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Detalle de la portada de la edición de 1526 de las Sergas de Esplandián. EL NORTE
Un medinense inventó California

Un medinense inventó California

Garci Rodríguez de Montalvo, autor del topónimo, lo incluyó en su continuación del 'Amadis de Gaula' como una isla poblada por amazonas guerreras

Martes, 9 de noviembre 2021, 07:17

«Sabed que a la diestra mano de las Indias ovo una isla llamada California mucho llegada a la parte del paraíso terrenal, la cual fue poblada por mujeres negras sin que algún varón entre ellas oviesse, que casi como las amazonas era su estilo de vivir; estas eran de valientes cuerpos y esforçados y ardientes coraçones, y de grandes fuerças». El pasaje, recogido en las 'Sergas de Esplandián', ha pasado a la historia porque en él se cita por primera vez el topónimo «California». Su autor era un medinense célebre que refundió el famoso libro de caballerías 'Amadís de Gaula'. Se llamaba Garci Rodríguez de Montalvo y habría nacido en torno al año 1445.

Hijo de Juan Gutiérrez de Medina y de Beatriz de Bovadilla y Daça, las pocas notas biográficas que sabemos sobre él, investigadas en su mayoría por Nicasio Salvador Miguel, indican que era miembro del importante linaje de los Pollino de Medina del Campo, localidad en la que nació y de la que fue regidor. Garci Rodríguez de Montalvo pertenecía a la pequeña nobleza de la época y, gracias al oficio de su padre, que fue recaudador del rey Juan de Navarra, pasó parte de su infancia y adolescencia en tierras navarras y aragonesas, por lo que es muy probable que entablara relación con Fernando, el futuro rey católico.

Muy aficionado a la caza y a las letras, era un lector voraz que, según escribió él mismo, deseaba pasar a la posteridad con sus escritos. El hecho de que perteneciera al grupo de caballeros ciudadanos o urbanos, dispuestos a servir a los reyes como jinetes en un conflicto armado, explica su gran afición por el estamento cabelleresco. Una circunstancia que también explicaría, en parte, su fama como refundidor del 'Amadís de Gaula', uno de los libros de caballerías más importantes de la época, al que en 1510 añadió un quinto ejemplar titulado las 'Sergas de Esplandián', libro en el que narra las aventuras del hijo primogénito de Amadís y de la princesa Oriana.

Pero las 'Sergas' también han pasado a la historia por ser en ellas donde se menciona por primera vez el topónimo «California». Se trataba, en efecto, de una isla imaginaria que Rodríguez de Montalvo ubicaba «a la diestra mano de las Indias (...) muy llegada a la parte del Paraíso Terrenal», y que estaría poblada por mujeres de piel morena, aguerridas y fuertes guerreras que vivirían a la manera de las amazonas: «Las sus armas eran todas de oro, y también las guarniciones de las bestias fieras en que, después de las aver amansado, cavalgavan; que en toda la isla no había otro metal alguno. Moravan en cuevas muy bien labradas. Tenían navíos muchos en que salían a otras partes a hazer sus cabalgadas; y los hombres que prendían llevávanlos consigo, dándoles las muertes que adelante oiréis».

Portada y primera página de la edición de 1531 del Amadís de Gaula. EL NORTE

En efecto, Rodríguez de Montalvo imaginó una isla paradisíaca habitada por amazonas cuyas costumbres se asemejaban a las descritas por los mitos griegos, pues, junto a la predilección en la descendencia de la línea materna, recurrían a la eliminación de los niños varones. Además, tenían por costumbre montar hipogrifos, animales carnívoros que se alimentaban con los cuerpos de los hombres extranjeros y de los pequeños que, una vez paridos, desechaban. Gobernada la isla por la reina Califa, ésta habría acudido, junto con su ejército de amazonas, a la llamada del rey de Persia para arrebatar Constantinopla a los cristianos. Sin embargo, vencida por la habilidad de Amadís y seducida por Esplandián, habría terminado abrazando el cristianismo y convirtiéndose en aliado decisivo para la salvación de Constantinopla.

Según algunos autores, para construir esa California imaginada, el medinense habría recurrido a varias fuentes: autores clásicos, la 'Chanson de Roland', que ya hablaba de un legendario país denominado Califerne, y, sobre todo, las primeras noticias de los viajes de Cristóbal Colón, pues en 'Los cuatro viajes del Almirante y su testamento' puede leerse: «De la isla de Matinino dijo aquel indio que era toda poblada de mujeres sin hombres, y que en ella hay mucho tuob, que es oro o alambre, que es más al este de Carib». El éxito de las 'Sergas de Esplandián', refrendado por las numerosas ediciones, animó sin duda a los conquistadores a buscar las Amazonas del reino de California, puesto que el medinense las ubicaba en las «Indias» recién descubiertas. De hecho, el río Amazonas deberá su nombre a los avistamientos que se creyeron hacer por sus alrededores de las famosas guerreras, y la actual California remitirá a la isla que imaginó Rodríguez de Montalvo.

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