1997: La Guardia Civil libera a Ortega Lara tras 532 días secuestrado
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
La banda terrorista ETA le capturó el 17 de enero de 1996 para forzar el acercamiento de presos al País Vasco; cuando fue localizado, el 1 de junio de 1997, había perdido 23 kilos de peso
Tras ocho meses de investigación, la Guardia Civil logró a primera hora de la mañana de ayer liberar a José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA desde hacía 532 días. El funcionario de prisiones burgalés presentaba síntomas de desnutrición tras perder 23 kilos durante el ... cautiverio, y mostraba signos de atrofia muscular, que no le impidieron regresar a su domicilio a mediodía después de reunirse con su esposa en el cuartel de Intxaurrondo. La llegada de Ortega fue recibida en Burgos con muestras de júbilo y alegría». Era la noticia que millones de españoles ansiaban leer y fue, además, un auténtico golpe de efecto por parte de la Guardia Civil. Después de 532 días de secuestro, el funcionario de prisiones burgalés, José Antonio Ortega Lara, era liberado por la Benemérita de la inhumana cavidad excavada a cuatro metros bajo tierra, donde le había confinado ETA.
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Como señalaba El Norte el 2 de julio de 1997, 24 horas después de la operación, «la investigación para liberar a Ortega tuvo su punto clave en la detención de un etarra en Francia, al que se le encontró un papel en el que figuraba el pago de 5 millones a una persona identificada con las siglas BOL. A partir del dato, la Guardia Civil inició las pesquisas, que permitieron identificar un taller de la localidad de Mondragón en la que uno de los sospechosos pasaba mucho tiempo».
En efecto, en noviembre de 1996 la policía detuvo al etarra José Luis Aguirre Lete, 'Isuntza', al que se incautó la anotación: «BOL. 5 kilos. Ortega». De inmediato, la Comandancia donostiarra de Intxaurrondo relacionó esas siglas con José María Uribetxeberría Bolinaga, pues BOL era la abreviatura de su segundo apellido. Tras seguir su pista, la Guardia Civil descubrió que Bolinaga acudía con frecuencia con otras tres personas a una nave de Mondragón. Tras montar un dispositivo de vigilancia, la Benemérita concluyó que allí podían estar retenidos Ortega Lara y el abogado vizcaíno Cosme Delclaux, a quien ETA había secuestrado a mediados de noviembre.
Ortega Lara fue asaltado por tres individuos el 17 de enero de 1996, después de aparcar el coche en el garaje de su casa de Burgos tras acabar su jornada en la prisión de Logroño, donde trabajaba. Le introdujeron en el maletero antes de meterlo en un camión que escondía un zulo móvil, en el que sería conducido a Mondragón. Al saber que la banda terrorista había dejado en libertad a Delclaux después de que la familia hubiera pagado 1.000 millones de pesetas (ETA exigía 1.500), agentes de los Grupos Antiterroristas Rurales y la Unidad Especial de Intervención detuvieron en sus casas a los cuatro sospechosos a los que vigilaban en Mondragón: José Miguel Gaztelu Otxandorena, José Luis Erostegui Bidaguren, Xavier Ugarte y José María Uribetxeberría Bolinaga. Acto seguido los condujeron a la nave. Aunque los detenidos se negaron a colaborar, tras una intensa indagación los agentes de la Guardia Civil descubrieron un complejo sistema hidráulico en una máquina que abría el zulo.
Se trataba de una cavidad, tétrica, fría y muy húmeda, a escasos metros del río Deba, de tres metros de largo por 2,5 de ancho y 1,80 de alto. Cuando el teniente de la Guardia Civil abrió la puerta para liberar a Ortega Lara, este exclamó: «¡Matadme de una puta vez!». El burgalés estaba muy delgado; había perdido 23 kilos de peso. Los secuestradores planeaban dejarle morir de hambre. Según el auto de procesamiento del juez Javier Gómez de Liaño, los detenidos pasaron en 1992 a formar parte del comando Gohierri y, tres años más tarde, el dirigente Julián Atxurra Egurola, 'Pototo', les ordenó secuestrar a un funcionario de prisiones para «forzar al Gobierno el traslado de presos de ETA» a Euskadi.
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La reacción de la banda terrorista ante la exitosa operación de la Guardia Civil consistió en el secuestro, nueve días después, del joven concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, al que asesinaría el 12 de julio. A finales de junio de 1998, la Audiencia Nacional condenaba a 32 años de cárcel a cada uno de los cuatro etarras que participaron en el secuestro de Ortega Lara. La sentencia estimaba probado que José Luis Erostegui Bidaguren, Javier Ugarte Villar, Jesús María Uribetxeberría Bolinaga y José Manuel Gaztelu Otxandorena cometieron un delito de secuestro terrorista y otro de asesinato alevoso en grado de conspiración, con el agravante de ensañamiento en ambos casos. Los acusados explicaron en el juicio que Ortega fue objetivo de ETA porque era funcionario de prisiones y militante del PP, y que pretendían forzar al Gobierno a que trasladara a los presos de ETA a las cárceles próximas al País Vasco.
1.000 millones
La portada del 2 de julio de 1997 condensó el júbilo que produjo la liberación de Ortega Lara y Delclaux, que ya estaban «en casa». El diario explicó que la familia del segundo de ellos había pagado un rescate de 1.000 millones de pesetas.
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