Borrar
A la derecha del rio Pisuerga, la Huerta del Rey en los años 70. Archivo Municipal

El refugio de las clases medias vallisoletanas en Huerta del Rey

Historia de Valladolid a través de El Norte de Castilla ·

La urbanización de este barrio de Valladolid, iniciada a finales de los 60, culminaría en la década posterior merced a la atracción ejercida entre quienes huían del centro urbano degradado

Martes, 1 de junio 2021, 07:04

El titular de aquel martes, 24 de agosto de 1965, era, cuanto menos, impactante: «Cerca de ocho mil viviendas se levantarán en el polígono de Huerta del Rey.» Y las dos fotos que lo acompañaban no podían ser menos expresivas del cúmulo de posibilidades que atesoraban aquellos terrenos situados a la orilla derecha del Pisuerga. Todo estaba por hacer y, como señalan los especialistas, su urbanización sentaría un nuevo modo de proceder en aquel Valladolid asediado por la especulación.

Paradojas de la historia, la misma zona que en el siglo XVII había sido pasto de los chanchullos urbanísticos del Duque de Lerma iba a alumbrar, tres siglos después, una forma de actuación más ordenada y alejada, por tanto, de este tipo de actuaciones. Todo había comenzado en 1951, con la compra, por parte del Ayuntamiento, de 47 hectáreas y 31 áreas por seis millones de pesetas (36.000 euros de hoy).

Como señala José Luis García Cuesta en el libro «De la urgencia social al negocio inmobiliario», la operación coincidió con la desviación de la carretera de Salamanca por esa zona, con objeto de descongestionar el tráfico, pero también con la búsqueda de la conexión de dicha vía con la carretera de León a partir de la Plaza de San Bartolomé.

Como además el proyecto nacía casi al unísono de la construcción de los dos nuevos puentes del Poniente y del Cubo, el resultado sería, sin duda alguna, una clara apuesta por comunicar la ciudad con los terrenos situados al otro lado del río.

Ya es significativa, a este respecto, la información aportada por el redactor de El Norte de Castilla, Antonio Hernández Higuera, acerca de la forma de entrar al nuevo polígono residencial, pues lo había hecho «a través de la ya famosa carretera de los «Mil baches», que arranca del puente del Poniente para terminar en la calle de la Olma».

Promociones de la Huerta del Rey en los años 70

Las posibilidades urbanísticas de la zona eran ingentes, no en vano apenas contaba con más edificaciones, aparte del alejado Barrio Girón, que el actual Monasterio de Prado, unas cuantas casas en el entorno de la Olma y dos fábricas de harina, La Perla y La Flor del Pisuerga. El Barrio de la Victoria, construido en los años 30 para alojar a población obrera, era, por entonces, la única zona residencial de entidad a ese lado del río.

Tras unos comienzos titubeantes por parte del Ayuntamiento, fue en 1959 cuando el Ministerio de la Vivienda decidió retomar definitivamente el proyecto. Convocó para ello un concurso nacional mientras el Instituto Nacional de la Vivienda procedía a expropiar los terrenos que constituirían la primera fase, propiedad del Consistorio vallisoletano y de algunos particulares. Era 1961.

Aunque la información de El Norte de Castilla aseguraba que la zona albergaría más de 7.500 viviendas, lo cierto es que el proyecto original, tramitado como plan parcial y aprobado por Orden Ministerial de 26 de octubre de 1963, contemplaba la edificación de 6.442 y una densidad de 139 viviendas por hectárea. Finalmente, sin embargo, sería modificado a la baja y contemplaría la construcción de 4.421 viviendas y una densidad de 75,45 viviendas por hectárea.

Es posible, como apunta García Cuesta, que las reticencias de los promotores ante la estricta normativa urbanística de la zona, menos ventajosa para sus intereses que la vigente para el resto de la ciudad, estuvieran detrás del retraso del proyecto, ya que hasta 1969 no se aprobaron las primeras licencias. Factor que corrobora Basilio Calderón cuando señala que la reducida densidad aprobada en el plan parcial «resultaba poco atractiva para los promotores inmobiliarios, ya que en estos años estaban construyendo con mayor aprovechamiento y rentabilidad en otros barrios ya consolidados de la ciudad».

Y es que dicha normativa establecía, además, la forma y tamaño de los edificios, las condiciones de las viviendas y las características de los espacios libres. De ahí la gran homogeneidad de la Huerta del Rey en la tipología constructiva. Con todo, a partir de 1969 se produce un fuerte y rápido desarrollo de la zona, que culminará en la década posterior. Ya lo presagiaba Hernández Higuera en su reportaje al señalar, en agosto de 1965, el «extraordinario interés» que había despertado el nuevo polígono residencial «para construir inmuebles con carácter oficial o particular»; «a pesar de la inmejorable situación de los mencionados terrenos, sus precios son muy bajos», apuntaba el periodista.

Los profesores Calderón y Delgado Urrecho lo explican a partir, en primer lugar, de las excelentes condiciones que presentaba, tanto para promotores (espacio diáfano, sin construcciones preexistentes ni impedimentos técnicos) como para residentes (nuevo espacio inalterado, con trazado viario nuevo y abundantes espacios libres).

A ello habría que unir el ascenso de determinados grupos sociales dispuestos a salir de las zonas degradadas del centro urbano. Es el caso, sobre todo, de los funcionarios, que acogen con entusiasmo la propuesta de cooperativas que ofrecen promociones de viviendas de notable calidad y amplio tamaño.

Finalmente, la revisión, en 1968, de la legislación en materia de protección oficial incrementó las ventajas para promotores y compradores. De este modo, a lo largo de la década de los 70 se completa todo el espacio urbano destinado a uso residencial con la construcción de 51 promociones que conforman un total de 4.271 viviendas. Salvo las 22 destinadas a viviendas de renta limitada, el resto de la Huerta del Rey sería ocupada, fundamentalmente, por clases medias y altas que abandonan el centro histórico y su periferia inmediata en procura de espacios a salvo de la intensa degradación urbanística.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El refugio de las clases medias vallisoletanas en Huerta del Rey