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Parte del poblado de FASA, presidido por la torre de 14 alturas, junto a la carretera de Madrid en los años 70. ARCHIVO MUNICIPAL
Más casas para trabajadores de FASA
El cronista

Más casas para trabajadores de FASA

La factoría de automóviles levantó un poblado de 398 pisos en la parte final del barrio de Las Delicias, entre 1965 y 1966, presidido por una torre de 14 alturas

Martes, 13 de diciembre 2022, 00:05

Fue noticia en 2018 por su nueva vida en forma de rehabilitación integral y eficiencia energética. Fueron en total 6,1 millones de euros, enmarcados en el proyecto europeo Remourban, gracias a los cuales, 19 de los 20 bloques que forman el llamado poblado de FASA fueron totalmente remozados, luciendo llamativos balcones rojos, verdes y azules, mientras sus 1.100 vecinos podían disfrutar de una caldera de biomasa comunitaria. Ubicado en el extremo meridional del barrio de las Delicias, concretamente entre los paseos de Arco de Ladrillo y de Juan Carlos I y la calle Padre Benito Menni, el poblado se creó entre 1965 y 1966 por iniciativa de la factoría del rombo.

La petición quedó registrada en julio de 1963. FASA se proponía adquirir una parcela de 41.950 metros cuadrados en el polígono situado en la carretera de Adanero-Gijón, junto al kilómetro 188, con objeto de construir viviendas para sus empleados. La compra de las fincas, que hasta ese momento eran propiedad de Catalina Adulce Pérez, se verificó en el mes de octubre por 8,5 millones de pesetas. La sección municipal de edificaciones informó favorablemente el proyecto señalando que si bien la zona donde FASA pretendía edificar era catalogada como rústica por el Plan de Urbanización de la ciudad, se había «reservado posteriormente su destino, transformándolo en zona industrial, donde tienen cabida viviendas para trabajadores».

El poblado de FASA, como ha señalado José Luis García Cuesta, constituye un claro ejemplo de participación de las grandes empresas en la promoción de viviendas aprovechando los incentivos que ofrecía la Ley de Vivienda de Renta Limitada, en la categoría de subvencionadas, y de la pujanza de estas actuaciones vinculadas al Tercer Plan Nacional de la Vivienda. En esos momentos, además, la organización sindical franquista cifraba en 7.000 las necesidades de vivienda en la ciudad de Valladolid.

Concedida la licencia el 3 de octubre de 1963, el poblado de FASA se inauguró en 1966 después de cuatro actuaciones que confluyeron en 398 pisos y 9.000 metros cuadrados construidos. Según el proyecto redactado por el arquitecto madrileño Luis Peral Buesa, se trataría de 19 bloques de cinco alturas y una torre de 14 situada en la esquina sur del polígono residencial, y el modelo estándar de las viviendas consistiría en tres habitaciones, comedor, cocina y baño, aunque también incluiría algunas viviendas con cuatro dormitorios.

En este mismo polígono acometieron actuaciones otras empresas directamente relacionadas con la actividad de FASA, como FACSA (Fabricación de Carrocerías S.A.), que levantó 72 viviendas en 1964, FAMESA (Fabricaciones Mecánicas S.A.), con 144, e Inmobiliaria Productos Gabilondo, con 24 viviendas en 1967. Cedido al Ayuntamiento en 1973, el poblado de FASA atravesó por momentos complicados debido al incumplimiento, por parte de la empresa, de urbanizar todo el sector, a lo que había que sumar el abandono a que fue sometido por los servicios municipales.

Imagen principal - Más casas para trabajadores de FASA
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Un reportaje publicado en El Norte de Castilla el 6 de junio de 1978 mostraba un panorama desolador: «No hay quien ande por aquí», se quejaban los vecinos, pues a la acumulación de basuras (el Ayuntamiento las recogía solo cada quince días) se sumaba la ausencia de focos de luz, las averías en las bocas de riego, la sequedad de las zonas verdes, la inseguridad en sus calles y la proliferación de ratas. «Los robos de coches, los intentos de atraco y violación, las agresiones y varios problemas más de esta índole se repiten con alarmante asiduidad. (...) Como no nos recogen la basura, la suciedad se acumula en las aceras y en otros lugares del poblado y las ratas se mueven por las calles como Pedro por su casa; con decirle que algunos vecinos andan, a veces, a tiros con ellas, está dicho todo», protestaba el empleado de la central térmica.

Todavía a principios de los años 90, los edificios del poblado de FASA, que constituían la primera referencia visual de la ciudad en el acceso por la carretera de Madrid, emergían en un entorno sin urbanizar. La reforma integral de 2018, que afectó a 19 de los 20 bloques (el número 10 se quedó fuera por solicitar tarde su incorporación), les dio nueva vida y cambió radicalmente su fisonomía. Atrás quedaban aquellos exteriores de ladrillo y enfoscado amarillento y emergían, en su lugar, fachadas de color gris, llamativos balcones pintados de rojo, verde y azul, y paneles solares en la torre, sin olvidar la sustitución de la vieja caldera de gasoil por una nueva de biomasa para dar servicio tanto de calefacción como de agua caliente (opcional) a los 1.100 vecinos.

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