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Sale del hospital un poco acelerado, pidiendo disculpas por llegar unos minutos tarde a la entrevista. «Tenemos mucho trabajo», explica. Acaba de terminar su turno en el Río Hortega de Valladolid, donde trabaja como enfermero en la consulta de endoscopias. Al pedirle que se ponga ... frente a la cámara salen a relucir sus tablas. Recibe las instrucciones y se coloca cómodamente ante la lente. Y es que lleva un año y medio grabando vídeos relacionados con la salud y compartiéndolos en la red social TikTok. Alguno de ellos ha llegado a tener hasta 15 millones de visitas y cuenta con más de dos millones de seguidores. Jorge Ángel Heras aún no se cree la repercusión que ha causado su llegada a Valladolid, hace tan solo unos días. «Me reconocen por la calle, sobre todo los adolescentes, y piden hacerse una foto conmigo. Sin embargo, los que tienen más de 30 años se preguntan quién soy para generar ese interés. Soy consciente de que esta fama tiene una fecha de caducidad, y llegará», afirma tajante, convencido de que su futuro está en la enfermería. «Nunca, nunca dejaré mi profesión, es lo que me llena», promete.
Jorge Ángel Heras
Este joven de 29 años, que se especializó en enfermería familiar y comunitaria, se abrió una cuenta de TikTok en mayo de la pandemia y comenzó subiendo vídeos sobre la covid pero pronto se reconvirtió. «La gente está un poco saturada con este tema», opina por su experiencia. Cambió a contenidos relacionados con su profesión, orientados a estudiantes, y también del ámbito de la educación sexual, destinados al público más joven. «Existe un agujero negro en la enseñanza de este tema. Yo he acudido a institutos a dar charlas pero así no llegas a millones de chavales, en redes sociales sí. Intento resolverles dudas que a mí me hubiera gustado que me aclararan cuando era adolescente. Lo que más me llama la atención es que solo se interesen por evitar el embarazo y no por las enfermedades de transmisión sexual», lamenta. Ha enseñado a los más jóvenes a colocar un preservativo, a conocer las partes de sus órganos sexuales, contesta a sus preguntas y les ofrece consejos, todo ello acompañado de un toque de humor. Los internautas más jóvenes han encontrado en su cuenta un lugar donde aprender y encontrar respuestas a los temas que les preocupan sin la vergüenza del cara a cara y sin ser juzgados. Ahí radica la clave de su éxito. «Siempre respondo con rigor y sin reírme de nadie», asegura.
Esta estrella de TikTok reconoce que ahora le cuesta compaginar su afición con su empleo. «Antes publicaba contenidos muy elaborados como los de primeros auxilios, tenía a alguien que me grababa... ahora noto que la calidad ha bajado porque tengo menos tiempo y recursos», admite. Aunque también sabe que el éxito de TikTok no siempre va ligado al trabajo que se esconde detrás, sino que también influye el golpe de suerte. «Nunca sabes si un vídeo va a tener muchas o pocas visitas, es algo que fluctúa mucho». Cuenta, como curiosidad, que en su vídeo más viral aconseja orinar tras las relaciones sexuales para evitar infecciones. Pero, por encima del número de 'clics', el objetivo de Jorge Ángel Heras es ayudar a los demás. «Algunas personas me han dicho que se han metido en la carrera de enfermería por mis vídeos. Para mí eso es un orgullo. Cuando los chavales me dicen que quieren ser 'youtubers' les digo que primero estudien».
Hace pocos días se ha trasladado desde Fuenlabrada, donde trabajaba en Atención Primaria. «Allí mi día a día era hipertensión, diabetes, educación para la salud, consultas para los ancianos... más hablar con el paciente y pocas técnicas. Me gustaba mucho pero necesitaba un cambio. Ahora estoy en la consulta de endoscopias y hacemos muchísimas cosas, no paramos. El ritmo cuesta y el cambio es radical pero estoy muy contento, estoy aprendiendo mucho», afirma con una amplia sonrisa.
Natural de Cuenca, ha trabajado también en Móstoles. Comparando todas las ciudades por las que ha pasado admite que Valladolid le ha conquistado por su ambiente del fin de semana, la cantidad de espacios habilitados para practicar deporte, monumentos como la iglesia de San Pablo, la Antigua o la Plaza Mayor y la amabilidad de la gente, tanto de los que se le acercan por la calle como de sus compañeros del hospital. «Aquí se trabaja muchísimo y hay una implicación con el paciente excelente», recalca, ilusionado por su nueva etapa.
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