Un palacio del siglo XVI sede de Cortes Generales y consejos reales, convertido en Biblioteca Pública
Valladolid, piedra sobre piedra ·
El Palacio de los Condes de Benavente en Valladolid, se encuentra en la plaza de la Trinidad junto a la iglesia de San Nicolás, y fue uno de los palacios más importantes de toda la ciudad
SARA BECERRO ALONSO
Martes, 3 de noviembre 2020, 07:29
El IV conde y I duque de Benavente Don Rodrigo Alfonso Pimentel, adquirió el día 4 de mayo de 1475 -por 240.000 maravedís-, una gran extensión de terreno que se situaba al noroeste de Valladolid, con intención de edificar su casa palacio. ... La construcción comenzó en 1515, de lo que más tarde sería el Palacio de los Condes de Benavente en la ciudad, uno de los palacios más importantes del siglo XVI.
Perteneció a los condes hasta 1799, año en el que fue adquirido por el Ministerio de la Guerra, decidiendo más tarde que fuera utilizado como sede del Hospicio de la ciudad y llevándose a cabo las reparaciones necesarias para su acondicionamiento. A comienzos de los años 90 fue rehabilitado de nuevo para convertirse en la actualidad en sede de la Biblioteca Pública de Castilla y León en Valladolid.
Historia
Este palacio del siglo XVI se encuentra en la plaza de la Trinidad junto a la iglesia de San Nicolás y, actualmente está destinado como Biblioteca Pública de Castilla y León.
Hacia el año 1515 comenzó su construcción, en la que intervino el cantero García de Entrambasaguas, y sus obras concluyeron cinco años después, en 1520. En su origen tuvo carácter de fortaleza pero su vocación, era de palacio real. En aquel momento, el entonces Conde de Benavente, también encargó la construcción de algunos jardines y estanques pero nunca llegaron a realizarse.
El proceso de construcción, provocó violentas críticas entre el vecindario vallisoletano que temía que se edificase realmente una fortaleza que podría perjudicar los intereses de la población convirtiendo a su propietario en un auténtico señor feudal. Por ello, se originó una minuciosa investigación con la intención de averiguar si los temores eran fundados y en 1519 los regidores comenzaron su informe y establecieron comparaciones con otras casas importantes de la población. El corregidor solicitó que el Conde de Benavente no hiciese torres ni cubos aunque finalmente, edificó el torreón de planta cuadrada y 16 metros de lado y, pudo finalizar su casa.
En 1842, el torreón desapareció y se utilizaron entonces sus materiales en la construcción del fuerte de San Benito. Se trataba del edificio privado más grandioso de todos los que se levantaron en Valladolid durante el siglo XVI y el que disponía de mejores vistas por su situación próxima al río.
Construcción
Este imponente palacio, es una de las construcciones más importantes de la época en la ciudad: en 1523 el embajador veneciano Andrea Navagiero escribe en su diario de viaje que entre las muchas casas que la nobleza poseía en Valladolid destacaba «sobre las demás, el palacio de Benavente, recientemente construido», calificándole de una belleza que impresiona.
La fachada principal conserva actualmente la gran portada, -descentrada-, de acceso. Está realizada en piedra, con un arco de medio punto, enmarcada en un alfiz de modulación renacentista y, flanqueada por los escudos de los Pimentel Condes-Duques de Benavente rodeados de laúreas. Las esquinas del edificio, están rematadas con torres y en la parte posterior se encontraba el jardín sobre el que había un mirador o galería. Sus dimensiones aumentaron por la falta de ornamentación exterior y la sensación de severidad, ya que el único elemento destacado era la puerta principal.
La planta baja se estructura en torno a dos patios: el principal es columnado y renacentista, y el otro, se construye en forma circular y con cubierta semiesférica. En el centro, como es habitual en estos palacios, se sitúa la escalera principal de comunicación y ambos patios están separados por la crujía en la que se alojaba esta escalera principal y la capilla, con una organización en planta muy similar a la que años después se emplearía en el Alcázar de Madrid.
Actualmente, todo el interior está adaptado al nuevo uso y funciones de este conjunto palaciego, con materiales actuales, hormigón prefabricado, cubiertas de cristal, elementos metálicos, etc.
Sus cimientos, por la parte de la plaza de San Quirce, poseen tan solo media vara de ancho y las troneras o lumbreras servían para dar luz a las bodegas. Disponía de oratorio; una importante armería presidida por la estatua de Hércules; y de otras estancias como la librería, la pieza del juego de trucos, el salón de comedias, el aposento del Nacimiento, la botica, etc. En su extenso jardín, existía una gruta con nichos en los que se alojaban esculturas mitológicas.
El Palacio se completó con la creación de un parque que se extendía hasta el río en el que embarcarse para pasar a la Huerta del Duque de Lerma. Se dotó de arcas para la conducción de agua y a este nuevo espacio se accedía mediante tres puertas. Su cerramiento, se completaba con tapias levantadas desde la pared.
Sede de Cortes Generales y residencia real
Este gran edificio se construyó como Palacio de los Condes de Benavente en Valladolid, y en ella falleció el propio Alonso Pimentel, V conde y II duque de Benavente, el jueves 23 de junio de 1534 y desde entonces, a magnificencia y tamaño del edificio le hizo convertirse con frecuencia en palacio real.
En su interior, en 1555, se celebraron las Cortes Generales y durante la primera visita que hizo Felipe II, en 1559 a su Valladolid natal después de su proclamación como rey, se alojó en él. También lo hizo Felipe III hasta que se trasladó al palacio que perteneció a Don Francisco de los Cobos, enfrente del convento de San Pablo, y allí, también dió a luz la reina Dª Margarita de Austria a las infantas Dª Ana Mauricia en 1601 -que sería la futura reina de Francia-, y a Dª María en 1604. En este palacio, también se instalaron los reales Consejos y los príncipes de la casa de los Saboya.
Lo habitó también Don Juan Alfonso Pimentel de Quiñones, VIII conde y V duque de Benavente al regresar de Nápoles de desempeñar su virreinato el 17 de septiembre de 161; y fue la residencia habitual de de otros duques como el VII, Don Juan Francisco, muerto en Valladolid en 1652; o el IX, Don Francisco Casimiro y el X, Don Antonio Francisco.
Viviendo el X duque de Benavente con su segunda esposa Dª María Felipa de Horns y toda su familia en julio de 1716 se incendió el edificio por segunda vez -el primer incendio fue en 1667-, y en el siniestro fallecieron tres personas. La voracidad del fuego duró hasta la media noche y se quemó toda la vivienda que mira al lado de San Quirce y también la fachada del palacio. Tras este incidente, se practicaron periódicamente reparaciones para su conservación.
Además, en esta casa también se guardaba una de las colecciones pictórica y escultórica más importantes con originales del Bosco, de Tiziano, de Barocci, del Greco, de Caravaggio o de Rubens, entre otros; y esculturas de las que sobresalían bustos de alabastro, mármol y bronce además de las que representaban en mármol a Venus, Diana cazadora, Hércules, Apolo o Baco. Su destino es desconocido aunque se da por supuesto que algunas desaparecerían en el primer incendio que padeció el edificio acaecido en 1668 y otras, en el posterior de 1716. El resto, se integrarían en la importante colección que reunieron los duques de Osuna, en los que recayó la casa al finalizar el siglo XVIII.
Después de los dos devastadores incendios que sufrió el Palacio y en los que se perdió buena parte del edificio, entró en desuso hasta que, ya en el siglo XVIII, se destinó al asilo de niños expósitos. En 1801 lo adquirió la Diputación de Valladolid para emplearlo como Hospicio hasta la década de los años 1970.
En 1982 la Diputación cedió el edificio al Ministerio de Cultura, que lo empleó para biblioteca pública, tras un proceso de reconstrucción y rehabilitación operado en el edificio en ruina, al objeto de recuperar y potenciar su tipología original. Desde 1990 es sede de la Biblioteca Pública de Castilla y León.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.