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Un año antes, la Academia Sueca le había otorgado el Premio Nobel de Literatura por la brillante forma en la que había dado continuidad a las gloriosas tradiciones del teatro español. Era el segundo compatriota que lo conseguía después de José Echegaray. El dramaturgo madrileño Jacinto Benavente, aunque lejos de aquellos tremendos éxitos de 'La corrida de las fieras' (1898), 'Los intereses creados' (1907) o 'Señora ama' (1908), vivía una segunda juventud de triunfo personal y literario por tierras americanas. Hasta le fue concedido el título de Hijo Adoptivo de Nueva York.
Ese era el ambiente que se vivía en Valladolid a principios de diciembre de 1923, en tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera, cuando el Ateneo, presidido por Andrés Torre Ruiz, anunciaba la llegada de tres prestigiosos conferenciantes, Jacinto Benavente, Fernando de los Ríos y Miguel de Unamuno, para impartir sendas conferencias los días 14, 17 y 19 de diciembre. El autor de 'La ciudad alegre y confiada' (1916), su éxito más reciente, hablaría en el Teatro Calderón sobre «Algunas mujeres de Shakespeare».
Fue Eduardo Callejo, futuro ministro de Instrucción Pública y en esos momentos concejal del Ayuntamiento, el que tomó la palabra en la sesión edilicia del 5 de diciembre de 1923 para proponer que, «coincidiendo con la venida a esta ciudad de Jacinto Benavente», el Ayuntamiento lo nombrara Hijo Adoptivo de la ciudad. Poco después, la Comisión de Gobierno lo aprobaba por unanimidad. Por eso los días 14 y 15 de diciembre de 1923, hace ahora cien años, el dramaturgo madrileño se convirtió en el acontecimiento más importante de Valladolid.
Ya su conferencia en el Calderón, dedicada a glosar las principales figuras femeninas de las obras de William Shakespeare (Ofelia, Beatriz, Julieta, Cleopatra, Cordelia, Desdémona y Porcía), fue todo un éxito. La sala se abarrotó de gente «de todas las clases sociales», sobresaliendo, a decir del cronista, «las más bellas damas de nuestra ciudad». A ellas dirigió el autor sus primeras palabras, incapaz, reconocía, de elegir a la más hermosa: «Ya no es tiempo de escoger una flor y prenderla sobra el corazón. Contentémonos con pasear por los jardines, admirándolas todas, y pensamos que es la vejez, más que la autoridad, la que nos advierte a la entrada: 'Prohibido cortar flores'». Benavente salió del Teatro acompañado de cientos de jóvenes en manifestación, que lo llevaron casi en volandas al Hotel de Francia.
La entrega del título de Hijo Adoptivo de Valladolid, verificada en el Salón de actos del Ayuntamiento a las 12 de la mañana del 15 de diciembre bajo la presidencia del teniente de alcalde, Álvaro Olea Pimentel, fue breve pero intensa. A las palabras de éste, que glosó el españolismo de su obra y su conjunción con la esencia de Castilla, respondió Benavente en un tono más castellanista aún. Sostuvo, en efecto, que «Castilla representa la expansión espiritual de España», para, a continuación, arremeter contra las pretensiones separatistas de Cataluña: «El espíritu no tiende a ausentarse, son las mezquindades de la vida las que lo empequeñecen. Yo pienso muchas veces en estas diferencias regionalistas y no puedo menos que exclamar: ¡Qué pequeña es la ambición! ¿Para qué querrá Cataluña, para qué querrán algunos catalanes, separarse de España? ¿No será mejor hacer una España catalana?». El título de Hijo Adoptivo iba enmarcado en un pergamino atado con cintas de los colores del pendón de Castilla.
El autor no paró de recibir agasajos: un almuerzo íntimo en el Hotel de Inglaterra, ofrecido por las empresas de los Teatros Calderón y Zorrilla, un «té-homenaje» a cargo del Ateneo en ese mismo lugar, y una nueva función de gala en el Calderón, donde, además de conferenciar sobre «La filosofía de la moda», asistió a la representación de dos obras suyas, la comedida 'El nido ajeno' y el monólogo 'Cuento inmoral', a cargo de la compañía de María Fernanda Ladrón de Guevara y Rafael Rivelles. Incluso tuvo tiempo de reunirse con los obreros de la Casa del Pueblo, a petición de la Universidad Popular 'Pablo Iglesias', para hablarles sobre «La influencia del escritor en la vida moderna».
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