La sede de la central eléctrica vallisoletana que nació dos días antes de San Valentín

El edificio original, el diseñado por Rodríguez Zarracina, se encuentra protegido por el Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid. «Es el ejemplo más característico de la ciudad del eclecticismo asociado a la arquitectura industrial de principios de siglo», reza la 'Guía de Arquitectura de Valladolid', dirigida por Juan Carlos Arnuncio Pastor. Realizado íntegramente en ladrillo, el edificio presenta una composición simétrica de tres cuerpos de distintas dimensiones. La cornisa está coronada por 'pináculos'.

Este edificio industrial, proyectado como un palacio, está coronado por el antiguo escudo de la ciudad, realizado en metal. En origen las dos naves laterales estaban rematadas con este escudo, pero hoy solo la que hace esquina con la calle Veinte de Febrero lo conserva; en la otra se ve solamente el armazón que lo sustentaba. El inmueble se levanta sobre una parcela de 3.000 metros y tiene otros 10.000 construidos.

El propietario actual del inmueble es Solvia, inmobiliaria de Banco Sabadell, que lo adquirió al grupo financiero Rayet, después de que este se lo comprara a Iberdrola y después entrara en concurso de acreedores. En julio de 2005, el exalcalde Francisco Javier León de la Riva rubricó un convenio para reconvertirlo en un hotel de cinco estrellas. La obra incluía la construcción de un bloque de nueva planta de siete alturas adosado a la medianera del número 6 de la calle Veinte de Febrero. En 2018, ya con Óscar Puente en la Alcaldía, se llegó a presentar de manera oficial un acuerdo con el grupo inmobiliario Ayco para edificar cien pisos de lujo en el inmueble protegido. Ambos proyectos han quedado en el olvido.