Renault pone su archivo al alcance de los vallisoletanos

Su desembarco en Valladolid fue tan determinante para el devenir de la ciudad, para su desarrollo económico en forma de creación de empleo y riqueza y para la transformación de su estructura social, que todavía hoy es famoso el dicho de que, si Renault estornuda, todo Valladolid se constipa. Incluso en los años sesenta se popularizó una frase muy reveladora de la impronta del «fasero» en la sociedad vallisoletana: «El que vale a FASA y el que no a Filosofía y Letras».

La importancia de Renault en la historia de Valladolid podrá ser mejor analizada y comprendida gracias a la donación, por parte de la empresa, de su rico archivo documental y fotográfico al Ayuntamiento. El acto tuvo lugar el pasado 9 de enero, cuando el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el todavía presidente de Renault España S.A. (RESA), José Vicente de los Mozos, firmaron el convenio por el que la empresa dona su archivo a la ciudad donde tiene su sede social desde su fundación el 29 de diciembre de 1951.

De esta forma se sella un acuerdo largamente acariciado por el consistorio vallisoletano y por la filial de la empresa francesa, ya que las conversaciones para la donación del archivo comenzaron en julio de 2017 y se han prolongado hasta el mes de diciembre pasado, en que ambas partes dieron por cerrado el texto definitivo del acuerdo. Gracias a él, el Archivo Municipal, ubicado en la antigua iglesia de San Agustín, será el depositario de la memoria documental de la empresa más importante de Castilla y León, y una de las más relevantes de España (la número 17 en el ranking por volumen de ventas). En estos momentos, los técnicos del archivo y su director, Eduardo Pedruelo, están realizando los trabajos oportunos para que el archivo pueda ponerse a disposición de todos los ciudadanos.

La historia de Valladolid dio un vuelco en el verano de 1951, cuando el teniente coronel Manuel Jiménez-Alfaro obtuvo de la empresa francesa Régie Nationale Des Usines Renault una licencia para el montaje en España del Renault 4CV. No sin dificultad, y después de sortear trabas políticas y otras procedentes de influyentes competidores en el sector, Jiménez-Alfaro logró establecer en nuestra ciudad una empresa dedicada a la fabricación de automóviles. Contó para ello con el concurso de cinco destacadas personalidades de la vida jurídica, empresarial y financiera: los abogados Francisco Mateo Martínez y José Luis Gutiérrez Semprún, el futuro alcalde de la ciudad Santiago López González, y los industriales Eusebio Caro Rodríguez y Eduardo Fernández Araoz. «Aquella empresa, que contó con cinco millones de pesetas de capital social aportado por muchos accionistas vallisoletanos, y la ciudad en la que nació, desarrollaron pronto una simbiosis que dura hasta nuestros días, pues de la misma manera que no se puede concebir la identidad de la empresa sin sus singularísimos orígenes vallisoletanos y sin su conexión con la ciudad en la que tiene su sede social, tampoco se pueden entender el desarrollo social, económico y urbanístico experimentado por Valladolid a lo largo de la segunda mitad del siglo XX -ni su identidad actual- sin la presencia de la empresa Renault», señala en nota de prensa el Ayuntamiento

Éste depositará en breve en el Archivo Municipal un rico legado documental compuesto por unos 250 metros lineales de documentos entre expedientes y libros en papel, fotografías en distintos soportes y películas en diferentes formatos, si bien algunos de estos fondos, en concreto las fotografías y las películas que se encontraban en las dependencias de la empresa en Madrid, ya se integraron en el Archivo en el verano de 2017.

Entre la documentación donada, decisiva para conocer los 70 años de andadura de la empresa en sus distintas etapas (FASA / FASA Renault / Renault España), sobresalen series como las Actas del Consejo de Administración, de la Junta de Accionistas y del Comité de Dirección, pero también los manuales de reparación, de entretenimiento y de piezas de recambio, todos de gran valor para la historia de la técnica y del automóvil. La documentación será también de gran utilidad para completar otros hitos en la historia reciente de la ciudad, como la conflictividad laboral en los años 70, la nómina de trabajadores que luego ejercieron papeles relevantes en la vida política y sindical, o el impacto social y urbanístico de la factoría en la ciudad.

El archivo de Renault se suma así a otros fondos documentales del Archivo Municipal que sirven igualmente para reconstruir la historia de la empresa, como el de Manuel Jiménez-Alfaro, con información muy relevante sobre sus orígenes y con documentos tan icónicos como la memoria original del primer vehículo que salió de la factoría, el famoso 4/4, y el de Santiago López González, otro de los fundadores de FASA y carismático alcalde de Valladolid entre los años 1961 y 1965. Además, el Archivo Municipal recibió en 2021 una valiosa donación de varios miembros de la asociación cultural Rombo, vinculada a trabajadores de la empresa, compuesta por fotografías, grabaciones, carteles, documentos y una colección completa de la revista «Rombo».

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