Encuentran el cuerpo sin vida de un hombre que vivía solo en el barrio vallisoletano de Pajarillos

La Policía Nacional confimó que la víctima, que residía en el número 1 de esta calle de Pajarillos desde hacía más de 40 años, murió por causas naturales. Dos de sus vecinas más próximas afirmaron no saber quién pudo avisar a las autoridades, pues «es cierto que no le sentíamos desde hace días, pero tampoco pensamos nada más allá» y, dado que Arsenio no tenía teléfono, no creen que su hija pudiese tener ese tipo de contacto con él, explican.

El jubilado, originario de Gallegos de Pan (Zamora), tuvo una caída hace dos años por la que se lesionó la clavícula, pero según el vecindario, nunca quiso contratar a alguien para que le ayudase con las tareas del hogar a pesar de que «tenía una buena pensión» al haber trabajado en «la fábrica de Fasa».

Así, Arsenio es la cuarta víctima en la capital vallisoletana en lo que va de verano que fallece sola en su casa, la octava desde el comienzo del año. «Las muertes y auxilios a personas mayores que viven solas son, lamentablemente, el pan nuestro de cada día», coincidieron en señalar fuentes policiales, sanitarias y del Servicio de Extinción de Incendios después de las muertes de dos mujeres, de 78 y 88 años, y un hombre de 57 el pasado marzo.

Este denominador común de la soledad es cada vez más frecuente y se ha acrecentado con la entrada del verano, que ya avisaba lo que venía con la muerte de otro varón en mayo. En este caso, el cuerpo sin vida del hombre de 63 años fue hallado por los efectivos de los Bomberos y de la Policía Nacional después de que una familiar alertara a los servicios de emergencia de que llevaba tiempo sin tener noticias de su hermano. Así, los agentes de la Policía Nacional comprobaron que nadie respondía en la vivienda del paso de San Vicente, en Delicias, y acto seguido fueron los Bomberos los que entraron al piso por una ventana. En su interior hallaron el cadáver del vecino, que llevaba «varios días fallecido», según confirmaron fuentes policiales.

Esta última víctima falleció de muerte natural,al igual que lo hicieron las otras tres personas mayores que fueron encontradas sin vida a finales de marzo. Solo el año pasado, los bomberos localizaron los cuerpos sin vida de diez de estos vecinos que vivían solos en sus domicilios. En lo que va de 2019, estos fallecimientos ya van por el octavo tras contar a Arsenio, de momento único difunto bajo estas circunstancias del mes de agosto.

Por otra parte, julio sí que se caracterizó por este tipo de muertes, pues el goteo de tres casos en menos de quince días sacudieron la ciudad. El primero de estos fue el de una mujer de 85 años, encontrada sin vida en su domicilio de Pajarillos el 3 de julio, al parecer por causas naturales. La llamada de un vecino, preocupado por su desaparición repentina durante «un par de días», alertó a la Policía. La mujer, que vivía sola en su casa, padecía de diabetes y se había caído dos veces al hacer la compra en el supermercado, según apuntaban vecinos de su mismo edificio.

Solo seis días después, otro vecino de Las Viudas, un agricultor jubilado procedente de Palencia, llevaba más de una semana muerto tendido sobre la cama de su habitación. Allí encontraron su cuerpo –ya en avanzado estado de descomposición y rodeado de suciedad– los Bomberos que lograron acceder a la vivienda a través de una ventana a raíz de que una sobrina alertara a los servicios de emergencia después de dos días sin conseguir hablar con él por teléfono.

El último caso antes del de Arsenio se produjo el día 15 de julio, cuando se encontraba el cadáver de un jubilado de 68 años que habría fallecido solo en su vivienda de Covaresa y que podría llevar muerto «un par de días». Los Bomberos se desplazaron hasta la calle Moraña sobre las 09:25 horas tras recibir el aviso de que una persona mayor no daba señales de vida desde hacía unos días. Una vez allí tuvieron que forzar la puerta para que la Policía Nacional pudiera acceder al interior y hacerse cargo del cuerpo.