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Las primeras noticias sobre su existencia datan del siglo XIV en la 'Crónica de Alfonso Onceno', crónica real que relata la vida y obras del rey Alfonso XI de Castilla (Salamanca, 1311-Gibraltar, 1350). Situada en la calle del Campo (Santiago), en su confluencia con ... las de la Boariza (Doctrinos) y Alfareros (Claudio Moyano), la Puerta del Campo, llamada así por dar acceso a la zona del Campo de Valladolid (solo existían fuera de ella huertas y tierras de labranza), se edificó cuando la segunda muralla de la ciudad alcanzó ese punto de la ciudad. Almenada y torreada, poseía un carácter defensivo -el rey Alfonso XI se la encontró varias veces cerrada en su visitas a Valladolid-. Junto con la situada en el Puente Mayor era una de las dos puertas principales de la villa.
Otros edificios desaparecidos
Sonia Quintana
Ya perdido su aspecto defensivo medieval, por su situación cerca del Camino de Madrid, en el siglo XVI fue el lugar de recepción de personajes ilustres. El 3 de mayo de 1565 la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, pasó por Valladolid en su camino a Francia. La ciudad adornó entonces la Puerta del Campo para darle la bienvenida oficial. Recubrió de madera sus dos caras, añadiendo un cuerpo de altura y dos corredores laterales que miraban al Campo Grande, transformando la Puerta en un arco decorativo. El encargado de esta obra ornamental fue el escultor Juan de Juni. La instalación de madera se recubrió con pinturas del italiano Benedetto Rabuyate, entre otros, que representaban a los Reyes y otros miembros de la familia real, además de temas mitológicos, alegóricos y alusivos a Valladolid.
Reducido su papel a elemento decorativo y arco triunfal -ya existían entonces edificaciones fuera de la muralla-, en 1589, ante la llegada de Felipe II a Valladolid, se pidió a Diego de Praves, maestro mayor de las obras de la villa, aderezar el tejado que estaba «muy feo» y hacer un remate nuevo. Para una nueva visita del rey, en 1592, se mandó «quitar los letreros que tiene y poner otros y pintarlos». En mayo de 1628 se formó una comisión «para aderezar y reparar el arco y torrecilla de la Puerta del Campo». Y ese mismo año se pidió al regidor de la ciudad, Francisco de Praves, que tanteara «lo que podía costar hacer dos imágenes y ponerlas en el Arco de la Puerta del Campo». No llegaron a realizarse ya que, en 1656, se adornó con dos lienzos con los retratos de Nuestra Señora de San Lorenzo (en la fachada norte) y el Arcángel San Miguel (en la fachada sur). Los lienzos fueron sustituidos siglos después por esculturas.
Ceñido ya a las edificaciones colindantes, cubriendo toda la anchura de la calle, se decoró por última vez en 1861 para la visita de Isabel II a la ciudad. En 1864 se clamó por su derribo: «No hay nada más detestable y de peor aspecto que este celebérrimo monumento». En junio de ese mismo año se aprobó su demolición, pidiendo al Arzobispado que se hiciera cargo de las imágenes. La de la Virgen se cuenta que la conservó un particular; la del Arcángel San Miguel, por aquel entonces patrón de Valladolid, se instaló en la Iglesia de Santiago, donde permanece en la actualidad. El arco comenzó a derribarse el 29 de agosto de 1864 y el 14 de septiembre ya no había ni rastro de su existencia.
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