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Ermita de Valverde del Majano. EL NORTE
La aparecida de Valverde del Majano

La aparecida de Valverde del Majano

La tradición explica la creación del Santuario del Santo Sepulcro a partir del hallazgo milagroso de la Virgen por unos pastores

Miércoles, 8 de julio 2020, 08:35

Es una de las romerías más conocidas y populares de la provincia de Segovia, cuyo origen enlaza con un suceso milagroso que, como en tantos casos, tuvo como protagonista a unos pastores. Todos los meses de junio, en efecto, centenares de devotos de la popularmente llamada Virgen de la Aparecida, de Valverde del Majano y de pueblos de alrededor, honran con devoción su imagen y se reúnen en una ermita que fue remozada hace 51 años. Según el relato legendario, todo comenzó cuando unos pastores decidieron construir una cabaña para sus ovejas, allá por el siglo XVII.

En plena faena, mientras excavaban, encontraron restos humanos y una talla de una Virgen. Cuando dieron noticia del suceso a sus vecinos de Valverde del Majano, la alegría les desbordó. Acordaron entonces construir una ermita en su honor en un lugar situado un poco más abajo del cerro donde se produjo el hallazgo. Entonces ocurrió el primer hecho milagroso: cada mañana, después de descansar tras una dura jornada de trabajo, lo encontraban todo derruido y desperdigado. Por mucho que reconstruyeran los muros, una fuerza misteriosa los devastaba durante la noche.

Reunidos para tomar una decisión, después de mucho pensar decidieron cambiar la ubicación de la ermita y levantarla en lo alto del cerro. El primer día de faena marcharon a sus casas aún con el temor y la impaciencia de no saber qué les depararía la noche. Sin embargo, nada más despertar recobraron la alegría y el ánimo: todo lo construido horas antes seguía en el mismo lugar, intacto. En pocos días ya estaba lista la ermita con la imagen de la Virgen en su interior, espléndida en lo alto del cerro. El acontecimiento no tardó en conocerse en el resto de la provincia. Tanto es así, que algunas mujeres pensaron que la talla encontrada por los pastores bien podría proceder de capital segoviana y haber sido enterrada en el entorno de Valverde del Majano para salvarla de las tropas sarracenas cuando estas invadieron la zona.

Decididas a llevarse la imagen, esperaron a que cayera la noche para, subidas en un carro tirado por dos bueyes, alcanzar la nueva ermita. Nadie intuyó su presencia. De modo que sin que ningún vecino se enterase, asieron la talla y la subieron con ellas al carro. Cuál sería su sorpresa cuando, por más que jaleaban a los animales, estos no se movían. Paralizados por una fuerza extraña, no movían una sola pata ni daban señales de obedecer a sus amos. Engancharon entonces una nueva pareja de bueyes, pero tampoco se movieron. A las segovianas no les quedó más remedio que desistir de sus planes y reponer la imagen en el pedestal de la ermita. Y así, hasta hoy.

La originalidad de este atractivo relato, anclado con fuerza en la tradición popular segoviana, convive sin reparos con los datos acreditados por la documentación del archivo parroquial. Estos apuntan a la fecha fundacional del 27 de noviembre de 1623 para explicar el origen de esta devoción, pues fue entonces cuando se descubrió la talla en un enterramiento situado en el despoblado de Mazuelos. Según parece, lo encontró un carpintero, de nombre Juan López, que estaba realizando unos trabajos en el cementerio adosado a la ermita de la Magdalena. Fue él quien al derribar una pared encontró un sepulcro de piedra blanca que albergaba una talla románica de la Virgen. La figura estaba intacta, era morena, de madera de pino y mostraba a la Madre de Dios sentada en una silla con el niño en brazos. En un primer momento se le dio el nombre de Virgen del Santo Sepulcro, para, más tarde, cambiarlo por el popular de la Aparecida.

A finales del XVII se construyó una nueva ermita, que en 1802 fue totalmente remozada. La actual, como hemos apuntado más arriba, data de 1959. Conocido el hecho de la aparición, que por orden del gobernador eclesiástico fue confirmado por cinco testigos presenciales, el obispo Brizuela dio permiso para que se celebrase la primera romería. Ésta tuvo lugar el 27 de mayo de 1624 con la participación de cientos de vecinos de Segovia, Valverde del Majano y otros pueblos circundantes. A partir de 1630 la ermita pasó a llamarse del Santo Sepulcro, si bien la tradición popular combina desde entonces este nombre con el del Santuario de Nuestra Señora de la Aparecida. A la patrona de la Virgen de Valverde del Majano se le atribuyen varios milagros, como su aparición a un niño que estaba perdido, la curación del ojo a otro pequeño cuyo compañero de juegos se lo había dañado de forma intencionada, y la rehabilitación total a un lisiado de pies y manos.

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