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Levantado hacia 1610 en la antigua calle del Fuelle (después llamada de la Cruz del Salvador, de San Antón, del Salvador y hoy, Santuario), el actual edificio del Santuario Nacional de la Gran Promesa fue en su orígenes el Colegio de San Ambrosio, institución fundada ... en Valladolid por la Compañía de Jesús. Tras la expulsión de los jesuitas de España en 1767, y la confiscación de todos sus bienes muebles e inmuebles, el edificio fue Parque de Artillería y Cuartel de Infantería y la iglesia pasó a ser, en 1773, parroquia; la de San Esteban. En 1771 la función del colegio fue transferida al Seminario Escocés. El 27 de noviembre de 1869 el edificio sufrió un importante incendio. En 1935 el Ayuntamiento cedió el solar, salvo el templo, para ubicar en él el Parque de Bomberos y la Policía Urbana pero, finalmente, se otorgó a la Archidiócesis. La iglesia se transformó entonces en lo que es hoy, el Santuario Nacional de la Gran Promesa.
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Sonia Quintana
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Con traza del arquitecto Francisco de Praves, quien también trabajó en Valladolid en la Iglesia de San Miguel y San Julián y en el Monasterio de las Huelgas Reales, el edificio está construido en piedra, ladrillo y tapial. La portada es adintelada y sobre ella se disponen el escudo de Diego Romano de Vitoria, obispo de Tlaxcala (México), y el real de Carlos III. El templo se construyó bajo el mecenazgo del prelado vallisoletano quien, en 1595, envío una importante ayuda económica con la que se edificó la iglesia. Romano de Vitoria dispuso su enterramiento y el de sus familiares en la Capilla Mayor. El templo es un rectángulo en el que se inscribe «una gran nave con capillas entre contrafuertes y comunicadas entre sí por ánditos, un crucero alineado y una cabecera con capilla mayor rectangular y dependencias cuadradas a los lados», tal y como recoge Javier Rivera Blanco en la 'Guía de Arquitectura de Valladolid'.
Se conserva en la calle del Santuario el muro y dos portadas con grandes dovelas pertenecientes a las casas de la familia Cuadra, a quien los jesuitas compraron las primeras viviendas sobre las que edificaron su colegio. También puede verse el escudo de armas cuartelado y compuesto de torres y fajas. La fachada del edificio de los Estudios Generales fue trasladada al Colegio de Santa Cruz tras un nuevo incendio del edificio en 1927. Se desmontó en la década de los años cuarenta de 1900 y se instaló en la fachada del jardín del Colegio Mayor. La estatua de San Ambrosio se trasladó al colegio de Agustinos Filipinos.
Llamado así porque en 1733 el entonces estudiante de Teología y futuro padre jesuita Bernardo Francisco de Hoyos recibió en el presbiterio del templo la conocida como Revelación de la Gran Promesa -«Reinaré en España y con más veneración que en otras partes»-, fue el arzobispo Remigio Gandásegui y Gorrochátegui, con motivo del 200 aniversario, quien comenzó a promover la idea de convertir la entonces Iglesia de San Esteban en un Templo Expiatorio Nacional del Sagrado Corazón de Jesús. La aprobación fue concedida por el Papa Pío XI en un documento enviado al prelado vallisoletano el 12 de agosto de 1933, pero la consagración se demoró hasta el 15 de junio de 1941. El 12 de mayo de 1964 el Papa Pablo VI emitió en Roma la bula por la que el Templo del Santuario Nacional de la Gran Promesa quedaba erigido en Basílica Menor. El antiguo Colegio de San Ambrosio acoge desde 1994 el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús.
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