El palacio de estilo francés que fue sede del Ayuntamiento de Valladolid en el siglo XIX

De estilo francés, la Casa de Ortiz de Vega es el único edificio de arquitectura palaciega, de esa época, que se conserva en la ciudad. Lo rodea un jardín cerrado con verja. En 1879 albergó el Ayuntamiento cuando fue derribada la antigua Casa Consistorial; antes de que la sede municipal fuera trasladada al antiguo Seminario Conciliar, que tenía su entrada principal en la calle López Gómez, junto a lo que hoy es el Colegio García Quintana.

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En el año 1900 fue adquirido por el Banco Castellano para albergar su sede principal. Se realizaron entonces obras en el interior para acondicionarlo a la actividad bancaria, pero el exterior se conservó intacto. La planta baja la ocupaba el banco y la alta el Gobierno Civil. En el año 1917 el edificio sufre un incendio. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Manuel Cuadrillero, «establece notables diferencias formales con su configuración anterior», tal y como recoge la 'Guía de Arquitectura de Valladolid. Cuadrillero eliminó los elementos neoclásicos, las mansardas (ventanas dispuestas sobre el tejado para iluminar y ventilar el desván) y el tejado de pizarra, añadiendo la terraza con balaustrada y el remate de la entrada con la fecha 1900. Estas obras finalizaron en 1920.

El edificio ha sufrido después, a lo largo de los años, varias restauraciones; las más significativas, las llevadas a cabo por Manuel López, en 1962, y por Carlos Turiño Criado del Rey, en 1976. De la intervención de 1962, por ejemplo, data el mural de Castilviejo que preside la primera planta. Las obras de 1976 correspondieron a la reactualización de las oficinas, ya del Banco Bilbao-Vizcaya, hoy BBVA.