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Noticia publicada en el diario Libertad sobre la apertura del primer supermercado de la ciudad en noviembre de 1959. MINISTERIO DE CULTURA
La fiebre del supermercado no atrapó a los vallisoletanos
El cronista

La fiebre del supermercado no atrapó a los vallisoletanos

Inaugurado hace 65 años en la calle de la Pasión, el primer autoservicio despertó mucha expectación pero cerró definitivamente en 1962

Enrique Berzal

Valladolid

Martes, 3 de diciembre 2024, 06:50

La bautizaron como «operación supermercado» y la presentaron como la mejor manera de aunar modernidad, desarrollo y abaratamiento del coste de la vida. Sus ideólogos fueron los mismos que impulsaron el Plan de Estabilización, en especial Alberto Ullastres, ministro de Comercio que, aprovechando los acuerdos de 1953 entre la España de Franco y los Estados Unidos, incentivó la creación de una amplia red de autoservicios a través de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes. En un primer momento, solo con capital público, pero enseguida se alentó a la iniciativa privada aunque, por supuesto, con jugosas ayudas oficiales. La «operación supermercado» comenzó en 1956 y tomó impulso dos años después. Las capitales pioneras fueron Madrid y San Sebastián. Luego vendrían Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Oviedo, A Coruña, Vigo, Palencia y Sevilla, entre otras capitales de provincia.

Valladolid tampoco se quedó al margen. La primera noticia la dio el alcalde, José Luis Gutiérrez Semprún, en noviembre de 1958, quien informó de los planes del Ministerio de Comercio de incentivar a la iniciativa privada para la puesta en funcionamiento del primer supermercado en la ciudad. La empresa en cuestión fue 'Martí H. S.L.', una filial de Martínez Hermanos S.L., liderada por Pedro y Adriano Martínez, responsable de otros dos autoservicios en Vigo y Palencia, y que ya en junio de 1959 había adquirido el local ocupado anteriormente por el Hotel Europa, en el número 4 de la calle de la Pasión. El 30 de octubre de ese mismo año se dieron todos los detalles en rueda de prensa. Por mediación del gobernador civil, Antonio Ruiz-Ocaña, la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes había contribuido a la apertura del negocio, cuyo primer director era Guillermo Agüero Urrea.

Arriba, colas para entrar en el supermercado el primer día de su apertura. Abajo, anuncio de su futura instalación y la calle de la Pasión, donde se abrió, en los años 60. M. CULTURA/ARCHIVO MUNICIPAL
Imagen principal - Arriba, colas para entrar en el supermercado el primer día de su apertura. Abajo, anuncio de su futura instalación y la calle de la Pasión, donde se abrió, en los años 60.
Imagen secundaria 1 - Arriba, colas para entrar en el supermercado el primer día de su apertura. Abajo, anuncio de su futura instalación y la calle de la Pasión, donde se abrió, en los años 60.
Imagen secundaria 2 - Arriba, colas para entrar en el supermercado el primer día de su apertura. Abajo, anuncio de su futura instalación y la calle de la Pasión, donde se abrió, en los años 60.

El primer supermercado de Valladolid ofrecería más de 1.500 artículos a precios asequibles. Para los representantes del Ministerio de Comercio, se trataba de «contribuir a la campaña iniciada por el gobierno para el abaratamiento de la vida, sin que impida esta modalidad el libre estímulo que todo comerciante tiene al vender sus productos con una determinada ganancia». El nuevo negocio constaba de dos plantas: la primera con comestibles, conservas y congelados al fondo, y una planta baja con charcutería, frutería, envasado, perfumería, productos de limpieza y cámaras frigoríficas en batería para la carne, la leche y otros productos. «El productor podrá vender su mercancía a gran escala y el comprador hallará un beneficio en los artículos que adquiera», insistían sus responsables, que, como principales novedades, destacaban los productos de carne congelada, la carne en rollo, filetes, hamburguesas, entrecot, para guisado y roast beef, y pescados como raya, pulpo y otras clases en paquetes de medio kilo «con ventaja económica considerable».

Junto al director, completaban la plantilla veinticinco empleadas (cajeras, empaquetadoras y en autoservicio), «todas ellas de la ciudad, previamente instruidas ya en cursillos realizados mientras se efectuaban las obras», y convenientemente uniformadas. La inauguración se efectuó el 9 de noviembre de 1959 -previa bendición del local por el arzobispo José García Goldáraz- y, según las crónicas del momento, fue todo un éxito. Las fotografías mostraban una inmensa cola de compradoras (casi todas «amas de casa», puntualizaban) esperando para entrar en el primer supermercado de la ciudad y adquirir su cesta de plástico. Este recibimiento motivó la apertura del segundo autoservicio, el 16 de marzo de 1960, en el barrio del Cuatro de Marzo, también por la empresa Martínez Hermanos S.L.; el tercero, denominado «San Saturio», se inauguró en mayo de 1962 en la calle Alamillos número 12. Ya entonces, sin embargo, la fiebre del supermercado se había ido apagando: en noviembre de 1962, los dos primeros cerraron definitivamente sus puertas, para sorpresa de no pocos periodistas y políticos de la época.

La semana que viene

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