El Valladolid desaparecido
Edificado en el siglo XVI, el Palacio Gardoqui o del conde de Fontanar fue en el siglo XIX uno de los mejores inmuebles señoriales de Valladolid. Residencia familiar en el siglo XVIII de María Simona Francisca Damiana Josefa Gardoqui Orueta, hija de Diego de Gardoqui ... y Arriquibar, primer embajador de España en Estados Unidos, y su marido (y primo), Cesáreo de Gardoqui Orueta Arriquibar; fue la nuera de la pareja, Hipólita Fernández de Castro, viuda de Manuel Gardoqui Gardoqui, a mediados del siglo XIX, quien mandó realizar las reformas cuyo resultado fue el señorial palacio que ocupaba el solar sobre el que se levantó, en 1969, el entonces Hotel Meliá, hoy Olid.
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La casa, situada en la llamada plazuela de San Miguel, tenía «habitaciones suntuosas y elegantes, teniendo todas las condiciones necesarias para ser ocupadas por personas elevadas. Reconociéndolo así la municipalidad, acordó designarla para hospedage de las personas reales que transiten por la población y relevarla de la carga de alojamientos militares, a lo cual debe el honor de haber hospedado al rey a su paso de Galicia para la corte el año de 1842», según dejo recogido Pascual Madoz en su 'Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España'.
Los primeros moradores del palacio de los que se tiene constancia fueron miembros de la familia del conde de Benavente, quien tenía su palacio en la cercana Plaza de la Trinidad. Cristóbal de Benavente de Benavides, embajador de Felipe IV en Venecia y en Francia y I conde de Fontanar, vivió en él con su mujer Leonor Nelli de Rivadeneira, segunda hija del banquero Fabio Nelli, y sus cinco hijos. En aquella época el edificio se conocía como Palacio del conde de Fontanar. Su abuelo, Cristóbal de Benavente, tras su regreso a España después de años como fiscal de la Audiencia de México, había adquirido esta propiedad en 1552. «Las casas junto a San Miguel, que lindan con casas de Francisco de Espinosa, por la parte del hospital de la Misericordia y por la otra parte con casas de Zanudio alguacil, y por detrás con corrales de Hernando de Vega y por delante con la iglesia de San Miguel». La casa principal siguió habitada por miembros de esta familia hasta mediados del siglo XVIII.
Durante años el inmueble fue cambiando de propietarios hasta que en el siglo XIX lo adquirió, por 64.000 reales, Cesáreo de Gardoqui Orueta Arriquibar, intendente general del Ejército y alcalde de Valladolid, quien antes de comprarlo estuvo viviendo en él de alquiler desde 1804. En manos de este propietario pasó a conocerse como Palacio Gardoqui. En la década de los años sesenta del siglo XX se llevó a cabo su derribo sobre cuyo solar se edificó más tarde el Hotel Melia, hoy Olid.
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