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El cuerpo de López Muñoz es introducido en la ambulancia. Henar Sastre
1990: conmoción en Valladolid por el asesinato del coronel Manuel López Muñoz

1990: conmoción en Valladolid por el asesinato del coronel Manuel López Muñoz

165 aniversario de El Norte de Castilla ·

El 15 de junio de 1990 tres terroristas del Grapo mataban de tres tiros al militar en una calle del barrio vallisoletano del Cuatro de Marzo

Martes, 5 de abril 2022, 00:06

Manuel López Muñoz, coronel de Infantería de 61 años y desde hace muchos años afincado en Valladolid, fue asesinado ayer a tiros cuando salía de su casa, a las ocho y veinte de la mañana, por un hombre y una mujer de unos treinta años que podrían pertenecer al Grapo. Los terroristas dispararon dos veces a la cabeza y una a la cadera del coronel, atacándole por detrás cuando salía a su casa, junto al portal del número 10 de la calle Turina». El 15 de junio de 1990, el terrorismo golpeaba por primera vez en la historia contemporánea de Valladolid. Como señalaba El Norte de Castilla al día siguiente, el asesinato del coronel de Infantería Manuel López Muñoz a manos de militantes de los Grupos Revolucionarios Primero de Octubre (Grapo) causó conmoción:

«La ciudad de Valladolid quedó ayer sumida en el estupor y la indignación tras producirse el primer atentado terrorista en la historia reciente de la capital de Castilla y León. (...) El atentado ocurrió poco después de las 8:20 de la mañana, cuando un hombre y una mujer de unos 30 años, que esperaban en un bar colindante con el número 10 de la calle Turina, se acercaron por detrás al coronel y le dispararon dos veces en la cabeza y una en la cadera, causándole la muerte en el acto».

Un hijo del coronel asesinado, desolado, junto al cadáver. Efe

A esas alturas de junio de 1990, los Grapo eran una anomalía en el país y, en general, en toda Europa. Nacidos en 1975 dentro de las filas de la extrema izquierda como medio de lucha armada contra el Franquismo –eran el brazo armado del Partido Comunista de España reconstituido (PCEr)– fue sin duda el grupo terrorista más violento de la Transición. Su estrategia, que en un primer momento se basó en utilizar la lucha armada como acicate para lograr una insurrección popular contra la Dictadura, terminó degenerando en un combate brutal contra el Estado.

El auge de la acción de los Grapo fue entre 1977 y 1979. Posteriormente, salvo un breve repunte en 1982, el grupo terrorista entró en una fase de declive en la que, no obstante, siguieron perpetrando acciones violentas de manera aislada. Una de ellas en Valladolid aquel 15 de junio de 1990, cuando los miembros del Grapo Fernando Silva Sande, María Jesús Romero Vega y Olga Oliveira Alonso asesinaron al coronel de Infantería Manuel López Muñoz en el vallisoletano barrio del Cuatro de Marzo. López Muñoz había nacido en Ávila en 1928 y tras desarrollar su carrera militar en Valladolid se encontraba en la reserva activa como secretario del gobernador militar. El grupo terrorista reivindicó el atentado cinco días después, con un comunicado enviado al periódico 'Egin' en el que, entre otras cosas, afirmaban que el asesinato había sido realizado por un comando que llevaba el nombre de José Manuel Sevillano, miembro de la banda fallecido en una huelga de hambre, y que «es el Ejército quien desde hace tiempo viene dirigiendo la guerra sucia contra el movimiento de resistencia en nuestro país».

Aunque ese mismo día la policía montó un amplio dispositivo de controles en la capital y en las principales vías de salida de Valladolid, no dieron con los terroristas. Serían detenidos a finales de octubre en Madrid. Al día siguiente del asesinato, miles de personas asistieron al funeral, en la iglesia de San Pablo: «Alrededor de 3.000 personas asistieron ayer en la iglesia de San Pablo de Valladolid al funeral por el coronel de Infantería» y a la salida del féretro algunos profirieron «gritos despectivos contra el ministro de Defensa, presente en el acto religioso», según informaba este periódico.

A principios de noviembre de 1990, la policía certificaba que el piso franco de los Grapo había estado en una casa de la calle de la Pelota, tal y como informaba El Norte de Castilla, que también resaltaba cómo los tres terroristas habían pasado desapercibidos entre los vecinos: «Fernando Silva Sande, María Jesús Romero Vega y Olga Oliveira Alonso, miembros del GRAPO detenidos recientemente en Madrid y acusados, entre otros delitos, del asesinato en Valladolid del coronel Manuel López Muñoz, habrían utilizado un piso alquilado en la calle de la Pelota para preparar este atentado. Vecinos del inmueble confirmaron ayer a este periódico que desde la pasada semana miembros de la Policía estaban recabando información sobre los ocupantes del piso 1º D del número 4 de la calle de la Pelota, situado al lado del Hospital Río Hortega. Al parecer, los miembros del GRAPO lo alquilaron unas semanas antes de perpetrar el atentado, abandonándolo poco después de asesinar al coronel López Muñoz. Las mismas fuentes señalaron que los presuntos asesinos apenas se dieron a conocer y durante su estancia fueron especialmente discretos».

Conocido y querido

Una persona «conocida y querida en la capital, donde se encargaba de gestionar la Real Sociedad Hípica». Así era el coronel de Infantería Manuel López Muñoz, como constató en portada El Norte de Castilla el 16 de junio de 1990, al día siguiente de su asesinato a manos de terroristas del Grapo.

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