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Casa Revilla de la ciudad de Valladolid. Ayuntamiento de Valladolid

Una casa nobiliaria del siglo XVI con un torreón que dio nombre a la calle de la Torrecilla de Valladolid

Valladolid, piedra sobre piedra ·

La casa Revilla de la capital vallisoletana es una antigua casa nobiliaria española de construcción medieval que actualmente es sede de la Fundación Municipal de Cultura

Sara Becerro Alonso

Valladolid

Martes, 5 de enero 2021, 07:38

La casa Revilla de la ciudad de Valladolid es una antigua casa nobiliaria española de construcción medieval que actualmente se encuentra muy renovada y, que hace de sede de la Fundación Municipal de Cultura. Se encuentra situada en la calle Torrecilla nº 5 —antigüamente llamada ... calle de Santa Clara— y con vuelta a la calle de Fray Luis de Granada —anteriormente calle de la Ceniza—.

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Siendo sus primeros propietarios los infantes de Granada, Juan y Fernando, en esta casa habitaron durante años, personajes históricos y relevantes -como los marqueses de Revilla-, hasta que al morir su último propietario, Francisco de Cossío, el Ayuntamiento de Valladolid adquirió la propiedad instalando en ella la Casa de Cultura, conocida popularmente entre los vallisoletanos como 'casa Revilla'.​

Puerta de entrada a la actual casa Revilla. S.Ortega

Un torreón que dio nombre a la calle

La calle Torrecilla pertenece al barrio vallisoletano de San Martín, junto con las calles Padilla, Empecinado, Chancillería, Prado, San Martín y Camarín de San Martín. Este barrio, surgido en el siglo XII como asentamiento marginal de moros y judíos, se puso de moda entre las altas esferas sociales relacionadas con las instituciones judiciales tras el establecimiento en el año 1489 en el cercano palacio de los Vivero, de la sede permanente de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid que era entonces, el más alto tribunal de justicia de la Corona de Castilla.

Por esta razón, empezaron a llevarse a cabo las construcciones de casas notables de gente importante de la época, de las que hoy en día, aún se conservan algunas partes como portalones o estructuras como testimonio del pasado.

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Obras en la calle Torrecilla. Henar Sastre

En la calle Torrecilla se conservaron bastantes edificios nobles hasta mediados del siglo XX, de los que pueden verse algunas de sus grandes portadas con dovelas. Más vestigios y portadas hay en las calles Piedad, Padilla y Empecinado pero, la casa de Revilla y la casa de los Galdo, -en la calle de San Martín-, son los únicos inmuebles del barrio que todavía conservan su auténtica estructura.

La casa, tuvo en su construcción inicial, un torreón donde descansaba gran parte de una vivienda vecina, torreón que dio origen al nombre de la calle de la Torrecilla. En el plano de Valladolid de Ventura Seco en 1738, ya se ve con este nombre aunque todavía la sesión del Ayuntamiento no había dado el visto bueno y su bautizo oficial no llegaría hasta mayo de 1842, -justo cuatro años antes de que se desmontara el torreón-.

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Ubicación -en rojo-, de las casas y jardín de la Casa del Marqués de Revilla sobre el plano de Ventura Seco de 1738, el primer plano de la ciudad de Valladolid.. Nicolás pérez

En 1846, dado su mal estado, los condes de Cancelada deciden desmontar el torreón que poseía la casa.

Arquitectura

La casa de Revilla -y la casa de los Galdo- en la calle de San Martín, son los únicos inmuebles del barrio que todavía conservan su auténtica estructura. La casa en sus orígenes, contaba con una parte de galería formada de arabescos, que se encontraban en el patio de la casa, en la que también había, un rico artesonado a la subida de la escalera. Con estos elementos, el origen de la casa recuerdan al gusto mudéjar. Sus cimientos y parte de su estructura datan de los siglos XIV y XV y su alzado, tuvo lugar en el siglo XVI. Los muros son de piedra y está totalmente restaurada y rehabilitada en su interior para las funciones municipales.

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Imagen de la calle Torrecilla, con la Casa Revilla, a la derecha. Kike Gómez

La casa, en su origen, contaba con un torreón donde descansaba gran parte de una vivienda vecina, y su tamaño, correspondía al de una casa importante en la época. El alzado a la calle Torrecilla se organiza en dos cuerpos: el bajo, que es de sillería de piedra y que comprende una planta de semisótano y una entreplanta. En él, se dispone asimétricamente el portal de acceso construido en arco de medio punto con dovelas, reflejo de la anterior categoría del edificio.

El cuerpo superior es de una única planta, está revocado, y en él se abren de forma espaciada cinco huecos abalconados. El edificio, tiene un patio interior sin porticar, y sigue dando vuelta a la actual calle de Fray Luis de Granada, en un pequeño paño sin huecos. La casa, actualmente no conserva sus huertas y jardines, en cuyos solares se construyeron nuevas viviendas.

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En 1846, dado el mal estado, los entonces dueños, -los condes de Cancelada-, deciden desmontar el torreón que poseía la casa, y que había sido el origen del nombre de la calle de la Torrecilla. Hacia 1852 compró la casa Manuel de la Cuesta y Cossío que había sido destinado en 1850 a Valladolid como rector de la Universidad Literaria de Valladolid,​ que hizo importantes reformas en 1857, habilitándola para alquilar varias habitaciones. En esa época, perdió el aire señorial del siglo XVII que aun conservaba y también la escalera principal que arrancaba del patio.

Casa Revilla. S.Ortega

El inmueble se mantuvo como propiedad de la familia Cossío hasta la muerte de Francisco. El Ayuntamiento de Valladolid adquirió la propiedad instalando en ella la Casa de Cultura, también conocida popularmente como 'casa Revilla'. El inmueble, fue restaurado en 1985 por el consistorio, que encargó el trabajo a José Antonio Salvador Polo y José Luis Villacorta San José.​

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La 'casa Revilla'

El edificio que hoy alberga la conocida 'casa Revilla', vivió unos años de esplendor entre 1601 y 1606, ya que en ella, habitaron durante años personajes históricos y relevantes cuando Valladolid fue la capital de la Corte y durante una temporada, albergó en sus habitaciones a Catalina de Erauso, quien pasaría a la historia como la monja alférez, quien durante siete meses y después de escaparse del convento sirvió en la corte disfrazada de varón -con el nombre de Francisco de Loyola-, y como paje del secretario del rey.

Las escrituras de propiedad consignarían que en durante el siglo XVII, más concretamente en 1608, la vivienda perteneció a Luis Mercado y su esposa Leonor de Peromato, quienes transmitieron el palacio a su hija Juana de Mercado, casada con Pedro Antonio de Velasco y Fajardo, caballero de Santiago.

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El Norte

Los escritos de la época se referían a ella como la Casa de los Velasco, ya que durante buena parte del siglo XVII y XVIII, la propiedad se asoció con esta familia, con propietarios como Pedro Silvestre Velasco Chacón y Fajardo y, a su muerte, en 1742, su prima Josefa Velasco. Fue en el momento en el que los marqueses de Revilla emparentaron con los Velasco, cuando esta casa pasó a conocerse con el nombre que la conocemos hoy, concretamente en 1749.

A comienzos del siglo XIX, el propietario era el marqués de Revilla y Aguilares y así fue hasta 1852, año en la que el rector de la Universidad, Manuel de la Cuesta, compra el edificio. En 1857, cuando el rector muere, la propiedad pasa a manos de su hija, emparentada ya con la familia Cossío.

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El martes 19 de abril de 2016, el Ayuntamiento de Valladolid inauguró en la casa Revilla, como recuerdo y homenaje, una sala con el nombre de Francisco de Cossío.

Sede de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, actualmente alberga una sala dedicada a pequeñas exposiciones documentales, con casi 200 metros cuadrados y 55 expositivos. Ha albergado, entre otras piezas, los únicos bocetos preparatorios que realizó Picasso para Guernica, grabados de Goya, obras del Premio Nacional de Ilustración Javier Sáez Castán o las piezas ganadoras del certamen internacional de ceramistas, entre otros.

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