La conflictividad laboral desatada en la factoría de fabricación de automóviles en septiembre de 1974 llegó a englobar a más de 10.500 trabajadores y se saldó con 40 detenciones
La bienvenida al nuevo administrador apostólico de Valladolid, aquel 27 de septiembre de 1974, no podía ser más conflictiva: lo atestiguaba la portada de El Norte de Castilla del día siguiente, que al lado de la fotografía de monseñor Larrea, hombre conciliador y dialogante, ... adjuntaba el testimonio de una conflictividad sin precedentes: «Paro en cuatro factorías de Fasa-Renault», «afecta a 10.551 trabajadores de Motores y Montaje», un inusitado «clima de tensión» y, para rematar, la factoría cerrada durante un par de días. Fasa-Renault se erigió, junto a la construcción y a determinados núcleos universitarios, en la punta de lanza de una contestación laboral con evidentes ramificaciones políticas antifranquistas.
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Los problemas arrancaron en 1971, a propósito de las negociaciones del convenio colectivo, pero se recrudecieron a partir del mes de septiembre de 1974, cuando los trabajadores sumaron reivindicaciones políticas a sus demandas laborales. Todo comenzó cuando la empresa interpretó la nueva Ordenanza del Metal suspendiendo las tardes libres de los sábados y el descanso del bocadillo. De inmediato, los trabajadores, movilizados por los sindicatos clandestinos y el movimiento asambleario, lideraron un movimiento de huelga que llegó a englobar a 10.551 obreros –de una plantilla de 13.620– y provocar el cierre de la factoría.
Todo comenzó el día 20, cuando los trabajadores solicitaron la dimisión de los cargos sindicales e intentaron negociar las nuevas medidas directamente con la empresa mientras, por otro lado, las asambleas nombraban una Comisión encargada de transmitir las nuevas condiciones de la ordenanza.
Seis días más tarde, el Jurado solicitaba la declaración de conflicto colectivo ante el diferente criterio entre empresa y trabajadores acerca de la interpretación de la ordenanza. La huelga comenzó el 27; cuando la empresa reaccionó con el cierre, miles de trabajadores corrieron a manifestarse frente a las puertas de Montaje 1.
El 1 de octubre, la Policía Armada respondió persiguiendo a los huelguistas por el barrio de Delicias. Las concentraciones continuaron en la Plaza Mayor, coincidiendo con la VII Feria del Libro; 12 personas fueron detenidas y nueve manifestantes y siete policías resultaron heridos. La empresa respondió con 145 suspensiones de empleo y sueldo y 15 despidos.
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Otros colectivos, incluidos los estudiantes de Medicina, se sumaron a los actos solidarios con los obreros de Fasa. Cuando el 2 de octubre la Dirección General de trabajo emitió una resolución que daba la razón a la empresa, la representación social reaccionó con una nueva solicitud de tramitación de conflicto colectivo interprovincial. Ya entonces había 20 trabajadores detenidos.
La tensión se incrementó aún más ante los falsos rumores de que un trabajador había muerto a manos de la policía, lo que motivó que miles de compañeros se manifestaran a las puertas del cementerio, siendo inmediatamente desalojados; cinco trabajadores resultaron detenidos y otros 200, invitados por alumnos de la Facultad de Medicina, se reunieron en asamblea en la segunda planta de la misma, suscitando la reacción contraria del rector y del decano. Fueron evacuados de inmediato.
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Sava, Tecnifer, Tecnauto, Michelín, Nicas, trabajadores de Seat en Barcelona y de Fasa-Renault en Sevilla efectuaron paros laborales en solidaridad con los compañeros de Valladolid. Fasa decidió reabrir el 8 de octubre de 1974.
Como resultado de todo ello, cerca de 40 'faseros' engrosaron la lista de detenidos, de los que nueve terminaron en prisión: Abraham Vaquero Galván, Jesús Rodríguez Martínez, Evencio del Río Díaz, Fernando Rojo Casado, Francisco García Díaz, Arsacio Vielba Ramos, Pedro Conde Soladana, José Luis Alonso Pestaña y Francisco Núñez Gandía. Todos, excepto Conde Soladana, Rodríguez Martínez y Núñez Gandía, fueron puestos en libertad el 8 de octubre; y de los que aún permanecieron en prisión, solo Rodríguez Martínez y Conde Soladana resultaron procesados por el Tribunal de Orden Público, quedando en libertad provisional.
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Al conflicto le siguió el impactante incendio ocurrido el 30 de octubre en Montaje 2, que acabó con la vida de 10 trabajadores de la contrata de limpieza El Sol y más de una treintena de heridos; ni que decir tiene que el episodio dio lugar a múltiples interpretaciones, incluida la que hablaba de un incendio provocado.
«Clima de tensión»
El Norte de Castilla del 28 de septiembre de 1974 describió «el clima de tensión» surgido en las distintas factorías de Fasa-Renault debido a «los problemas de interpretación de la nueva ordenanza laboral para la industria siderometalúrgica», que provocó un paro colectivo en Montaje y Motores.
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