1951: Fasa revoluciona Valladolid
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
La implantación de la factoría, supuso el arranque de la pujante industria del automóvil y una fuerte inyección económica y social a la ciudad del Pisuerga165 aniversario de El Norte de Castilla ·
La implantación de la factoría, supuso el arranque de la pujante industria del automóvil y una fuerte inyección económica y social a la ciudad del PisuergaLa creación de la fábrica de automóviles Fasa, en 1951, fue determinante en Valladolid en aquellos tiempos de autarquía económica, con el régimen de racionamiento dando sus últimos coletazos. Y ello fue posible gracias al tesón del teniente coronel Manuel Jiménez-Alfaro, ingeniero especializado en la venta de coches que, aunque cordobés de nacimiento, mantenía estrechos lazos con la ciudad del Pisuerga.
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Constituida la Sociedad Española de Automóviles Renault en Madrid, en enero de 1909, la expansión posterior a la Segunda Guerra Mundial fijó su atención en España. De hecho, su red comercial con concesionarios y sucursales comenzó a extenderse por Barcelona, Vigo, Granada, Córdoba, San Sebastián y Sevilla, además de contar con agentes en numerosas provincias españolas.
El 12 de febrero de 1951 Jiménez-Alfaro y Pierre Lefaucheux, presidente director general de la compañía, rubricaban el contrato de cesión de licencias para fabricar el Renault 4 CV en nuestro país.Jiménez-Alfaro escogió Valladolid porque esta ciudad disponía de naves industriales construidas y en condiciones de servir de talleres, y porque era centro del abanico de industrias del norte. Además tenía amistad con el alcalde, José González-Regueral, y en Valladolid vivían su madre y su hermano José, que era director de la Fábrica Nacional de Armas.
El 16 de mayo de 1951, El Norte de Castilla publicaba la noticia: el alcalde, González-Regueral, anunciaba que «la casa de automóviles Renault pensaba instalar en España una factoría capaz de montar y terminar la construcción del coche de marca tan acreditada y popular como la Renault 4 CV». El capital de la nueva sociedad sería de 60.000.000 de pesetas, «de las que 45.000.000 serán desembolsadas y los 15 millones restantes quedarán en cartera».
Una vez sorteada la impugnación de Seat, que veía en el proyecto una competencia peligrosa, Jiménez-Alfaro acometió la aventura de obtener el permiso gubernamental. Tocó para ello todos los palos precisos, comenzando por el Ministerio de Industria pilotado por Suances. Las trabas provinieron del Instituto Nacional de Industria (INI), que frenó en seco el proyecto. Fue necesario recurrir al ministro subsecretario de la Presidencia, Luis Carrero Blanco.
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Especial 165 aniversario
El asunto no se despejó hasta el otoño de ese mismo año: merced a las gestiones de Carrero Blanco, Franco dio el visto bueno y el Consejo de Ministros hizo otro tanto el 10 de octubre de 1951; la publicación en el Boletín Oficial del Estado aparece fechada el 19 de octubre.
Aun así, en el plazo de tres meses habría de someter a la aprobación del Ministerio de Industria la escritura de constitución de la sociedad, por lo que fue necesario lograr los anunciados 60 millones en un tiempo récord. A través de Alfonso Sánchez Huertas, Jiménez-Alfaro contactó con Santiago López González, futuro alcalde de la ciudad y secretario del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo de la empresa, que convocó una reunión celebrada en el Banco Castellano, en la calle Duque de la Victoria, el 18 de diciembre de 1951. Acogieron la idea de inmediato y aportaron el capital necesario sin tener demasiado seguro, reconocerían luego, la obtención de beneficios. En la escritura de constitución de la Sociedad de Fabricación de Automóviles SA figuraban, junto a Jiménez-Alfaro, Francisco Mateo Martínez, Eduardo Fernández Araoz, Eloy Eusebio Caro Rodríguez, Santiago López González y José Luis Gutiérrez Semprún.
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Rápidamente elaboraron los estatutos y depositaron a tiempo los documentos fundacionales en Hacienda y en el Registro. En la escritura de constitución, el capital social se fijó en cinco millones de pesetas. En la Junta General Extraordinaria de 12 de enero de 1952 se acordó ampliar el capital social hasta los 60 millones. Ya entonces se había constituido el Consejo de Administración bajo la presidencia de Nicolás Franco, hermano del Jefe del Estado. La primera fábrica quedó instalada en los números 44/46 del paseo del Arco de Ladrillo. Su plantilla, muy ajustada, era de 400 trabajadores. El primer salario semanal era de 165 pesetas para un oficial y 150 para un especialista; la ayuda familiar se valoraba en 10 0 pesetas. El primer gran hito en la historia de la factoría llegó en el verano de 1953, concretamente el 12 de agosto: aquel día desfilaron por las calles de Valladolid, sin matrícula, los primeros 4/4 fabricados en Fasa.
El 16 de mayo de 1951 El Norte de Castilla anunció que Valladolid iba a contar «en breve» con una fábrica de automóviles, «con una producción de 25 coches diarios». El decano de la prensa española añadía que «su personal técnico y obrero lo compondrán unos 450 empleados» y que ya se disponía del capital y los locales precisos.
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