La empresa que escanea el iris a cambio de criptomonedas desembarca en Valladolid

Una cifra que aumenta a cada segundo. (Se actualiza en tiempo real). La criptomoneda Worldcoin ya tiene usuarios en 120 países de todo el mundo. En Río Shopping, según informan, escanean entre 120 y 150 pares de ojos al día. Llevan haciéndolo desde el pasado 12 de diciembre.

Iban con cita previa y si bien la mayoría de ellos eran veinteañeros, en la cola había gente de todas las edades. Algunos a acudían animados por sus hijos y nietos, todos mayores de edad. A la mayoría les costaba explicar por qué y para qué se dejaban escanear sus ojos. En lo único en lo que todos coincidían y tenían claro es que iban «a que les ingresaran las criptomonedas».

Bajo el lema 'La economía mundial pertenece a todos', los responsables del stand de Worldcoin explican a todo el que acude, que a cambio de bajarse la app (que por cierto, ya está entre las más descargadas de España) y dejarse escanear el iris, recibirán unas monedas virtuales llamadas 'Worldcoins'. Según la publicidad, esta empresa, que comenzó su expansión en julio del 2023, tiene como objetivo, crear una red financiera y de identidad global basada en «pruebas de personalidad». Pretende crear una especie de pasaporte digital que los usuarios podrán guardar en sus móviles, de forma que éstos puedan demostrar que son realmente humanos y no robots, sin necesidad de proporcionar información de identificación personal a los sitios web, como su número de teléfono o el email. Parece de película pero es muy real.

En definitiva, Worldcoin ofrece criptomonedas a aquellos que dejen escanearse el iris y ceder sus datos biométricos sólo por demostrar que son humanos. El éxito de Worldcoin es un hecho incuestionable, sin embargo, no todo es tan fácil. La empresa del creador de ChatGPT está en el punto de mira de muchos. De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está estudiando cuatro denuncias (en Madrid y Cataluña), relacionadas con la captación de información personal. También está siendo investigada en Alemania, Kenia, Argentina y Francia.

Acudimos a la fila. Van llegando en grupitos y todos, móvil en mano, esperan a que el 'Orb', una bola plateada del tamaño de un balón, capture sus datos biométricos haciendo fotos del iris y del rostro y con ello «demostrar que se trata de un humano real y único». Tarda unos 10 segundos. Y se expide el World ID. Luego, según la publicidad de Worldcoin, «tú decides que ocurre con tus datos». Las opciones son tres: No aceptar el formulario de datos biométricos, con lo que el usuario no recibirá recompensas y tendrá acceso limitado al servicio; Aceptar el formulario de consentimiento de datos biométricos y elegir 'No activar la custodia de datos», lo que significa que los datos de imagen sólo se procesarán localmente y no se almacenarán; y la última opción es aceptar el formulario y elegir 'Custodia de datos'. En este caso, éstos serán transferidos a un servidor seguro, aunque se podrán eliminar más adelante. Rober Escudero, de 19 años tenía cita este lunes para escanear sus iris. Estaba convencido de que ese paso sólo supone una verificación más de seguridad a la que todos nos vamos a tener que acostumbrar. «La huella, el reconocimiento facial… ya los utilizamos en el móvil, ¿por qué no hacerlo con el iris? Si además por ello me dan unas criptomonedas pues me parece fenomenal», explica este joven. «Me las ingresan en una billetera virtual que puedo retirar cuando quiera. En total me han ingresado 97 euros, que me vienen muy bien para sacarme el carné de conducir», añade.

Gabriela Román ya se escaneó el iris hace unas semanas. El lunes llegó acompañando a Carlos Agulla. «Cuando me lo contó una amiga, no me lo terminaba de creer pero he visto que era verdad y ahora yo se lo he recomendado a Carlos. He leído muy bien su normativa de protección de datos y no explican para qué fin emplearán nuestros datos. Puede que haya algún riesgo pero nada es gratis en la vida. La tecnología es imparable y queramos o no, vamos a tener que aprender a convivir con la Inteligencia Artificial. Es cierto que se pueden vulnerar los datos, pero también se pueden proteger», explica Gabriela, que es ingeniero informático. «Por traer amigos te dan bonificaciones. Yo dejé que las criptomonedas fueran ganando valor y finalmente lo traspasé a la cuenta del banco y recibí unos 150 euros», añade.

Jesús Herrera tiene 25 años y ha trabajado en una empresa de criptomonedas en Dubai. También ha querido escanear su iris. «Antes de venir he estado estudiando el proyecto de Worldcoin. Me he decidido porque considero que no comprometo ningún dato personal aparte de la verificación del ojo. No me han pedido más información y esa verificación visual no sirve para otra cosa», opina. «A la hora de cobrar las criptomonedas, se puede hacer de forma inmediata, pero hay que saber hacerlo, porque si te equivocas, al ser algo virtual, no es posible recuperarlo. El valor de la moneda va fluctuando. La empresa lo que gana es que la criptomoneda se mueva y adquiera más valor e incluso se generen rondas de inversión y de financiación. El negocio no está en el escaneo del ojo, está en hacer crecer el valor de los Worldcoins», afirma este vallisoletano.