![Piedra sobre piedra: un nieto de banquero convertido en marqués](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201912/17/media/cortadas/fabionelli1-k7KE-U90976478243Yf-624x385@El%20Norte.jpg)
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Cada edificio lleva entremetida en sus costuras al menos una historia: la del palacio renacentista de Fabio Nelli muestra con grandilocuencia la de su dueño original. En pie desde el siglo XVI, sus propietarios provenían de un linaje italiano rico, con negocios de banca y ... muy pagado de su origen noble. Cuando el nieto de Fabio logró que el rey le nombrara marqués de la Vega de Boecillo, éste lo plasmó en la orgullosa residencia, con el añadido de su escudo en la fachada. A día de hoy, el bello palacete se revela como un importante exponente del arte civil vallisoletano. Además, atesora más historias que la suya propia, gracias a que en los años sesenta se instalaron en él las colecciones de Bellas Artes y Arqueología del Museo Arqueológico de la provincia, hoy llamado Museo de Valladolid.
Fabio Nelli (1533-1611) nació en el centro de la ciudad y mandó erigir su palacio en 1576. Hijo del acaudalado sienés Alfonso Nelli y de la noble Damiana de Espinosa, el propietario vivió durante años en Sevilla, pero volvió más enriquecido y llegó a conocer la Valladolid capital y cortesana. El imponente edificio clasicista en el que habitó revitalizó la zona, pero también mandó un mensaje de poder y distanciamiento hacia los que lo observaban. Simbolizaba esa voluntad de Nelli de reivindicarse como ciudadano importante y diferenciar su posición social.
Cerca de 20 años tardó en finalizarse la construcción, debido a contratiempos, interrupciones y a un efervescente momento inmobiliario, además de a la evolución de las aspiraciones de Nelli, que pretendía equipararlo en suntuosidad al Palacio Real. Así, en su construcción intervinieron el prestigioso cantero Juan González de la Lastra; pero también el arquitecto y escultor Francisco de la Maza, que estuvo a cargo de la escalera claustral y del patio; o el arquitecto Pedro de Mazuecos 'El Mozo', a quien se le debe la fachada, tras descartar las ideas de Diego de Praves.
Precisamente la fachada aparece flanqueada por sendas torres y corona la entrada con frontón partido y un arco de triunfo romano que recalca aún más el poderío buscado, rematado también por la frase 'Soli deo honor et gloria' (Solo a Dios [debo] honor y gloria).
Una representación de Baco, querubines, angelotes o 'putti' ('niños') y motivos frutales remarcan el gusto italianizante del edificio. A medida que se avanza se descubren arcos de medio punto en el patio -que es de tres lados, el cuarto es un muro- y capiteles corintios.
Como Fabio Nelli tan solo tuvo hijas, Damiana y Leonor, constituyó un mayorazgo para que le heredase su primogénita. No obstante, Damiana murió tres años después de convertirse en señora del palacio. El inmueble permaneció en manos de la familia hasta el siglo XVIII. Después de compras, ventas y alquileres a obispos, o el paso de las tropas francesas durante la Guerra de Independencia Española, llegaría a manos del Estado, que pensó primero en transformarlo en instituto para niñas. Se inclinó al final por convertirlo en Museo Provincial de Antigüedades. Tal museo precedería al arqueológico, en 1968, y este a su denominación actual.
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