Borrar

Personajes de Valladolid: El Empecinado

Juan Martín Díez, héroe de la Guerra de la Independencia Española, fue ensalzado por la mayoría de los periódicos del país

carla calvo

Valladolid

Martes, 3 de septiembre 2019, 07:18

  1. 1

    De labrador a militar

    Retrato de Juan Martín Díez, réplica de Goya por Martínez Cubells.

    Juan Martín Díez, El Empecinado, nació en el municipio vallisoletano de Castrillo de Duero en 1775. Su mote no hace referencia a su carácter, sino al lodo negro que suelen arrastrar los ríos y que se conoce como pecina. Esto se debe a que a los habitantes de Castrillo se les llamaba despectivamente 'empecinados' porque en el río Botijas abundaba este tipo de lodo. Hijo de un campesino acomodado, durante sus primeros años fue labrador, pero desde joven tuvo vocación militar y a los 18 años se enroló en la Guerra del Rosellón.

  1. 2

    Plantar cara a Napoleón

    Napoleón cruzando los Alpes (1801), de Jacques-Louis David.

    En 1796 se casó con Catalina de la Fuente y se mudó a la localidad burgalense de Fuentecén, de donde era natural su esposa. Allí estuvo trabajando como agricultor hasta que en 1808 el ejército de Napoleón invadió España. Según cuentan, decidió combatir la invasión cuando una muchacha del pueblo fue violada por un soldado francés. Así organizó un grupo de guerrilleros compuesto por amigos y miembros de su propia familia que combatieron en varias guerrillas. Más tarde luchó en las filas del ejército español en los inicios de la Guerra de la Independencia Española en el puente de Cabezón de Pisuerga y en Medina de Rioseco. Después de que fueran derrotados, se dio cuenta del error que suponía luchar en campo abierto, por lo que optó por desgastar a su adversario a través de las guerrillas.

  1. 3

    El éxito de las guerrillas

    Levantamiento del 2 de mayo en Madrid. Óleo de Joaquín Sorolla.

    Organizó partidas de guerreros que hostigaron a los franceses con pequeñas acciones rápidas que dificultaban las comunicaciones. Comenzó sus acciones bélicas en Aranda de Duero, Sepúlveda, Pedraza y la cuenca del río Duero, que resultaron exitosas. En 1809 fue nombrado capitán de caballería y su campo de acción se extendió hacia Ávila y Salamanca, para seguir por las provincias de Cuenca y Guadalajara. Sus acciones le causaron tanto daño al ejército napoleónico que incluso nombraron a un general como su «perseguidor en exclusiva». Sin embargo, ni siquiera así fueron capaces de capturarlo y optaron por detener a su madre y algunos familiares. La respuesta del Empecinado no fue la que esperaron, ya que recrudeció sus acciones militares y amenazó con fusiliar a cien soldados franceses que estaban prisioneros, por lo que los rehenes fueron puestos en libertad.

  1. 4

    Destierro a Valladolid

    Batalla de Vitoria (1813), obra de Augusto Ferrer Dalmau.

    Debido a todas sus hazañas el Empecinado se convirtió un héroe popular. Los periódicos se hicieron eco de sus ofensivas, recogiendo todos los episodios de este guerrillero. Como reconocimiento de sus méritos le concedieron el grado de general y en 1814 se le otorgó el derecho de firmar como 'El Empecinado de forma oficial. Cuando los franceses fueron derrotados y el rey Fernando VII regresó a España, restaurando así el absolutismo, el Empecinado se declaró partidario del liberalismo y reclamó al rey que aceptase la Constitución. Fue desterrado a Valladolid al ser considerado un «enemigo liberal» del rey. En 1820 volvió a las armas para unirse al levantamiento de Riego en contra de las tropas realistas. Se dice que el rey Fernando VII intentó que el Empecinado se adhiriese a su causa, ofreciéndole una gran cantidad dinero e incluso un título nobiliario, pero se negó alegando que había jurado la constitución y jamás cometería la infamia de faltar a su juramiento.

  1. 5

    El Trienio Liberal

    Retrato del rey Fernando VII de Francisco de Goya.

    Cuando la Constitución volvió a ser puesta en vigor durante el Trienio Liberal, se le encomendaron cargos en la administración como gobernador militar de Zamora y después como Capitán General. Volvió a participar en la resistencia contra las tropas del rey que intentaban acabar con la experiencia liberal española, pero el rey Fernando VII acabó venciendo y en 1823 el Empecinado se exilió en Portugal. Al año siguiente, habiendo sido declarada la amnistía, pidió volver a España sin peligro y el permiso le fue concedido. Aún así cuando regresó a su tierra junto con su escolta de 60 hombres fue detenido. Tanto él como sus hombres fueron llevados presos a Nava de Roa, donde se les encerró en un antiguo torreón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Personajes de Valladolid: El Empecinado