1997: Muere Lady Di en un trágico accidente de coche
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
La princesa perdió la vida en París el 31 de agosto de 1997 junto a su pareja, Dodi Al Fayed, mientras intentaban huir de los paparazzi165 aniversario de El Norte de Castilla ·
La princesa perdió la vida en París el 31 de agosto de 1997 junto a su pareja, Dodi Al Fayed, mientras intentaban huir de los paparazziEl Reino Unido y el mundo despertaron ayer conmocionados con la noticia de que Diana, princesa de Gales, título oficial desde su divorcio, murió en París a consecuencia del accidente de automóvil que costó también la vida a su amigo íntimo Dodi Al Fayed, con ... quien acababa de pasar unas vacaciones». La noticia rebasaba con creces la información propia de la prensa rosa, por más que su triste protagonista, la princesa Diana de Gales, llevara tiempo acaparando «portadas del corazón». Y es que su muerte, ocurrida el 31 de agosto de 1997, llevaba el sello de la desdicha, la misma que la había acompañado en sus últimos años.
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Como informaba El Norte de Castilla en la portada del día siguiente, Lady Di y su pareja, Dodi Al Fayed, «huían de la persecución de los fotógrafos que les seguían desde que abandonaron el restaurante del Hotel Ritz de la capital francesa, donde la pareja había cenado. Todas las televisiones y radios británicas interrumpieron sus emisiones al conocer la muerte y empezaron a recoger las primeras reacciones, mientras comenzaban a llegar los telegramas y mensajes de los dirigentes políticos y personalidades de todo el mundo». No era para menos. Diana Frances Spencer, hija del vizconde Althorp, se convirtió en princesa de Gales después de que en julio de 1981 contrajera matrimonio con el príncipe Carlos de Inglaterra, primogénito de la reina Isabel II y heredero del trono británico. Aquella ceremonia, retransmitida en directo, acaparó la atención de millones de espectadores en todo el mundo. Lady Di, prototipo de elegancia y belleza, entró de lleno en la prensa del corazón, acaparó portadas y se convirtió, muy a su pesar, en objetivo privilegiado de los fotógrafos.
Su exposición mediática se hizo aún más constante después de hacerse públicas las desavenencias matrimoniales con el príncipe Carlos, padre de sus dos hijos, que incluían acusaciones mutuas de adulterio. Todo ello desembocó en la ruptura del matrimonio, en 1992; cuatro años después, Carlos de Inglaterra y Lady Di firmaban el divorcio.
El accidente automovilístico que acabó con su vida se produjo en el interior del puente del Alma, en París, cuando trataban de escapar de los paparazzi. Solo sobrevivió el guardaespaldas de Al Fayed. La escena no tardó en llenarse de fotógrafos que, pese a la evidente tragedia, siguieron disparando con sus cámaras. Aunque Lady Di fue llevada en ambulancia, aún con vida, al Hospital de Pitié-Salpêtrière, finalmente no pudo superar las múltiples heridas internas. A las cinco y media de la madrugada el doctor Jean-Pierre Chevènement, el ministro del Interior de Francia y sir Michael Jay, embajador del Reino Unido en ese país, anunciaron su muerte en rueda de prensa:
«En Londres, miles de personas se congregaron a las puertas de los palacios de Buckingham y Kensington para, con los rostros empañados por el dolor, depositar ramos de flores, pequeñas velas y mensajes de condolencia. Horas después del trágico suceso, Carlos de Inglaterra, acompañado de las dos hermanas de la Princesa, Lady Jane y Lady Sarah, viajó a París para efectuar las formalidades necesarias para repatriar el cadáver».
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El impacto de la noticia y las turbulentas relaciones entre Lady Di y la familia real británica no tardaron en alentar diversas teorías de la conspiración, algunas inspiradas por Mohamed Al Fayed, padre del novio de la princesa de Gales, en el sentido de apuntar a los Servicios Secretos Británicos como causantes directos de la tragedia. Sin embargo, la operación Paget, abierta en 2004 por el Servicio Policial de Londres, concluyó que el accidente de tráfico había sido provocado por el conductor del vehículo, Henri Paul, que había tratado de escapar de los paparazzi a gran velocidad después de consumir alcohol y antidepresivos. De hecho, el 2 de agosto de 1997 El Norte de Castilla informaba en portada de que «el chófer de Lady Di conducía ebrio a 196 kilómetros por hora (…). Su tasa de alcoholemia triplica el nivel permitido y la velocidad cuadriplica la autorizada en el lugar del siniestro».
Especial 165 aniversario
El funeral, que se celebró el 6 de septiembre de 1997 en la abadía de Westminster, fue seguido por millones de personas, tal y como señalaba al día siguiente el decano de la prensa diaria española: «El mundo entero rindió ayer su último tributo a Diana. El acto, seguido por casi seis millones de personas en Londres y durante el viaje a Althorp, fue un acontecimiento único en el que, igual que a lo largo de la vida de la princesa, la emotividad pudo más que el boato».
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