Secciones
Servicios
Destacamos
Conocido como 'El Octógono' por su singular planta, el antiguo edificio de la Academia de Caballería de Valladolid era en el siglo XIX uno de los más representativos de la ciudad. Situado en los terrenos conocidos como Campo de la Feria, el edificio comenzó a ... construirse en agosto de 1843 con la idea de ser destinado a Prisión Modelo pero, tras finalizarse las obras en 1850, la comisión encargada de reconocerlas antes de su entrega al Estado rechazó el edificio «por su mal entendida construcción, su mala distribución interior, falta de luces y ventilación» y su ubicación, en el centro de la ciudad. Se solicitó la cesión del Convento de los Jerónimos del Prado para adaptarlo a prisión, cedido con prontitud. 'El Octógono', recién construido, quedó sin uso. Fue entonces cuando el teniente general Ricardo Shelly Comenford, director general del arma, aprovechando la precaria situación en que se encontraba el Colegio de Caballería de Alcalá de Henares, creado ese mismo año y emplazado en un reducido espacio de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares, tomó la decisión de trasladarlo a Valladolid. Corría el año 1852. En ese año 39 alumnos recibían sus despachos de oficial en la capital del Pisuerga.
El edificio consistía en un doble octógono con pabellones interiores radiales y poseía un patio octogonal y ocho trapezoidales. Lo habían construido presidiarios residentes en el exconvento de San Pablo y su exterior se caracterizaba por una austeridad extrema. «Amplias clases, gabinete de telegrafía y ferrocarriles, de agricultura e hipología, de topografía, de física y química, de fortificaciones y de armas portátiles. Biblioteca suntuosa, notable guadarnés, salas de armas y de esgrima, internado, gimnasio, baños y enfermería». Todo ello quedó reducido a escombros la madrugada del 25 al 26 de octubre de 1915 cuando un incendio arrasó el edificio. »Gigantescos penachos de fuego y colosales columnas de humo coronan el antiguo Colegio de cadetes y difunden su luz por la población, que ofrece a estas horas, envuelta en la siniestra luz, un aspecto fantástico», rezaba la crónica de El Norte de Castilla en su edición del día 26. Solo se salvaron los dos picaderos. Los alumnos tuvieron que ser trasladados al Colegio de Huérfanos de Santiago y los vallisoletanos acogieron en sus casas particulares a los alumnos que entonces se alojaban en la Academia.
En julio de 1916 se firmó un contrato de arrendamiento con el propietario del inmueble número 22 de la plaza de Tenerías, que antes había sido una fábrica de curtidos. En septiembre se iniciaron allí las clases. Meses después, el Ministerio de la Guerra giraba 49.000 pesetas para el inicio de las obras sobre las ruinas del edificio incendiado. Las obras de construcción de la nueva Academia comenzaron en el cuarto trimestre de 1920. El 4 de mayo de 1921 los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia asistían a la colocación de la primera piedra y protagonizaban una ceremonia multitudinaria en la explanada del Campo Grande. La reina fue nombrada Coronel honorario del Regimiento de Cazadores que lleva su nombre.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.