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Antonio Machado en un lienzo de Joaquín Sorolla. El Norte
José María Palacio, el amigo vallisoletano de Antonio Machado

José María Palacio, el amigo vallisoletano de Antonio Machado

Historias de aquí ·

«Palacio, buen amigo, está la primavera» A. Machado. Así reza el epitafio de una tumba en el cementerio del Carmen de Valladolid

Jesús Anta

Valladolid

Jueves, 8 de diciembre 2022, 00:05

«Palacio, buen amigo, está la primavera» A. Machado. Así reza el epitafio de una tumba en el cementerio del Carmen de Valladolid. Son las seis primeras palabras de un largo poema que el poeta Antonio Machado dedicó a su amigo José María Palacio Girón, que es quien yace en la tumba. La primera estrofa de ese poema, considerado una de las mejores elegías de poesía funeral en lengua castellana del siglo XX, dice: «Palacio, buen amigo, / ¿está la primavera, / vistiendo ya las ramas de los chopos / del río y los caminos? En la estepa / del alto Duero. Primavera tarda, / ¡pero es tan bella y dulce cuando llega! …» Un poema que pasó a formar parte de su libro 'Campos de Castilla'. Fechado en Baeza el 29 de abril de 1913, en realidad es una carta en la que Machado le pedía a Palacio que subiera al cementerio soriano del Espino y llevara unas flores al panteón de su esposa, Leonor Izquierdo Cuevas, que había fallecido el 1 de agosto de 1912 a los 18 años de edad.

El poema, tal como relata el investigador Jesús Rubio Jiménez en su libro titulado «José María Palacio Girón. Un regeneracionista aragonés en Castilla», «se ha convertido con el correr de los años en uno de los más apreciados del poeta por los lectores, los críticos y los historiadores de la literatura española».

José María Palacio mantuvo una profunda amistad con Machado, sobre el que escribió una docena de artículos. A él se refería como «mi excelente amigo», y le calificó de «hombre de una generosidad y una bondad sin límites».

Palacio nació el 18 de enero de 1880 en Rasal, un municipio oscense, por lo tanto, la fecha de nacimiento (1883) que se indica en la tumba de Valladolid es errónea. Error que se debe a que en el certificado de defunción se indica que tenía 53 años, cuando en realidad había cumplido 56.

Estudió Magisterio en Huesca. En 1901 ganó unas oposiciones para la Sección de Montes de la Diputación Provincial de Soria, y en 1919 las de profesor en la Escuela Normal de Maestros. En la capital soriana llevó a cabo una intensa actividad social e implicación en organizaciones humanitarias. Allí casó en octubre de 1907 con la joven Heliodora Acebes, prima de Leonor Izquierdo futura esposa de Antonio Machado.

El poeta había llegado a Soria en el otoño de 1907 para tomar posesión de la cátedra de Francés en el Instituto General Técnico y se alojó en la pensión que desde diciembre de ese año comenzaron a regentar los padres de Leonor.

El lazo familiar entre Machado y Palacio les llevó a una pronta y profunda relación por sus afinidades de temperamento e inquietudes intelectuales. Tanto que incluso crearon el periódico El Porvenir Castellano, cuya primera publicación vio la luz el 1 de julio de 1912, exactamente un mes antes del fallecimiento de Leonor la esposa de Machado.

Imagen principal - José María Palacio, el amigo vallisoletano de Antonio Machado
Imagen secundaria 1 - José María Palacio, el amigo vallisoletano de Antonio Machado
Imagen secundaria 2 - José María Palacio, el amigo vallisoletano de Antonio Machado

De la descendencia que tuvo el matrimonio Palacio-Acebes, dos hijas fallecieron tempranamente, por lo que a Machado, que había perdido a su joven mujer, le consideró «un hermano en el dolor». Sobrevivieron tres hijas y un varón.

Desde los quince años comenzó a colaborar en diversos periódicos nacionales y extranjeros. Una obra que suma de largo el millar de artículos. Lógicamente, los primeros se publicaron en el Diario de Huesca y el Heraldo de Aragón. Según un estudioso de su vida, Martínez Laseca, «produjo una extensa obra que ha quedado sepultada en el olvido, salvo los artículos rescatados por investigadores machadianos que testimonian su relación con el poeta y con su esposa».

En sus escritos, Palacios aborda la situación de Castilla, su atrasada economía, la precaria infraestructura de la educación pública, la carencia de infraestructuras, las duras condiciones de vida de la región y su maltratado devenir histórico, así como el fenómeno de la emigración a América. Por estas razones, cuantos han abordado la figura de Palacio lo califican de regeneracionista activo y comprometido.

A petición propia, en junio de 1922 obtiene plaza en Valladolid para trabajar en la División Hidrográfica del Duero, donde alcanzó la dirección de la Jefatura de Aguas. Y en diciembre también tomó posesión de su puesto en la Escuela Normal de Maestros, por lo que aquel año vino a vivir a Valladolid con toda su familia.

Su trayectoria periodística y su magisterio se conocían en Valladolid y fue bien recibido. La revista Castilla la Vieja lo calificó de erudito, atractivo conferenciante y esforzado trabajador.

Pronto se incorporó al Diario Regional, fundado en 1908, sin dejar de colaborar con otros periódicos y revistas de España e Hispanoamérica.

Su hija, María del Pilar, licenciada en Farmacia abriría un establecimiento farmacéutico en la calle Mariano Fernández Cubas (actual calle Mantería) en mayo de 1934.

A su llegada a Valladolid se integró en la vida social y cultural. Por ejemplo, en 1925 formaba parte de la Junta Directiva del Ateneo, de la que Francisco de Cossío era el bibliotecario; en marzo de 1927 impartió una conferencia sobre las ruinas de Numancia; en el café Suizo fomentó una tertulia de sorianos; acudió a diversos actos sociales como el Festival de la Prensa de enero de 1932; en marzo de 1936 estuvo en Peñafiel para hablar en una gran asamblea en la que se trataba sobre la ampliación y mejora de zonas de regadío.

Proclamada la II República abrazó las ideas más críticas con el nuevo Gobierno, pues Palacio identificaba el orden con los pequeños propietarios y los profesionales liberales, mitificando el mundo rural frente al modelo urbano e industrial, en el que, según él, los obreros se dedicaban a hacer huelgas arbitrarias, lo que le llevó a sumarse al Alzamiento Nacional, y a apoyar económicamente a la Falange de las JONS y al Tesoro de la Guerra.

José María Palacio falleció súbitamente en Valladolid el 22 de noviembre de 1936, cuatro meses después del levantamiento militar contra la República.

Su amigo Antonio Machado falleció el 22 de febrero de 1939 en el municipio de Colliure (Francia), a donde había llegado exiliado apenas cuatro semanas antes.

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