De izquierda a derecha, Ramón Serrano Suñer, Francisco Franco y Mussolini. ARCHIVO MUNICIPAL
El cronista

El emisario vallisoletano de Franco ante Mussolini

Manuel Villegas Gardoqui, nacido en la ciudad del Pisuerga, negoció la intervención italiana en la Guerra Civil y logró del Duce los primeros aparatos de aviación

Martes, 28 de marzo 2023, 00:09

Aunque su intervención en la Guerra Civil fue tan relevante como para lograr de Mussolini el primer gesto material de ayuda al bando franquista, la figura de Manuel Villegas Gardoqui era prácticamente desconocida hasta que en 2019, el historiador Manuel Aguilera Povedano desveló sus gestiones ... para crear, con participación italiana, la Aviación Legionaria de Baleares. Y es que aquel militar nacido en Valladolid el 25 de noviembre de 1894 no solo rindió a los golpistas la embajada de la Segunda República en Roma, sino que se convirtió en el emisario de Franco ante Benito Mussolini.

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Alumno del Colegio de San José, Manuel Villegas Gardoqui ingresó como cadete en la Academia de Caballería en 1910. Tres años después era destinado, como segundo teniente, al regimiento de Cazadores de Castillejos, y en 1914 al de Lanceros de Farnesio. Dos años más tarde, ya como primer teniente, pasaba a la Comandancia General de Ceuta como instructor de reclutas. Allí volvería en 1922 pero con el grado de capitán.

Su periplo italiano comenzó en 1925, año en que fue designado para cursar los estudios de la Escuela Superior de Guerra de Turín. Cuando en 1932 regresó a España como profesor de la Escuela Superior, ya manejaba perfectamente el idioma de aquel país. Ese mismo año, por cierto, publicó el libro 'La Guerra en Rumanía (operaciones de Transilvania, año 1916)'. A finales de 1935, el Ministerio de la Guerra del gobierno radical-cedista, regido por José María Gil Robles, le nombró agregado militar a la Embajada de la República en Roma y Legaciones en Sofia, Bucarest y Atenas.

Todo parece apuntar, como señala Aguilera Povedano, a que nuestro hombre pudo estar al tanto de la conspiración que se fraguaba en el Ejército y en las jefaturas de los partidos derechistas tras el triunfo de la izquierda coaligada en el Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. Porque cuando comenzó la sublevación que provocaría la Guerra Civil, Villegas Gardoqui llevaba tiempo pulsando el estado de ánimo de los fascistas italianos hacia el golpe militar en España. Su actitud fue, además, resuelta en un sentido antirrepublicano: junto con Rafael Estrada, agregado militar, se dirigió al despacho del embajador, Manuel Aguirre de Cárcer y, pistola en mano, le obligaron a dimitir.

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Aunque el gobierno republicano resolvió cesar a ambos y nombrar a José María Aguinaga como nuevo titular de la Embajada, ya era tarde. Villegas y Estrada se habían hecho con el control y aquel no cejaría en su afán por conseguir ayuda del Duce. El éxito de sus negociaciones se tradujo en el envío de los primeros aparatos de aviación italianos a Mallorca, paso previo para la creación de la Aviación Legionaria de Baleares. Esta, como han destacado varios autores, llevaría a cabo más de 3.000 acciones de bombardeo contra las ciudades del litoral republicano, de Gerona a Murcia, provocando cerca de 5.000 víctimas mortales.

Emisario ante Mussolini

De nada le sirvió a la República que el Tribunal Popular de Responsabilidades Políticas le condenara a cadena perpetua y a abonar una indemnización de tres millones de pesetas. Ya en España (aunque viajaría varias veces a Roma), el vallisoletano participó en varios frentes de guerra a favor de los intereses golpistas, y en marzo de 1937, tras la derrota italiana en Guadalajara, Franco le nombró su emisario ante Mussolini. En una entrevista celebrada en el Palazzo Venezia, el Duce accedió a que sus tropas actuaran bajo las órdenes españolas. Villegas sería condecorado por el dictador italiano con las medallas de Comendador de la Orden de la Corona de Italia y del Mérito de Guerra Italiana por su colaboración con las tropas voluntarias de ese país durante la Guerra Civil. También obtendría la Cruz del Mérito de la Orden del Águila alemana de primera clase con espadas.

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Ascendido a teniente coronel en 1938, desde agosto del año siguiente hasta marzo de 1943 actuó como agregado militar de la Embajada en Roma y secretario de la misión militar española en Italia. Incluso participó en el frente de guerra italiano contra Francia en la Segunda Guerra Mundial, conflicto sobre el que publicó un libro en 1954. En 1948, ya como coronel de Estado Mayor, fue nombrado agregado militar a las Delegaciones de España en Ankara y Atenas. General de Brigada (1952) y de División (1956), en 1952 fue elegido para dirigir la Escuela de Estado Mayor y en 1957 fue nombrado gobernador militar de Navarra. En 1960, dos años antes de pasar a la reserva, ejerció como profesor de la Escuela Superior del Ejército. Fallecido en Madrid el 27 de enero de 1981, Manuel Villegas Gardoqui había sido ascendido en 1972 a teniente general con carácter honorífico y estaba en posesión de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

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