El más importante galardón de las letras españolas le fue otorgado el 1 de diciembre de 1993; por entonces, el escritor ya estaba en posesión del Nacional de las Letras y del Príncipe de Asturias, entre otros
l escritor Miguel Delibes recibió ayer el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas. El premio, que está dotado con quince millones de pesetas, será entregado por los Reyes, en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el próximo 23 de abril. El galardón fue otorgado por una amplia mayoría de votos de un jurado compuesto por Fernando Lázaro Carreter, Francisco Ayala, Dulce María Loynaz, Manuel Alvar Nazario, José Jiménez Lozano, Ángeles Mastretta, Carlos Bousoño, Adolfo Bioy Casares y Gregorio Salvador Caja».
No hubo sorpresas aquel 1 de diciembre de 1993 cuando la ministra de Cultura, Carmen Alborch, informó de que el nuevo Premio Cervantes de aquel año había recaído en Miguel Delibes. «Precisó Lázaro Carreter que el jurado no va a ser criticado por esta decisión, puesto que se trata de un caso muy claro para cualquier lector de la lengua española. Resaltó también el talento narrador de Delibes. Como portavoz del jurado, dijo que éste tomó la decisión en cuatro votaciones muy rápidas. No precisó el nombre del otro finalista, ya que son propuestas y no deben darse a conocer», señalaba El Norte de Castilla, que el 2 de diciembre dedicó un suplemento especial a la vida y obra del gran escritor vallisoletano.
«El premio se otorga como reconocimiento a una larga labor literaria y a la contribución a enriquecer el legado literario hispánico. 38 candidatos concurrían al premio entre los que se encontraban como favoritos, además de Miguel Delibes, la escritora también vallisoletana Rosa Chacel, Mario Vargas Llosa y Camilo José Cela. Multitud de personalidades literarias, académicas y políticas han acercado su felicitación al académico vallisoletano y su reconocimiento a tan larga, fecunda y meritoria vida literaria que ya había recolectado premios como el Nacional de las Letras y el Príncipe de Asturias», señalaba El Norte de Castilla, que en breves líneas sintetizaba la trayectoria del escritor:
«Este premio consolida el reconocimiento de una trayectoria literaria que se inició en 1947, cuando el escritor tenía 27 años, con la obtención del Nadal por su obra 'La sombra del ciprés es alargada'; desde entonces, una amplia y reconocida labor literaria y la posesión de los más importantes premios, como el Nacional de las Letras o el Príncipe de Asturias, han perfilado su vida y su profesión, marcadas también por su pasión por el cine y el teatro».
Hacía tiempo que Delibes (1920-2010) era una institución en Valladolid. Escritor, periodista en El Norte de Castilla, donde entró como caricaturista, fue subdirector y director, y catedrático de Comercio en la Universidad, el Premio Nadal con 'La Sombra del ciprés' es alargada cimentó su fama literaria; el Nacional de Literatura le llegó en 1955 con 'Diario de un cazador', y el de la Crítica, en 1962 con la famosísima 'Las ratas'. Hasta la concesión del Cervantes sobresalieron novelas como 'El camino' (1950), 'Mi idolatrado hijo Sisí' (1953), 'Diario de un emigrante' (1958), 'La hoja roja' (1959), 'Viejas historias de Castilla la Vieja' (1964), 'Cinco horas con Mario' (1966), 'Parábola del náufrago' (1969), 'El príncipe destronado' (1973), 'Las guerras de nuestros antepasados' (1975), 'Los santos inocentes' (1981), 'Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso' (1983), 'El tesoro' (1985), 'El disputado voto del señor Cayo' (1978), '377A, madera de héroe' (1987), 'Pegar la hebra' (1990) y 'Señora de rojo sobre fondo gris' (1991). En 1975 ingresó en la Real Academia Española.
«Para un escritor español el nombre de Cervantes es casi sagrado porque todos tenemos una referencia en Don Quijote y somos más o menos hijos de ese padre, aunque también tengamos otros. Para mí es el más importante de cuantos he recibido, pero no el más emocionante, porque lo fue el Nadal, que cambió mi vida. Para mí tuvo el mismo significado que el trineo de 'Ciudadano Kane'», declaró para El Norte de Castilla al conocer la concesión del premio. También señaló que le parecía «un bonito remate para la posteridad» logrado por alguien «que está finalizando su carrera de escritor. (…) Qué duda cabe que un premio que se otorga por la labor de una vida, quiere decir que la vida ya se ha vivido, que ya ha terminado prácticamente».
Reconocimiento a su legado literario
El Norte de Castilla del 2 de diciembre de 1993 reservó la parte más importante de su portada a la concesión del Premio Cervantes a Miguel Delibes, retratado sonriente junto a sus nietos en el periódico que dirigió y al que siempre estuvo vinculado, que le dedicó además un cuadernillo especial. El escritor vallisoletano recibió el galardón «como reconocimiento a una larga labor literaria y a la contribución a enriquecer el legado literario hispánico».
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