Un vecino entra en su portal, donde se puede ver un cartel que pide silencio para el descanso de los vecinos. Carlos Espeso
Valladolid

«Nos hemos encontrado con gente y meadas dentro del portal»

Vecinos y hosteleros de la zona de San Miguel arremeten contra los 'after' de la zona por el «nerviosismo» que genera la situación

Sergio García

Valladolid

Viernes, 19 de mayo 2023, 00:07

Es primera hora de la tarde en la calle Doctor Cazalla. Apenas pasean personas por la zona de San Miguel, las tiendas están cerradas y los clientes de los bares ultiman el café de después de comer. La situación es muy diferente a la que ... se vive en la misma calle durante los fines de semana. «Es insoportable, todas las semanas tiene que venir la policía por alguna pelea», resume una vecina del entorno que no ha querido revelar su identidad.

Publicidad

Su portal está muy cerca de dos de los 'after' del entorno de San Miguel, locales que una vez entre en vigor la zona acústicamente saturada tendrán que apagar la música desde las 6:00 y hasta las 8:00 horas. El problema, asegura, no es lo que ocurre dentro del local, sino lo que pasa en la calle. «Lo que molesta es la gente que se congrega fuera de los bares. Se ven reuniones en un garaje que hay al lado de uno de ellos y ahí pasa de todo», explica la mujer, que ha vivido en la misma calle desde hace 50 años.

El problema no siempre se queda ahí y muchas veces se ha trasladado hasta dentro de su propio portal. «Es normal que te encuentres a gente sentada en la puerta y más de una vez dentro. En el interior nos hemos topado hasta con meadas», asegura. Su preocupación, más que por el ruido -vive en un sexto piso- viene por la limpieza y la seguridad. «Por suerte dentro del edificio no ha pasado nada más grave, pero no sabemos cómo consiguen entrar», apunta la vecina.

Son situaciones que no se viven solo de madrugada, muchas de ellas también se producen cuando los negocios están levantando la persiana para comenzar la jornada laboral. «Suelo comprar un café en una cafetería de la zona y muchas veces cruzo de acera para evitar pasar por esos sitios», explica la trabajadora de un local cercano. En la puerta de su negocio destaca un cartel verde que reza «Silencio por favor. El descanso y la salud es un derecho fundamental de tod@s». No es el único, pues el ruego se puede encontrar en la mayoría de los portales y negocios ubicados en la plaza de San Miguel y en las calles colindantes.

Publicidad

«No es normal encontrarse con heces humanas en las aceras»

Ella no es la única persona que se ha topado con esta situación cuando llega a su puesto de trabajo. «Raro es el viernes que llego por la mañana y no me encuentro con la Policía. Es una vergüenza, ya no solo por el ambiente que se genera. No es normal encontrarse con heces humanas en las aceras», explica otro trabajador, que entra en el mismo portal donde han encontrado orines en el interior.

Algunos hosteleros de la zona también muestran su descontento con la situación. «Cuando abres por la mañana te encuentras con gente que está fuera de juego, no puedes razonar con ella. Es mejor no decirles nada por lo que pueda pasar», asegura el responsable de un establecimiento de hostelería de la zona que también ha preferido mantener oculta su identidad. «Muchas veces arremeten con el mobiliario exterior del local o hacen pintadas en las fachadas», añade.

Publicidad

Pintadas en unas columnas de la calle Doctor Cazalla. Carlos Espeso

Los hosteleros del lugar hablan de nerviosismo y lamentan en lo que ha derivado una zona que era «puntera» en Valladolid. «Trae una fama horrible al entorno y eso nos afecta al resto de los establecimientos de la zona. San Miguel no está perdido pero ha cogido un ambiente muy extraño», aseguran. Trapicheos, altercados y vandalismo, son algunos de los problemas que mencionan.

«En los 'after' hay de todo, gente buena y mala, pero como es lógico destaca más el último grupo. No tienen respeto ni por los vecinos ni por las autoridades», explica otro responsable de hostelería del entorno. Respecto a las limitaciones horarias sobre la música, el mismo empresario las considera insuficientes. «El problema no es la gente que va ni los horarios, son los gerentes de los locales. Nos les importa ni la convivencia ni la competitividad. Les da igual todo con tal de hacer caja», finaliza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad