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Vallisoletana de nacimiento, María Alfonso de Meneses, quien ha pasado a la Historia como María de Molina, reina de Castilla y León, nació alrededor de 1260 en el entorno del Monasterio de Santa María de Palazuelos, en las proximidades de Corcos de Aguilarejo. Su madre, ... Mayor Alfonso de Meneses, está enterrada en ese monasterio. Hija del infante Alfonso de Molina, hermano de Fernando III, y de su tercera esposa, María contrajo matrimonio con su primo el rey Sancho IV, 'el Bravo', hijo de Alfonso X el Sabio y Violante. La pareja asentó su palacio en Valladolid, donde a la reina le gustaba pasar largas temporadas. En esta ciudad nacieron dos de sus siete hijos: Alfonso, en 1287, y Pedro, tres años después.
El palacio estaba situado fuera de la primera muralla de la villa y ocupaba los terrenos que hoy abarca el recinto del colegio de las Huelgas Reales (por el número 1 de la calle Estudios). De la construcción original se conservan únicamente restos de un friso con yeserías (conservado en el interior del monasterio) y la torre de la puerta principal, presidida por un arco ojival y entrada con la tradicional forma de recodo de la arquitectura islámica. A la muerte del rey Sancho, en 1295, se desataron disturbios en Castilla y hubo que reconvertir el alcázar en un palacio fortificado. De ahí los restos de esa puerta, que comunicaba el palacio con la ciudad. En 1328, siete años después de la muerte de su abuela, su nieto, Alfonso XI 'el Justiciero' asaltó la ciudad y dio orden de quemar el palacio, respetando únicamente el enterramiento de su abuela, en el interior de la iglesia del monasterio para el que la reina había cedido varios años antes parte de las dependencias palaciegas.
Otros edificios desaparecidos
Sonia Quintana
Sonia Quintana
En parte de este alcázar creció el monasterio femenino de la orden cisterciense que había sido fundado por Sancha, hermana de Alfonso VII, para el que la reina, en 1320, un año antes de morir, hizo donación a su abadesa de algunas estancias del palacio, adquiriendo la comunidad el compromiso de orar por su esposo, el rey Sancho; su hijo Fernando; su nieto Alfonso y por ella misma.
La torre-puerta del palacio de María de Molina, benefactora de Valladolid, es el único elemento mudéjar que se conserva en la ciudad. De planta rectangular, sus medidas son de aproximadamente 9,40 metros por 7,45 metros. Tiene exentas sus cuatro caras. A partir de 1579 se renovó la iglesia y las dependencias conventuales. El palacio se cedió para construirse el actual Monasterio de las Huelgas Reales. Nada queda tampoco del tempo inicial.
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