Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
Esquinazo de la calle Santiago con Constitución, con el edificio de Galerías Preciados al fondo. Archivo Municipal de Valladolid
Cuando Galerías Preciados trajo nueva vida al centro de Valladolid

Cuando Galerías Preciados trajo nueva vida al centro de Valladolid

El cronista ·

El Corte Inglés relevó a su competidor en 1995 y, al contrario de lo ocurrido antes con su sede del Paseo de Zorrilla, su llegada a Constitución se saludó con entusiasmo

Enrique Berzal

Valladolid

Viernes, 28 de octubre 2022, 13:27

Aquello no tuvo nada que ver con lo ocurrido siete años antes en el Paseo de Zorrilla, cuando abrió sus puertas el primer 'Corte Inglés' de la ciudad. Si entonces -1988- fue acogido con furia y algún que otro altercado del orden público por los comerciantes que aventuraban daños en sus negocios del casco histórico, la inauguración de El Corte Inglés de la calle Constitución, el 15 de diciembre de 1995, fue recibido con un entusiasmo generalizado. Las razones eran evidentes: además de enjugar la catástrofe económica provocada por la suspensión de pagos de Galerías Preciados, este segundo 'Corte Inglés' volvía a retomar el dinamismo económico del centro capitalino.

Un dinamismo que no se explicaría sin aquella flamante inauguración, 21 años antes, de Galerías Preciados en el número 2 de la calle del General Mola, que es como se llamaba entonces la actual calle de la Constitución. Era el 1 de marzo de 1974 y el nuevo centro comercial, fundado en 1943 por José Fernández Rodríguez, primo y máximo competidor del fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces, revolucionó la vida cotidiana de la ciudad. Ya su desembarco motivó el derribo de los dos edificios existentes en la zona, uno de los cuales pertenecía al Círculo del Automóvil y, como escribió en este mismo periódico Vicente Presencio Revilla, contaba «con una gran luna, en la que se podían ver personas de avanzada edad jugando a las cartas o el dominó», por lo que los chavales lo llamaban «El club de los difuntos».

Entrada a la calle Constitución, iluminación navideña de Galerías Preciados y anuncio de la inauguración del primer gran centro comercial de la ciudad, en 1974. Archivo Municipal de Valladolid
Imagen secundaria 1 - Entrada a la calle Constitución, iluminación navideña de Galerías Preciados y anuncio de la inauguración del primer gran centro comercial de la ciudad, en 1974.
Imagen secundaria 2 - Entrada a la calle Constitución, iluminación navideña de Galerías Preciados y anuncio de la inauguración del primer gran centro comercial de la ciudad, en 1974.

La licencia de derribo la concedió el Ayuntamiento en enero de 1972. En su lugar se levantaría un nuevo edificio con un volumen máximo de edificación de 20.524,61 metros cuadrados. El acceso al público se situaría en la calle del General Mola (hoy Constitución), quedando la entrada de la calle Menéndez Pelayo para las mercancías. Galerías Preciados desembarcaba en Valladolid con 500 empleados y una inversión inicial de 80 millones de pesetas; contaba con una planta para maquinaria, dos para aparcamientos (80 plazas) y 9 para ventas. Según el vicepresidente del Consejo de Administración, Jorge Fernández Menéndez, habían escogido Valladolid por su nivel de vida, el potencial de ventas y la influencia sobre determinado sector de la población.

Las empresas que trabajaban en la obra de Galerías Preciados lo anunciaban para demostrar la calidad de su tarea

El nuevo edificio, que ocupaba una superficie de 10.000 metros cuadrados, revolucionó la vida de la ciudad al infundir mayor dinamismo económico al centro, pero también por las oportunidades de negocio generadas durante su construcción. De hecho, en vísperas de la inauguración se sucedieron en El Norte de Castilla anuncios de empresas que, para demostrar la calidad de su trabajo, detallaban su participación en la obra de Galerías Preciados.

Hasta que todo comenzó a torcerse. En 1979, el Banco Urquijo, principal acreedor de Galerías Preciados, se convertía en su propietario para, dos años después, venderlo a Rumasa, holding liderado por José María Ruiz Mateos que en 1983 sería expropiado por el gobierno por falsear las cuentas para tapar su quiebra técnica. A finales de 1984 era el empresario venezolano Gustavo Cisneros el que se hacía con los almacenes, si bien solo pagó 700 de los 1.500 millones de pesetas acordados, y en octubre de 1987 los compró la inmobiliaria Mountleigh por 30.000 millones. La crisis económica de los primeros 90 provocó una nueva venta, esta vez a la sociedad Abantak por 21.200 millones de pesetas, hasta que en diciembre de 1994, Fernando Sada, uno de los socios, presentó suspensión de pagos; el juez ratificaría esta situación en mayo de 1995, al desvelar una diferencia a favor del pasivo de 4.152 millones de pesetas.

La incertidumbre entre los trabajadores de Galerías Preciados no comenzaría a despejarse hasta junio de 1995, momento en que se hizo público la compra del negocio por El Corte Inglés, que además de desembolsar 30.000 millones para pagar a los acreedores y de comprometerse a invertir otros 50.000 en dos años, asumiría el 75% de su plantilla, que ascendía a más de 6.900 empleados. Los 223 trabajadores de Valladolid abrieron por última vez las puertas de Galerías Preciados el 1 de julio de 1995, quince días después de acometer la liquidación de sus productos con rebajas de hasta el 70% para hacer frente a la deuda con acreedores y proveedores. Las estanterías estaban prácticamente vacías y las caras de los empleados reflejaban tristeza y melancolía.

El Corte Inglés contrató a 186 de los 223 empleados de Galerías en Valladolid

La reforma del edificio comenzó dos días después. Era principios de agosto de 1995 cuando los sindicatos UGT y FAGSA –no así CCOO- firmaban el expediente de rescisión de contratos. Aunque El Corte Inglés tenía previsto inaugurar el nuevo centro comercial el 1 de septiembre, el retraso del juez a convocar la quita de acreedores hizo que la compra no se certificase hasta el 24 de noviembre. Fueron días de intenso trabajo para poder abrir las puertas el 15 de diciembre de 1995, en plena campaña de Navidad. El nuevo El Corte Inglés, que había contratado a 186 de los 223 empleados de Galerías Preciados, ofrecía una amplia oferta de ocio, deporte, tecnología y moda más enfocada al público juvenil.

A diferencia de lo ocurrido en 1988, ahora las asociaciones de empresarios, en especial Avadeco, acogían con alegría la reapertura del gran centro comercial porque consideraban que reactivaría el comercio al fomentar su concentración en el casco histórico de la ciudad. La respuesta a pie de calle no fue menos entusiasta: miles de vallisoletanos, entre clientes de siempre y curiosos, pero sobre todo jóvenes, acudieron a los remozados almacenes atraídos por su «especialización en todo tipo de artículos juveniles», celebraba este periódico.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Cuando Galerías Preciados trajo nueva vida al centro de Valladolid