La distancia entre los titulados que salen de las universidades y la vida laboral sigue siendo enorme. Y el secretario general de la patronal CEOE en Castilla y León, David Estébanez, le puso ayer cifras. «En Castilla y León hay 70.000 estudiantes ... universitarios y 40.000 de Formación Profesional (FP). Y su acceso al empleo está en un 50% cada una. Luego hay un desfase de 30.000 universitarios».
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Para analizar ese desfase, el Consejo Social de la Universidad de Valladolid (UVA) y su Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad celebraron ayer su II Encuentro Empresa-Universidad para estudiar la mejora de la inserción laboral de los estudiantes de la UVA.
El encuentro reunió a los gestores universitarios y a representantes del tejido productivo para, como explicó el presidente del Consejo Social, Óscar Campillo, «tender puentes que den lugar a encuentros pragmáticos entre todos».
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Falta hacen si se escucha a los expertos. La investigadora del Grupo de Evaluación, Políticas y Orientación de la Universidad de León, María José Vieira, les recordó a todos que «la estrecha relación entre el título académico y la profesión ya no es válida. Ahora manda la empleabilidad».
El 100% de las universidades españolas tienen un Servicio de Empleo, pero solo el 61% de los títulos que expiden tienen alguna conexión con estas oficinas. Vieira citó informes en los que los empresarios reclaman a los titulados «experiencia profesional, habilidades interpersonales y saber trabajar bajo presión». Por contra, los estudiantes sufren déficits del «uso efectivo del tiempo».
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En las intervenciones, el secretario de la Confederación Vallisoletana de Empresarios, Félix Sanz, admitió que empresas universidad tienen «una escasa y deficiente relación de pareja» y que los egresados «tienen expectativas más altas que las que ofrece Valladolid«. Lo que ha abierto más hueco a los que llegan de FP.
David Estébanez, de la CEOE, insistió en que las diferencias «entre la formación que se tiene y las necesidades de la empresa son abismales».
Por su parte, el decano de la Facultad de Educación; Luis Carro, admitió que hay «un diálogo roto» entre empresarios y universidades y que «lo que forma la universidad es inversamente proporcional a lo que piden las empresas».
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La voz que se escuchó entre los estudiantes la puso Antonio Saldaña (Alternativa Universitaria), que reclamó a las empresas que «oferten plazas más realistas» con el mercado laboral y a la universidad que «no forme solo a empleados sino a personas con espíritu crítico con su sociedad».
Este II Encuentro Empresa-Universidad, celebrado en el Palacio Conde Ansúrez, es continuación del organizado en julio y que se centró en analizar cómo mejorar las prácticas curriculares del alumnado de la UVA.
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