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Jornaleros de Villanubla, pueblos afectado por la huelga campesina de 1934. FUNDACIÓN JOAQUÍN DÍAZ
Campesinos de Valladolid en pie de guerra
El Cronista

Campesinos de Valladolid en pie de guerra

Hambrientos y sin trabajo por la ofensiva de muchos patronos, los jornaleros se lanzaron a una huelga en junio de 1934 que resultó trágica en Nava del Rey

Enrique Berzal

Valladolid

Martes, 11 de junio 2024, 06:54

«Tenemos hambre, mucha hambre. (…) Hay campesinos nuestros, hasta con diez hijos, que no consiguen un jornal. Más de diez compañeros andan por esos pueblos pidiendo limosna». Era el grito desolado y rabioso de los jornaleros de Castrejón, hace ahora 90 años. Pertenecían a la Federación de Trabajadores de la Tierra, afecta a la UGT, y por eso mismo no tenían trabajo. El triunfo de la coalición de centro-derecha en las elecciones de noviembre de 1933 no solo había paralizado la ya de por sí muy lenta y descafeinada reforma agraria del primer bienio republicano, sino que había propiciado la ofensiva patronal contra los sindicatos de clase.

Por poner un ejemplo, el 24 de mayo de 1934 el gobierno suspendía la Ley de Términos Municipales, que prohibía la contratación de obreros ajenos a la localidad donde se demandaba trabajo mientras no estuvieran ocupados todos los trabajadores locales. Ello permitió a los patronos no contratar a quienes estuviesen afiliados a algún sindicato de clase, estableciendo como límite el otoño de ese mismo año para la expulsión de los jornaleros asentados en fincas improductivas en 1932. Este hecho, unido a la devolución de las tierras confiscadas a los terratenientes implicados en el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo, en 1932, y a la ofensiva patronal contra la reglamentación establecida por las bases de trabajo del primer bienio republicano, hizo que la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra se plantease públicamente ir a la huelga.

Para contrarrestarla, el 29 de mayo el gobierno declaraba «servicio público nacional» la recolección de la cosecha de ese verano, con lo que dejaba la convocatoria de huelga fuera de la ley y se negaba, en la práctica, el derecho de presentación de conflicto laboral. La guerra estaba servida. Socialistas, comunistas y anarquistas interpretaron la medida como una verdadera provocación y decretaron la huelga general en el campo español. Ésta comenzó el 5 de junio de 1934, hace ahora 90 años, y afectaría a 700 municipios de 38 provincias, cobrando especial relevancia en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. La UGT se alió con la CNT y formó el Frente Único Campesino. Entre las peticiones de la huelga figuraban el cumplimiento de las bases de trabajo, turno riguroso, reglamentación del uso de máquinas y de forasteros, acordando su supresión allí donde hubiera muchos jornaleros en paro, medidas efectivas contra el mismo, créditos y tierras para campesinos pobres y rescate de tierras comunes.

En la provincia de Valladolid, la huelga fue especialmente intensa en 19 municipios, llegando a darse un paro total en cuatro de ellos. Fueron Bocigas, Casasola de Arión, Ceinos de Campos, La Cistérniga, Corcos del Valle, Mayorga de Campos, Medina de Rioseco, Nava del Rey, La Seca, Tordehumos, Torrecilla de la Orden, Tudela de Duero, Velliza, Villacid de Campos, Villalba de los Alcores, Villalbarba, Villalón, Villanubla y Villanueva de los Caballeros. Donde más duró la huelga fue en Bocigas, un total de 17 días, mientras en La Seca, Tordehumos, Tudela de Duero, Villacid de Campos, Villalón y Villanubla el paro se extendió entre 10 y 12 días.

En Nava del Rey se produjeron los hechos más graves, pues los huelguistas asesinaron a un compañero al que tacharon de esquirol. Se trataba de Lucio Martín Mayordomo, tenía 43 años y tres hijos, y trabajaba como mozo de mulas de Andrés Flores, labrador avecindado en el pueblo. El 6 de junio de 1934, lo asaltaron cuando regresaba de faenar en un pago situado a un kilómetro y medio del casco de la población junto a otro compañero, que pudo huir. Varios disparos, un navajazo y un «mazazo» en la cabeza acabaron con su vida al instante. Horas después, la Guardia Civil detenía a 18 obreros, entre ellos todos los directivos de la Casa del Pueblo, que fue clausurada, al presidente y secretario de las Juventudes Socialistas y a Epifanio López, administrador de Correos.

Arriba, hojas de UGT llamando a la huelga de junio de 1934. Abajo, familia de campesinos de Valladolid y Nava del Rey, donde asesinaron a Lucio Martín, en los años 70. FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS/ARCHIVO MUNICIPAL
Imagen principal - Arriba, hojas de UGT llamando a la huelga de junio de 1934. Abajo, familia de campesinos de Valladolid y Nava del Rey, donde asesinaron a Lucio Martín, en los años 70.
Imagen secundaria 1 - Arriba, hojas de UGT llamando a la huelga de junio de 1934. Abajo, familia de campesinos de Valladolid y Nava del Rey, donde asesinaron a Lucio Martín, en los años 70.
Imagen secundaria 2 - Arriba, hojas de UGT llamando a la huelga de junio de 1934. Abajo, familia de campesinos de Valladolid y Nava del Rey, donde asesinaron a Lucio Martín, en los años 70.

En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial los días 16 y 17 de septiembre, resultaron condenados Veredicto Eulogio del Molino, Julio Nieto, Policarpo Ramos, Daniel García y José Hernández Cabezas a un año, 8 meses y 21 días de prisión menor como autores del delito de sedición; Eulogio del Molino a catorce años, ocho meses y un día de reclusión menor por el de homicidio sin circunstancias; Julio Nieto a un año y un día de prisión, y Policarpo Ramos Zarzuelo a 15 días de arresto por la falta de lesiones. También se les condenó a las accesorias correspondientes y a indemnizar mancomunadamente con la cantidad de 15.000 pesetas a los herederos del asesinado. Gregorio Rodríguez Zarzuelo resultó absuelto.

En esta misma localidad fueron detenidos otros seis individuos que, según el gobernador civil, se dedicaban a coaccionar sin violencia, mientras que en un caserío situado en el límite de Nava del Rey con Rueda se arrojaron 5 botellas con líquido inflamable. También en Mayorga de Campos un grupo de obreros huelguistas agredieron a Florentino Rojo Pérez y a Gonzalo Basa Román por ir a trabajar. Desconvocada el día 20, lo cierto es que la huelga tuvo poco éxito debido, fundamentalmente, a la represión gubernamental, a la tendencia a la baja de las sociedades ugetistas tras la victoria electoral de las derechas, y a la censura de prensa. En toda España se produjeron 13 muertos y más de 200 heridos, principalmente por enfrentamientos entre huelguistas y esquiroles, como hemos visto en Valladolid. Numerosos Ayuntamientos fueron suprimidos y más de 7.000 campesinos, encarcelados.

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