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El entonces presidente de EEUU, Richard Nixon, durante la comparecencia televisada del 8 de agosto de 1974 en la que anunció su dimisión.
1974: el periodismo de investigación tumba a Richard Nixon

1974: el periodismo de investigación tumba a Richard Nixon

165 aniversario de El Norte de Castilla ·

El 8 de agosto del año 1974 el presidente de Estados Unidos anunciaba su dimisión al demostrarse su implicación en el escándalo Watergate de espionaje político

Martes, 21 de septiembre 2021, 07:30

A las tres en punto de esta madrugada, retransmitido en directo por TVE y, seguramente, por todos los medios de comunicación de masas del mundo, el trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos, Richard Milhaus Nixon, ha anunciado que hoy, al mediodía, presentará dimisión de su cargo». Lo publicaba El Norte de Castilla el 9 de agosto de 1974. Solo 24 horas antes, la historia de EEUU había registrado uno de esos acontecimientos decisivos: el periodismo de investigación había terminado por tumbar al presidente Nixon. Era el resultado del famoso caso Watergate que, como señalaba ese mismo día este periódico, «fue un robo 'de tercera clase' para espiar a los demócratas en plena campaña presidencial, pero en dos años ha acabado con la dimisión de un Presidente de Estados Unidos, por primera vez en la historia».

Todo comenzó cuando el 17 de junio de 1972 cinco personas que resultaron ser ex agentes de la CIA y del FBI, y que colaboraban en el Comité para la Reelección de Nixon, fueron detenidos por la noche en el cuartel general demócrata tras haber forzado la puerta del hotel Watergate de la ciudad de Washington. Esas cinco personas, sorprendidas por la policía, estaban extrayendo instrumentos electrónicos que habían sido colocados para escuchar las conversaciones y llamadas telefónicas.

El asunto no trascendió enseguida, pues el propio Nixon se encargó de encubrirlo; de modo que en noviembre lograba ser reelegido mientras el Ministerio Público acusaba a las cinco personas de meros asaltantes. Todo comenzó a cambiar, sin embargo, a raíz de la investigación de dos reporteros del 'Washington Post', Bob Woodward y Carl Bernstein, a quienes una serie de filtraciones realizadas por una fuente que durante mucho tiempo se mantuvo en secreto (la famosa 'Garganta Profunda'), les reveló que el asalto a las oficinas demócratas en el Hotel Watergate había formado parte de un sabotaje orquestado por los republicanos, y que Nixon y sus colaboradores habían intentado encubrir el delito.

En efecto, en julio de 1973 se supo que el propio presidente había mandado grabar todas las conversaciones en cintas telefónicas. El Norte de Castilla dio la noticia el día 19: «Por primera vez desde que estalló el escándalo del 'Watergate', el presidente Nixon ha sido implicado directamente hoy en el caso. En un testimonio publicado bajo juramento, ante un comité del Senado, James McCord dijo que se le había prometido 'clemencia ejecutiva', asistencia financiera, rehabilitación y un puesto de trabajo a cambio de silencio. 'Se me dijo que el presidente Nixon estaba al tanto de esta promesa y que me enviaría un mensaje personal', declaró McCord (...), jefe de Seguridad del Comité para la reelección del presidente en la campaña del año pasado, que fue detenido el pasado 17 de junio (...) espiando las oficinas del partido demócrata».

De este modo, en marzo de 1974 el Gran Jurado Federal consideró a Nixon copartícipe, sin cargos formales, en una conspiración para obstruir la acción de la justicia en el caso. Aunque durante el verano el presiente norteamericano trató de restablecer su prestigio con campañas internacionales como viajes al Oriente Próximo y a la URSS, a su regreso se vio cada vez más acorralado. A finales de julio, por ejemplo, el Tribunal Supremo determinó la obligación del presidente de entregar las últimas grabaciones; en una de ellas se recogía la orden de Nixon para que se detuviera la investigación sobre las cinco personas descubiertas en el robo del Watergate. Ya sin salida, y ante la inminencia de ser sometido a un juicio político, en la tarde del 8 de agosto de 1974 Nixon anunció por televisión a todo el país su decisión de dimitir: «El presidente Nixon dijo que su misión fundamental, a lo largo de veinticinco años de servicio en la Administración de Norteamérica, fue 'intentar la paz entre las naciones. Ahora, cuando me voy, pienso que todo queda un poco mejor'», informaba El Norte de Castilla.

El 31 de mayo de 2005 un artículo publicado en la revista 'Vanity Fair' desvelaba la identidad de la famosa fuente, 'Garganta Profunda', que había desvelado datos muy relevantes a Woodward y Bernstein. Solía hacerlo a altas horas de la madrugada en la última planta subterránea de un garaje. Se trataba del ex agente del FBI Mark Felt, que en los años setenta era el número dos del FBI y estaba encargado de dirigir la investigación sobre el allanamiento de las oficinas del Partido Demócrata en el Hotel Watergate.

Mensaje dramático

El Norte del 9 de agosto de 1974 calificó de «dramático» el mensaje televisado en el que el presidente Nixon anunció su dimisión.

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