Dos veces ha sufrido, y superado, María José Juárez un cáncer de mama, dos, sepadas por unos veinte años. Pero «nada que ver la primera con la de ahora. Bien en cierto que también la quimioterapia ha cambiado y mejorado en este tiempo;pero lo ... que ha marcado una gran diferencia es la rehabilitación cardiaca. Nada que ver. La primera vez ni me movía, no podía hacer nada. Ahora hasta he llegado a hacer ejercicio tras haber tenido sesión de quimioterapia y he podido con ello».
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Lleva María José una agenda de las sesiones, que forma parte de la terapia, «se apunta lo que haces y el esfuerzo que supone», donde recibe una puntuación de cada jornada y ese concreto día de sobreesfuerzo «tuve un sobresaliente, mira, porque tuvo especial mérito», demuestra orgullosa la anotación.
«Dos días a la semana, como una hora y cuarto dura y haces una media hora de bicicleta estática y otros aparatos, te lo van poniendo y te controlan continuamente. Me parecía imposible después de la quimio pero, poco a poco, lo consigues. Cuesta pero te hace sentirte muy bien. Y mucho más positiva», afirma.
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María José, casada y con dos hijos, asegura que «es un esfuerzo muy recompensado»; pero lo que echa de menos, insiste en ello, «es que no dure más, yo necesitaba continuar, me hace mucho bien. Fueron tres meses. Claro que ahora intento mantener el hábito del ejercicio, camino y voy a baile, a flamenco, también lo hice durante la rehabilitación; pero hecho de menos el ejercicio controlado y apoyado por fisioterapeutas en el gimnasio del hospital. No puedo estar más agradecida al equipo. Me cambió la vida».
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Dos tumores padeció «pero no eran el mismo cáncer, sí en la misma mama. En ambos casos fue necesaria la cirugía pero en la primera solo fueron ganglios y la segunda fue más agresiva. La primera me la detectaron en revisiones normales y la segunda cuando fui al cribado me dijeron que, dado mi antecedente, tenía que acudir derivada por el médico. Así lo hice y me lo diagnosticaron. Fue en noviembre de 2021 cuando me lo diagnosticaron y, en plena quimioterapia, a principios de 2022 comencé con la rehabilitación cardiaca. Me lo propuso la doctora Revilla y no lo dudé. Me ayudaron también mucho las charlas, a controlar el estrés, el estado emocional, de ánimo».
«Aprendes mucho y te controlan continuamente el ritmo cardiaco, te enseñan a respirar y para ello te citan antes de empezar a ir al gimnasio, la tensión te la toman dos o tres veces durante la sesión de ejercicios y ven si te aceleras demasiado y te ponen los aparatos en la medida perfecta para lo que puedes. También hacemos pesas, trabajamos pies con unos pedales y brazos. Te sientes muy segura. Creo que es muy muy recomendable. Para mí fue muy importante me sentía menos cansada curiosamente. Estoy encantada con haberlo hecho».
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