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Las llamas destruyeron el archivo viejo de la Chancillería la noche del 24 de julio de 1979. ARCHIVO MUNICIPAL
Pavoroso incendio en la Real Chancillería

Pavoroso incendio en la Real Chancillería

El 24 de julio de 1979 las llamas engulleron el edificio del viejo archivo, que hoy es Palacio de Congresos, poniendo en peligro a los enfermos del Hospital Clínico

Martes, 23 de julio 2019, 07:18

Fueron tres horas de verdadera angustia. Para todos los amantes del patrimonio histórico y documental, por supuesto, pero también para los enfermos alojados en el ala norte del Hospital Clínico y para los ancianos de la antigua Casa de Beneficencia. Aquella noche del 24 de julio de 1979, hace ahora 40 años, muchos se temieron lo peor. Las llamas estaban engullendo el «archivo viejo» de la Real Chancillería, emblema por excelencia del Valladolid moderno, y amenazaban con dejar en ruina el mismísimo Palacio de los Vivero. La imagen publicada en portada por El Norte de Castilla, con el fuego aún sin extinguir, reflejaba claramente esa preocupación.

«El archivo viejo de Chancillería ha quedado destruido por un incendio, que se inició a las nueve de la noche y que a la hora de redactar estas líneas aún no había sido totalmente extinguido, si bien estaba ya controlado», señalaba el periodista. De hecho, para controlar el fuego fue necesaria la presencia de bomberos procedentes de Medina del Campo, Palencia, Medina de Rioseco, Olmedo, Tordesillas y Villanubla, además de los grupos antiincendios de ICONA y FASA-Renault. Tan incontrolable se mostraba a primera hora, que muchos temieron que las llamas se extendieran hasta el depósito de oxígeno líquido del Hospital Clínico.

Ello hizo que fuera necesario trasladar al ala sur a todos los enfermos alojados en la zona norte, mientras que los 130 ancianos de la antigua Casa de Beneficencia, una vez acogidos en la nueva Residencia de Nuestra Señora del Carmen, terminaron siendo ubicados en la nueva Casa benéfica de la ciudad. El fuego se originó en el viejo archivo del siglo XVII, en el lugar que hoy ocupa el Palacio de Congresos 'Conde Ansúrez'. Edificio emblemático de la ciudad, había comenzado a dar servicio en 1682, albergando documentación de la Real Chancillería hasta su sustitución por el edificio actual; para alivio de todos los testigos de la catástrofe, dicha sustitución se había producido seis años antes, por lo que el viejo archivo ya no alberga documentación alguna.

Solar ruinoso

Y es que la situación de aquel amplio solar que hoy conforman el Archivo de la Real Chancillería, la Biblioteca 'Reina Sofía' (antigua Cárcel de la ciudad), el Palacio de los Vivero y el Palacio de Congresos 'Conde Ansúrez' (archivo viejo) era francamente desoladora. Sobre todo después de que la Audiencia Territorial de Valladolid, heredera de la antigua Chancillería, abandonara esa vieja sede para alojarse, a partir de los años 60, en el nuevo Palacio de Justicia de la calle Angustias: todo quedó abandonado y sin uso, incluido el Palacio de los Vivero. De modo que cuando el Ministerio de Justicia cedió la titularidad del enorme conjunto patrimonial a Cultura, aquel solar, antaño epicentro del protagonismo judicial de la ciudad del Pisuerga, terminó convertido en un enorme y desolador paraje. Al menos, en 1972 se culminó la construcción del nuevo edificio de la Chancillería para albergar toda la documentación.

El archivo viejo, por su parte, seguía totalmente abandonado. Tanto, que en su interior solían acampar pobres y vagabundos acostumbrados a encender hogueras. Lo más probable es que esa fuera la causa del pavoroso incendio del 24 de julio de 1979, aunque otros medios de comunicación hablaran de un grupo de niños a los que se vio jugando con fuego. Sea como fuere, lo cierto es que las llamas no pudieron ser controladas en su totalidad hasta las tres de la madrugada. La ciudadanía celebró que la documentación histórica no sufriera deterioro alguno, pues llevaba seis años en el nuevo edificio, y que los daños humanos fueran mínimos: se limitaron a quemaduras de primer grado en la mano derecha del bombero Andrés Villanueva y en la fractura de un dedo de la mano de Ricardo Torres, su compañero. Eso sí, fueron necesarios más de 80.000 metros cúbicos de agua para sofocar el incendio. Además, aunque las llamas no alcanzaron al archivo nuevo, una de sus paredes sufrió un acusado abombamiento a causa del calor, lo que obligó, posteriormente, a derrumbarla y repararla.

Últimas labores de extinción de los bomberos junto a la pasarela del Hospital Clínico. ARCHIVO MUNICIPAL

La importancia del patrimonio afectado era tal, que hasta el lugar del siniestro no tardaron en personarse urgentemente el gobernador civil de la provincia, el jefe superior de Policía, el delegado de Cultura, concejales del Ayuntamiento, miembros de la Policía Gubernativa, de la Policía Nacional y de la Policía Municipal, el alcalde, el presidente de la Diputación, miembros de la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico Artístico, funcionarios de la Delegación del Ministerio de Cultura y personal del Archivo de la Real Chancillería, prestos a colaborar en las tareas de extinción. Al día siguiente, la directora del Archivo, Soledad Arribas González, agradeció por escrito a las autoridades y diversos Cuerpos de Bomberos su colaboración y eficacia en la extinción del incendio.

Por su parte, el edificio del archivo viejo, que había quedado completamente destruido por el fuego y era propiedad de la Universidad, culminó su rehabilitación a principios de los años 90, tras las obras dirigidas por José María Pérez 'Peridis'. Convertido en el Palacio de Congresos 'Conde Ansúrez', fue inaugurado como tal en septiembre de 1993.

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