Un teatro construido sobre el histórico convento vallisoletano donde falleció Cristóbal Colón
Valladolid, piedra Sobre piedra ·
El Teatro Zorrilla de Valladolid es una de las joyas que encierra el corazón de la ciudad y se construyó en apenas seis meses en la Acera de San Francisco
SARA BECERRO ALONSO
Martes, 29 de diciembre 2020, 09:00
El Teatro Zorrilla de la ciudad de Valladolid se encuentra ubicado en pleno corazón de la Plaza Mayor de la capital, en el mismo espacio donde se ubicó el desaparecido Convento de San Francisco, lugar histórico donde falleció Cristobal Colón.
Su construcción fue ... realizada en tiempo récord, ya que la duración fue de apenas seis meses, y abrió sus puertas el 31 de octubre de 1884 con la puesta en escena de 'Traidor, inconfeso y mártir', de José Zorrilla -que da nombre a este teatro-. En 1887 tuvo lugar el estreno de la iluminación eléctrica del Teatro Zorrilla, siendo, junto con otro local de la ciudad, los primeros en incorporar tan moderno avance para la época.
Fue clausurado en el año 1999 por una seria amenaza de ruina y dos años después lo adquirió la Diputación Provincial, que acometió su restauración con ayuda económica de la Junta de Castilla y León para reabrir sus puertas de nuevo a finales del año 2009.
Un teatro con nombre de poeta
La patria chica del poeta y dramaturgo vallisoletano José Zorrilla no podía prescindir en la época de un teatro que llevara el nombre del escritor. Por ello, en el año 1884 siguiendo los planos del arquitecto Joaquín Ruiz Sierra, se construyó en tiempo record -apenas tardaron seis meses en llevarlo a cabo-, el Teatro Zorrilla en la ciudad de Valladolid.
Es un teatro que se encuentra ubicado en pleno corazón de la Plaza Mayor de la capital, en el mismo espacio donde se ubicó el desaparecido Convento de San Francisco donde falleció Cristóbal Colón, y abrió sus puertas el 31 de octubre de 1884 con la puesta en escena de 'Traidor, inconfeso y mártir', de José Zorrilla, que además, se encontraba entre los presentes en la inauguración de esta sala.
Zorrilla, apareció en el palco acompañado de Emilio Ferrari y tras la puesta en escena de la obra, el público exigió al poeta que leyera alguna de sus composiciones. El dramaturgo, lo hizo, con 'Nadie es profeta en su patria'.
El nuevo teatro, venía a complementar la oferta con la que ya contaba Valladolid con el Lope de Vega y el Teatro Calderón. Ha sido sede de numerosos actos, y a partir de la década de los ochenta se empleó como sala de cine, siendo utilizado como una de las sedes de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
El edificio
La arquitectura del edificio del Teatro Zorrilla cuenta con una fachada principal que no está individualizada y, que queda disimulada en la plaza dentro de los edificios uniformados por el color y el aspecto arquitectónico de vivienda que tiene. El acceso al teatro, se efectúa por los soportales y tiene una fachada trasera que da a la calle Constitución de la ciudad.
La entrada principal, -la de la Plaza Mayor-, está formada por el vestíbulo y una sala de espera que cuenta en su techo con los retratos al óleo de Zorrilla, Núñez de Arce, Leopoldo Cano y Emilio Ferrari, además de obras de Mario Viano Provedo y Julio Alaro.
La fachada trasera de la Calle Constitución es de ladrillo rojo prensado y se compone de una planta baja; un primer piso con cinco ventanas de arco; el segundo piso que tiene doce ventanas rectangulares; y una azotea en la que aparece la inscripción Teatro Zorrilla, realizada con el propio ladrillo.
Con la remodelación, se emplea madera de palo rojo en el gran hall de acceso, también en los panelados de varias salas y en el mobiliario diseñado por el arquitecto. Se trató también de recuperar la iluminación con lámparas colgantes de vidrio.
Actualmente su sala principal tiene aforo para 534 personas, mantiene el diseño original y está compuesta de tres plantas: el patio de butacas, los palcos principales y las galerías en el segundo piso, además de un foso que puede albergar hasta veinte músicos. Posteriormente, el patio de butacas se acortó para poner unas plateas.
El teatro también está equipado con una sala experimental y de ensayos en el sótano –capacidad hasta para cien personas-, un salón-cafetería en la planta primera, una sala de conferencias con un espacio para exposiciones temporales en la segunda planta, una zona de despachos en la tercera altura y un archivo y videoteca en el último piso.
Cierre por ruina y un nuevo proyecto
En enero de 1999, debido a un importante estado de ruina en el teatro, se llevo a cabo su cierre. El estado de deterioro que presentaba el edificio del teatro afectaba a los elementos estructurales, sobre todo de la cubierta. La sencillez con la que se construyó en su día y el poco mantenimiento a lo largo de tanto tiempo fueron las causas de su lamentable estado.
La Diputación Provincial, presidida por Ramiro Ruiz Medrano, decidió adquirir el inmueble en el año 2001 y en 2005, se iniciaron las obras de restauración completa del teatro a cargo de Roberto Valle González. Del interior se conservó únicamente el techo y la estructura de la sala, procediéndose a la renovación de mobiliario, espacio escénico y dependencias. También se mantuvo la fachada de la calle Constitución.
El edificio fue ampliado con la absorción del Hostal Zorrilla, anexo al teatro y cuyas dependencias coinciden con las de la actual sala de exposiciones, sala de prensa, oficinas, cafetería, etc. El nuevo proyecto adaptó el viejo teatro a las necesidades del momento, creando un gran distribuidor de acceso a la sala principal; una escalera acristalada de acceso a los pisos superiores y un foso para orquesta. Se creó también una sala pequeña que se sitúa justo debajo del nuevo vestíbulo.
Desde su reapertura en tiempos modernos, el Teatro Zorrilla ha dedicado ocasionalmente 'butacas de honor' a artistas destacados del panorama nacional, por su procedencia o relación con Valladolid y, especialmente, por su vinculación con este teatro. Distintos asientos del patio lucen una placa dorada con dedicatorias a célebres personajes como el director José Luis Alonso de Santos, los actores Pedro Peña, Arturo López, Juan Antonio Quintana y Emilio Laguna; el bailarín Vicente Escudero; los músicos Rocío Jurado y Joaquín Díaz González; o políticos como Mª Ángeles Porres y Bernardino Vergara.
El teatro presenta una programación continua durante todo el año de muy variados géneros: teatro, danza, conciertos, ópera y zarzuela. También tiene una sala de exposiciones, dependiente de la Diputación Provincial, y es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Valladolid.
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