«No pudieron tener un estreno más difícil», comentaba el suboficial del servicio de bomberos, Carlos Barrios, sobre el auténtico bautismo de fuego que les esperaba a los miembros recién incorporados al parque de Valladolid al enfrentarse al edificio del barrio de La Farola siniestrado ... por la explosión de gas, cuyas causas todavía están por determinar. La policía científica continuará esta tarde la inspección ocular para tratar de establecer el origen de la deflagración, un primer reconocimiento que tuvo que ser suspendido por el rescate de la única víctima mortal. No ha sido hasta las seis de la mañana cuando ha tenido lugar el levantamiento del cadáver de la mujer que los bomberos sacaron de los escombros. Con toda probabilidad se trata de Teresa, la vecina del 1 C, aunque todavía no se ha producido la identificación oficial de la única víctima mortal de la explosión, los que se hará una vez que el Instituto Nacional de Toxicología emita el informe sobre el ADN.
El otro jefe del grupo de intervención, José Luis- Fernández, describía de manera muy gráfica el infernal panorama que se encontraron las primeras dotaciones cuando llegaron, al filo de las 23:00 horas: «No hay ni epicentro, el suelo había desaparecido». Tras poner a salvo a la docena de vecinos que quedaban en el inmueble (por fortuna, subrayaba en la rueda de prensa la alcaldesa accidental, Irene Carvajal, la mayoría de los residentes estaban de vacaciones o en la calle, disfrutando de la superluna de agosto), los bomberos emprendieron los trabajos para atajar el fuego en el edificio número 32. Ambos subrayan que se lo pusieron «difícil», especialmente, los ocho coches y la moto que estaban en el interior del taller de la planta baja. «Por eso la carga de fuego en los bajos del edificio era brutal». Tardaron dos horas en controlar las llamas de un incendio que aún tardará en ser extinguido del todo por las elevadas temperaturas que alcanzan los escombros y porque debajo hay mucho material combustible.
Allí se sigue 'enfriando' la zona y abriendo un pasillo para que puedan entrar tanto la policía científica como los vecinos, acompañados por bomberos, para que puedan recuperar sus documentos y pertenencias mas valiosas e imprescindibles. El riesgo de derrumbe es importante. Parte del edificio tendrá que ser demolido y, el resto, reconstruido, ha confirmado la autoridad municipal. El bloque había pasado las revisiones reglamentarias y los técnicos de la compañía del gas, en principio, no habrían detectado fugas o averías anteriores en la red.
De las doce personas evacuadas, cuatro siguen hospitalizadas, pero estables: dos en observación y otras dos, las más graves, en la UCI, por la inhalación de humos y sufrir patologías previas
Los primeros avisos de varios vecinos sobre que se había producido una gran explosión en el barrio de la Farola fueron recibidos por la Policía Nacional y la Policía Municipal a las 22:55 horas, ha puntualizado la alcaldesa en funciones, quien ha confirmado que fueron evacuadas 20 viviendas del edificio, una construcción de los años setenta del pasado siglo, en la que en ese momento había 12 personas. Nueve de ellas tuvieron que ser rescatadas mediante una escala colocada la fachada, pues las escaleras estaban destruidas, y las otras salieron del inmueble por su propio pie. Las seis que fueron derivadas al Clínico fueron dadas de alta y, de las cinco que fueron trasladadas al Río Hortega, cuatro siguen hospitalizadas, dos de ellas, en observación y otras dos, las más graves, en la Unidad de Quemados de la UCI «aunque no por quemaduras, sino por inhalación de humos y porque una de ellas, de edad avanzada, tiene patologías previas», ha especificado Carvajal. Ninguno de los hospitalizados son menores. El estado de los hospitalizados es estable.
Los que fueron de alta la misma noche del siniestro fueron alojados temporalmente en dos hoteles de la capital y el Ayuntamiento, ha indicado la munícipe, ya trabaja en el realojo de los vecinos damnificados. «Estamos buscando una solución habitacional estable para estas personas de las plantas B y C, mientras buscamos una solución constructiva para garantizar la estabilidad y seguridad del inmueble». Se plantea utilizar la bolsa de vivienda municipal, donde, en este momento, habría nueve pisos disponibles.
No ha querido la alcaldesa en funciones avanzar ninguna hipótesis sobre las causas del siniestro. El combustible que provocó la deflagración pudo proceder tanto de la instalación de gas ciudad como de bombonas de butano, pues de todo había en el inmueble. Aunque sí se contempla como punto de inicio más probable la vivienda de la fallecida, en el primer piso, que ha volado por los aires. La mujer vivía sola y tenía por compañía varios perros, gatos y dos hurones domésticos. El cadáver de uno de estos mustélidos fue encontrado por los equipos de rescate entre los escombros.
En el edificio permanece en este momento una dotación de bomberos, puesto que hay focos entre los escombros donde el fuego se está reavivando. El alcalde, Jesús Julio Carnero, que ha suspendido sus vacaciones, acudirá al lugar del siniestro esta tarde, no sin antes pasar por el Hospital Río Hortega para visitar a los heridos.
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