1975: fallece Francisco Franco
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
Elogios oficiales y un abarrotado funeral presidieron los actos con motivo de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975Secciones
Servicios
Destacamos
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
Elogios oficiales y un abarrotado funeral presidieron los actos con motivo de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975A las 4:58 de la madrugada, cuando la Agencia Europa Press se anticipaba en la difusión de la noticia de la muerte del jefe del Estado, los españoles comprobaban en silencio y con dolor cómo se confirmaban los temores suscitados por las informaciones y partes médicos, cada vez más pesimistas, que llegaban desde la Ciudad Sanitaria de La Paz.
A las cinco de la madrugada, Radio Nacional relataba que el estado de Franco había llegado a su último extremo. Durante una hora mantuvo en su programación música ligera, siempre en versiones orquestales; entre ellas 'Romance anónimo', que casi debió coincidir con el momento del óbito, acaecido a las 5.25, según luego notificaría León Herrera, ministro de Información y Turismo. Minutos antes de las seis de la madrugada sonaban los compases del 'Toque de Silencio'. A las seis de la madrugada se repetía la misma información.
Cinco minutos más tarde, a las 6.05 de la madrugada, el ministro de Información y Turismo leía, como portavoz oficial del Gobierno, una alocución en la que comunicaba al país la muerte de Franco. Comenzó después a sonar la 'Marcha Real'. Una vez concluida, sin interrupción, se inició una misa polifónica de réquiem: 'Libera me domine de morte aeterna'». Era el desenlace anunciado de una larga agonía. Tras casi 40 años ejerciendo el poder de manera autoritaria, Franco moría en el Hospital de la Paz a las 5:20 de la madrugada del 20 de noviembre de 1975. Según El Norte de Castilla, la ciudad «vivió con intensidad desde primeras horas de la mañana la noticia del fallecimiento del Jefe del Estado».
Para muchos, los más identificados con el Régimen, la muerte de Francisco Franco, aunque esperada, constituía un hecho lamentable a tenor del culto al líder que profesaban; para los más comprometidos con la lucha democrática, sin embargo, suponía un paso adelante necesario hacia la tan ansiada apertura del país conforme a un Estado de Derecho homologable al entorno europeo. En Valladolid, momentos después de hacerse público el fallecimiento, las principales autoridades se dirigieron a sus despachos oficiales para cursar los telegramas de pésame correspondientes.
Pronunciamientos oficiales precedieron al funeral del día 21, convertido en principal acto de afirmación franquista para los miles de asistentes. La sesión plenaria de la Diputación, presidida por Gerardo Ureta a causa de la ausencia de Mosquera, constituyó un auténtico homenaje al fallecido dictador: «Algo tan entrañablemente querido como la vida de Su Excelencia Francisco Franco, se nos ha ido», señaló Ureta. «Tan acostumbrados estábamos a su presencia, a la seguridad de su mando, que nos duele hoy en el cuerpo y en el alma el vacío de su ausencia. Tan acostumbrados estábamos a verle, escucharle y servirle, que su muerte, aunque presentida desde los últimos días, no ha dejado de sobrecogernos ni de impresionarnos».
De igual manera, el pronunciamiento político del Pleno del Ayuntamiento, reunido de manera «urgente y extraordinaria», insistió en aspectos como la unidad, la lealtad a la herencia del Jefe del Estado y, sobre todo, la confianza en quien había sido, precisamente, designado sucesor: «Francisco Franco es el eje hacia la unidad, hacia la convivencia, hacia un futuro sólido y diáfano, de amplios horizontes, marcado por unas líneas maestras, en el ámbito de lo político, que van a permitir, sin distorsiones, una sucesión plena de armonía y signada por esa madurez que representa el príncipe de España, don Juan Carlos de Borbón para quien el Caudillo reclamaba, en su último testamento espiritual, el cariño, el apoyo y la colaboración de todos los españoles», aseguraba el alcalde, Julio Hernández Díez.
De hecho, el comunicado emitido por el regidor, aparte de ensalzar las cualidades del Jefe del Estado recién fallecido, incidía en el porvenir del país conforme el plan de aquel: «La Paz, la Unidad, la Convivencia, el progreso material, la justicia social... son pilares preciosos sobre los que se asienta esta España que el Generalísimo Franco ha legado a la Capitanía Regia de D. Juan Carlos. Pero nos engañaríamos si pensásemos que todo estaba hecho para el Monarca y que su misión se limitaba sólo a una continuidad, y esto es preciso reconocerlo de sólidos y brillantes resultados alcanzados. Pero queda un largo camino que recorrer.
Un camino tan largo, como el propio futuro del mundo, especialmente de Europa, en el que España es parte activa y viva. Y es insoslayable la necesidad de, con la evolución precisa, unirnos a ese futuro presidido por los ideales de libertad y justicia. Las nuevas generaciones esperan que, de este momento histórico que todos vamos a protagonizar, surjan los perfeccionamientos humanos, sociales y políticos que permitan una existencia en la que sea posible desarrollar todos sus derechos».
Especial 165 aniversario
El funeral por el alma de Franco, celebrado a las cinco de la tarde del día siguiente en la Catedral y presidido por las principales autoridades civiles y militares, estuvo lleno a rebosar. De hecho, muchos tuvieron que seguirlo desde el atrio y las calles adyacentes. Frente al altar se colocó un catafalco con una bandera española y sable militar. Ofició la celebración el arzobispo, José Delicado Baeza, acompañado del deán y el arcipreste de la Catedral, así como varios capitulares y sacerdotes. «Franco ha sido una figura singular, aun considerada en la globalidad de nuestra historia patria, por muchas razones, entre las que destacan los poderes extraordinarios de que ha gozado para ejercer su mandato, la paz externa de tan larga duración que ha proporcionado al país y, lo que nos interesa más ahora, a un nivel personal, su sincera fe cristiana», señaló Delicado Baeza.
El 21 de noviembre de 1975 El Norte de Castilla no solo informó en portada sobre el fallecimiento de Franco, sino también sobre la proclamación de don Juan Carlos de Borbón como Rey de España , prevista al día siguiente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José Antonio Guerrero | Madrid y Leticia Aróstegui (diseño)
Juan J. López | Valladolid y Francisco González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.