Secciones
Servicios
Destacamos
Ha pasado a la historia como el alcalde que transformó la ciudad haciéndola más habitable, que atajó su alocado y destructivo crecimiento, abrió de par en par las puertas y ventanas del Ayuntamiento y convirtió el diálogo en el arma más eficaz. Pero Tomás Rodríguez Bolaños era también el chico que se forjó en la calles del Paseo de Zorrilla y ansiaba salir del colegio para cruzarse al Campo Grande, el novio que no daba importancia al dinero y que no concebía pasar un solo día sin la compañía de los amigos, el sindicalista de la FASA en ebullición, el futbolero impenitente y, más aún, el padre bueno y cariñoso, extraordinariamente normal, que educaba con el ejemplo. Así aparece en el libro 'Bolaños, alcalde, amigo', publicado por Fuente de la Fama y que recrea «las huellas de una vida» marcada sin duda por la política, pero no solo por ella.
Coordinado por Leandro Martín, Julio Martínez y Jesús Quijano, el libro recopila diecisiete testimonios que permiten conocer mejor al hombre que rigió la ciudad durante 16 años, pero también al amigo, al marido, al abuelo y al padre Tomás Rodríguez Bolaños. Incluye además una sentida carta de Alfonso Guerra, escrita al poco tiempo de su muerte, ocurrida el 2 de noviembre de 2018, en la que le describe como «un hombre tranquilo cuya nobleza de espíritu alentaba los vínculos de la amistad». Un prólogo institucional y elogioso del alcalde actual, Óscar Puente, sintetiza lo más enjundioso de la alcaldía de Rodríguez Bolaños, entre 1979 y 1995, y da paso al recorrido vital que firma Julio Martínez, para quien el regidor creció y se forjó marcado por esa «zona de frontera» que era el Paseo de Zorrilla, mítico lugar de su infancia, tierra de nadie que, como tal, obliga «a admitir los cambios como algo consustancial a la realidad social».
De recordar al «Tomás sindicalista» se encarga su amigo Leandro Martín Puertas, quien rememora los años de plomo de aquella FASA en ebullición, recrea su singular liderazgo sindical y desvela la curiosa peripecia agrícola que pergeñó tras su despido -temporal- en 1975. Eran tiempos de resurrección socialista en la ciudad, de un PSOE rejuvenecido tras el liderazgo asumido en Suresnes por Felipe González, como recuerda Juan Colino, que también se hace eco de aquella rocambolesca clausura policial en el restaurante Tito's en junio de 1975. Tanto enganchó la política al ex regidor, que el periodista Luis Miguel de Dios no duda en calificarle como un político de raza que, influido por Gregorio Peces-Barba, «hizo política desde la alcaldía sin que se notara mucho».
Pero era también un hombre solidario, como recuerda Ignacio Álvarez, ex presidente provincial de Cruz Roja y actual alcalde de Portillo, que pondera actuaciones como la creación de los Servicios Sociales de Base y un viaje solidario a Cuba, en 1994, con anécdota 'fidelista' incluida. Todos estos ingredientes, más el don de la oportunidad, un carácter pragmático y una intuición impactante contribuyeron a forjar el carisma de Bolaños en la ciudad, hasta el extremo, señala Jesús Quijano, de asemejarle a un Conde Ansúrez redivivo y de paseo entre sus paisanos.
La política urbanística, arriesgada y comprometida, perfiló el primer mandato de Rodríguez Bolaños, toda vez que, como recuerda Ramón Sastre Legido, limitó la concesión de licencias y puso freno a la destrucción del casco histórico permitida en el Plan General de 1970; también da fe de ello Manuel González López, teniente alcalde a quien Bolaños encargó la concejalía de urbanismo para, precisamente, poner coto a aquel desaguisado y construir un nuevo urbanismo de ámbito circular, destacando, a este respecto, la labor desarrollada en La Rondilla, en especial la creación del Parque Ribera de Castilla.
Con Rodríguez Bolaños al frente de la alcaldía, Valladolid se convirtió en una ciudad emblemática por sus políticas de juventud y deporte, señala Carlos Daniel Casares, el concejal más joven de aquel Ayuntamiento elegido en abril de 1979. Pioneras en aquel momento fueron, por ejemplo, las Escuelas-Taller creadas en 1985 a partir de una reunión con Joaquín Almunia y Peridis, sin olvidar la dotación de nuevos espacios deportivos como el Nuevo Estadio 'José Zorrilla' y el Polideportivo Pisuerga, extremos que también resalta Borja Lara, gerente de la Fundación Municipal de Deportes, otra creación, por cierto, del ex regidor.
«La democracia se hace en la calle y con la calle», sostiene Enrique Gavilán, para quien el Ayuntamiento regido por Rodríguez Bolaños fue, sin duda, el principal artífice de la recuperación de la calle en los años 80. Su sucesor en la alcaldía en 1995, Javier León de la Riva, demuestra con ejemplos paradigmáticos la sintonía que siempre existió entre ambos, hasta el extremo de torcer la voluntad de Manuel Fraga (De la Riva como consejero de Cultura de la Junta y Bolaños como alcalde) de trasladar a Galicia los restos del conde de Gondomar.
La parte más emotiva del libro, el legado del Rodríguez Bolaños padre y abuelo, la firman sus tres hijos, Jorge, Marta y Pablo, pero también Alba, la mayor de sus tres nietos, en una carta dirigida a su primo Simón, de solo tres años, contándole que el abuelo Tomás «era una persona muy buena y generosa y que no le gustaban nada las peleas».
'Bolaños, alcalde, amigo' no es un libro de historia, aunque contiene ingredientes que ayudan a comprender la intensa transformación de aquel Valladolid que salía del Franquismo y encaraba la democracia. Es más bien un libro testimonial que nos acerca al Tomás Rodríguez Bolaños más íntimo, con anécdotas de todo tipo. Como aquella noche que se perdió en Cuba y amaneció en un parque con un compañero de tertulia más que especial, o la peligrosa peripecia en velero por costas gallegas, cuando llegaron a temer por su vida, sin olvidar la amenaza del promotor, con pistola incluida, o aquella cariñosa confusión de guardameta tras la exitosa final de la selección española sub-21 en el nuevo estadio 'José Zorrilla'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.