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El Valladolid desaparecido

La Real Casa de la Moneda, la primera de España

El 14 de julio de 1893 un incendio destruyó prácticamente todo el edificio, reconvertido por entonces en depósito municipal de bombas de incendios

Sonia Quintana

Valladolid

Miércoles, 26 de octubre 2022, 00:03

El primer intento en Valladolid de creación de una ceca (sello que identifica el derecho de acuñación de la moneda de curso legal) fue en torno a 1460, de manos de Enrique IV. Tuvo unos 118 empleados. Pero no fue hasta un siglo después, el ... 2 de julio de 1552, cuando Felipe II otorgó a la ciudad el privilegio de albergar una Casa de la Moneda para acuñar oro, plata y cobre; la primera en España. El edificio se construyó en la calle San Lorenzo, junto a la iglesia. Constaba de planta baja y dos alturas. Sobre la puerta del pórtico, entre dos columnas de orden corintio, podía leerse: Real Casa de la Moneda, en una inscripción acompañada del escudo de las armas reales.

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Hasta el siglo XVII en Valladolid se acuñaron y resellaron monedas de vellón. El 30 de octubre de 1661 se prohibió acuñar vellones a martillo para empezar a acuñarse vellones a molino. Felipe IV otorgó entonces una nueva concesión a Valladolid y, en 1662, se instaló en la ciudad una ceca que acuñaba con molinos (rodillos). Teniendo como tesorero a Ambrosio Donis, marqués de Olivares de Duero, quien consideró que la nueva maquinaria no se podía instalar en los locales de la calle San Lorenzo -el edificio había sufrido varias inundaciones y percances a lo largo de su historia-, se buscó un nuevo emplazamiento. La calle Zurradores (hoy Panaderos), cerca de la Plaza de España, fue el lugar elegido. La nueva Casa de la Moneda de Valladolid comenzó a operar el 17 de septiembre de 1662, aunque su funcionamiento apena duró dos años. El 14 de octubre de 1664 una nueva pragmática puso fin también a este tipo de acuñaciones.

El primitivo edificio de la calle San Lorenzo pasó a ser cárcel de mujeres, hasta que el penal se trasladó a Alcalá de Henares. Después, el Ayuntamiento se hizo cargo del edificio dedicándolo a Cárcel de la Ciudad y, con posterioridad, se le dio el uso de depósito municipal de bombas de incendios hasta que el 14 de julio de 1893 un incendio prácticamente lo destruyó. Los restos que quedaron fueron derribados y se construyeron sobre el solar distintos almacenes y talleres.

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