba totalmente repleto al ser gratuito durante los días de restricciones. También abarrotado se encontraba el de la playa de las Moreras, sin coste, como el resto de zonas de estacionamiento disuasorias en la calle la India, la zona de Reyes Católicos, Cuatro de Marzo, calle de la Vía y Paseo del Renacimiento.
A medio gas, con algunos puestos sin clientela, se veía durante la mañana el mercado del Val. Viernes y sábados son los días de más ventas en sus tiendas, donde buena parte de los compradores hacen acopio de fruta, carne y pescado en cantidades para toda la semana.
Eustaquio González, del puesto de pescado Arenal, calcula que entre hoy y este sábado perderá la mitad de facturación al ser los días más potentes en ventas. «Es cuando viene gente de pueblos cercanos y de urbanizaciones y cargan los maleteros de sus coches con comida. ¿Dónde va a ir andando cualquiera de los clientes de nuestro mercado cargando con kilos de fruta, carne o pescado?». Frente a esta desventaja, los industriales del Val han habilitado el reparto gratuito a domicilio en un radio de treinta kilómetros para llevar con una furgoneta y una bicicleta eléctricas la compra a muchos consumidores que no pueden acceder a sus puestos.
También se sienten perjudicados los industriales del mercado municipal de El Campillo, donde la afluencia de clientela se veía mermada a media mañana. Los dueños de los puestos temen que parte de sus compradores habituales se desanimen de ir al centro y opten por otras tiendas con acceso sin limitaciones.
En áreas de zona azul habitualmente llenas, como la del Paseo del Hospital Militar, se podía aparcar sin problemas a las once de la mañana. A esa hora, donde más intensidad registraba el tráfico, aunque inferior a la de otros días, era en el Paseo de Isabel la Católica. Los automóviles fluían junto al carril donde el marcador de bicicletas y monopatines contabilizaba 270 usuarios.
Con la mayoría de las terrazas vacías de clientes y el calor apretando a medida que avanzaba la mañana, en algunos bares se tomaba la medida del Ayuntamiento acogiéndose a la resignación propia de estas fechas. «Hay pocos coches porque se ha ido mucha gente a los pueblos y a la playa; ya veremos lo que pasa en septiembre cuando vuelvan, miedito me da con la situación económica que ya tenemos», comentaba una hostelera de la calle Jorge Guillén a un cliente.
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Desde Fecosva, su presidente Jesús Herreras señala que la prohibición de vehículos en el centro se vive «con preocupación» en el gremio de comerciantes. «Se impide que nuestros clientes accedan a las tiendas y las ventas caen en picado; no entendemos que se pueda acceder a otros lugares de la ciudad donde no hay medidores porque los coches circulan por todas partes». Agrega que en los mercados municipales del Val y el Campillo la restricción supone «descensos estrepitosos».
Luis Vélez, concejal de Movilidad y Espacio Urbano, señaló que las restricciones no se extienden a otras zonas de la ciudad «porque así lo establece el protocolo contra la contaminación con unos criterios objetivos aprobados en 2016, no podemos improvisar; el cierre del centro afecta también a la periferia, pues tenemos comprobado que se traduce en un descenso general del uso del vehículo. En el futuro, cuando se apruebe la Zona de Bajas Emisiones, el área con limitaciones, va a ser bastante más amplia». Sobre la jornada de este viernes apuntó que se ha desarrollado «con normalidad» y que en Auvasa no se ha percibido un incremento en la demanda de viajeros.
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Más descontentos se muestran en Avadeco, cuyo presidente, Alejandro García Pellitero, no entiende que se aplique el protocolo de 2016 «cuando hay estudios del propio Ayuntamiento que muestran que el tráfico se ha reducido ya un 30% en el centro y en la zona sur de la capital y las rondas tienen los niveles más altos de ozono y no se aplica nada», opina lamentándose también de que las altas temperaturas 'enfrían' el ánimo con el que empezaron las rebajas. «Con 40º la gente no sale de compras».
Quien echa en falta autobuses gratuitos cuando se pongan barreras para llegar es Mónica Gómez, de la zapatería Antonio, contigua a la calle Ferrari. «Está bien que habiliten el aparcamiento de la Feria de Muestras gratis, pero que lo hagan también con el bus para que la gente acceda aquí también sin coste», sugiere.
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