Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
La Laguna Negra. EL NORTE
Seres terroríficos en aguas sorianas

Seres terroríficos en aguas sorianas

Leyendas populares aseguran que la Laguna Negra, en la sierra de los Picos de Urbión, contiene monstruos, no tiene fondo y es el lugar donde se fraguan las tormentas

Viernes, 31 de julio 2020, 08:18

«Llegaron los asesinos/ hasta la Laguna Negra/ agua transparente y muda/ que enorme muro de piedra/ donde los buitres anidan/ y el eco duerme, rodea,/ agua clara donde beben/ las águilas de la sierra,/ donde el jabalí del monte/ y el ciervo y el corzo abrevan,/ agua en silencio que copia/ en su fondo las estrellas./

'¡Padre!', gritaron; al agua/ de la laguna serena/ cayeron, y el eco '¡Padre!'/ repitió de peña en peña./ '¡Padre!', gritaron; al agua/ de la laguna serena/ cayeron, y el eco '¡Padre!'/ repitió de peña en peña».

Son los versos finales del famoso poema «La Tierra de Alvargonzález», de Antonio Machado, escrito en 1912 e incorporado a su célebre 'Campos de Castilla'. En esos momentos, Machado era profesor de francés en Soria, donde había contraído matrimonio con Leonor Izquierdo, y sin duda se hacía eco de un suceso sangriento ocurrido en la provincia, pues el romance recrea el asesinato del patriarca Alvargonzález por dos de sus hijos, obsesionados con heredar sus tierras.

El desenlace de la composición es deudor del cúmulo de leyendas fantásticas que, al menos desde el siglo XVI, rodean el paraje de la Laguna Negra soriana, situada en la sierra de los Picos de Urbión, entre los municipios de Vinuesa y Covaleda. El poema, en efecto, culmina con la visita de los asesinos al misterioso lugar donde antes habían arrojado el cadáver con una piedra atada a los pies. Movidos por el remordimiento, los dos hijos comenzaron a llamar a su padre a viva voz. De pronto, mientras el eco repetía la palabra «padre» con desesperación, ellos eran engullidos por las aguas sin poder hacer nada.

Y es que esta laguna de origen glaciar ha despertado todo tipo de especulaciones en los pueblos del entorno, en los que llegó a asegurarse que no tenía fondo y que se unía con el mar. La tradición popular sostiene que en ella se fraguan las terroríficas tormentas tan dañinas para el campo y el ganado, que un hombre que navegaba en barco sobre sus aguas fue bruscamente sumergido y desapareció para siempre, y que sus profundidades esconden terribles seres monstruosos. Entre los relatos más célebres suele repetirse el de los paisanos que sumergieron a un carnero con un cordel atado a sus cuernos: a los pocos segundos, cuando tiraron de la cuerda, observaron espantados cómo emergía el esqueleto del animal.

«Se cree que ese abismo negro,/ a pesar de su gran calma,/ tiene habitantes monstruosos/ en sus misteriosas aguas/ que devoran cuanto cae:/ las personas y las vacas,/ los corderos y caballos,/ las ovejas y las cabras,/ y dejan sólo los bofes,/ que en el agua sobrenadan,/ como materia indigesta/ que tiene poca sustancia», escribía Pío Baroja en 1901. También en 'El mayorazgo de Labraz', publicado en 1903, este mismo autor se hace eco de los rumores sobre una mujer que vivía en el fondo de la laguna y acababa con la vida de todo el que se acercaba, pero aún son más impactantes las leyendas sobre gigantescos monstruos avistados en momentos críticos.

De finales del XIX data, por ejemplo, el relato popular de aquel día de tormenta y espesa niebla en que fue sorprendido, andando por la superficie, un enorme ser con forma humana que sujetaba a una monumental serpiente, de ojos rojos, boca enorme y afilados dientes, cuyo aliento provocaba la densa humareda que anegaba la Laguna Negra. Tampoco faltan, por último, los que creen que en una cueva de la zona habita un ser terrible que guarda un rico tesoro y acaba con la vida de todo el que se acerca.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Seres terroríficos en aguas sorianas