Dos soldados en pleno ataque durante la Segunda Guerra Mundial.

1939: la invasión alemana de Polonia desata la Segunda Guerra Mundial

165 aniversario de El Norte de Castilla ·

El 1 de septiembre de 1939, el ejército del Reich tomaba la ciudad de Danzing y anunciaba su imparable expansión territorial; tres años después, la contienda cambiaba de signo

Martes, 19 de enero 2021, 07:33

Aquel titular, escrito bajo el yugo censor del Franquismo pero también bajo el entusiasmo por la causa de la Alemania en guerra, justificaba la invasión nazi de Polonia al indicar que este país había rechazado «las proposiciones del Reich, y las tropas alemanas se ven ... obligadas a penetrar en territorio polaco». Era el 2 de septiembre de 1939. Con el ataque alemán a la ciudad portuaria de Danzing, de mayoría alemana pero de administración polaca, daba comienzo la Segunda Guerra Mundial.

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Las causas que condujeron a Europa a la segunda gran catástrofe bélica después de veinte años de finalizada la Primera Guerra Mundial son variadas. Al enfrentamiento ideológico entre la democracia parlamentaria y el nazifascismo de Alemania e Italia hay que sumar el afán de la Unión Soviética por propagar su ideología y recuperar los territorios perdidos en 1917; la política agresiva y militarista de Alemania, Italia y Japón, especialmente las acometidas nazis tras la anexión de Austria en 1938; el enfrentamiento entre Estados Unidos y Japón por sus respectivas ambiciones neocolonialistas en el Pacífico y en el Lejano Oriente; y las consecuencias del Tratado de Versalles en términos territoriales y de imposición de restricciones y compensaciones a Alemania.

Entre las causas inmediatas no conviene olvidar el pacto de no agresión (Pacto Ribbentrop-Molotov) entre Alemania y la Unión Soviética, el 23 de agosto de 1939 que, en el fondo, establecía el virtual reparto de Polonia y, sobre todo, el ataque alemán al corredor de Danzing el 1 de septiembre de 1939, con lo que Francia y Reino Unido parecían quedar aisladas de la URSS mientras que Alemania se veía con las manos libres para continuar con su expansión territorial.

La Segunda Guerra Mundial, que se extendió de septiembre de 1939 a agosto de 1945, enfrentó nuevamente a dos bloques conformados ahora por los países del Eje (Alemania, Italia, Japón y sus aliados) y los Aliados (URSS, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y China, entre otros). El escenario fue, básicamente, Europa, norte de África y Extremo Oriente. Se trata de la mayor y peor contienda que ha sufrido la humanidad hasta el momento, y entre las peculiaridades que la diferencian de lo ocurrido entre 1914 y 1918 sobresalen su mayor dimensión y más terribles consecuencias, los combates en tierra, mar y aire en casi todo el mundo y el hecho de tratarse de una guerra total (afectó tanto a militares como a civiles), tecnológica y económica y con una inusitada capacidad destructiva.

En sus seis años de duración, la contienda pasó por diversas fases, desde las primeras e importantes victorias militares del Eje hasta el cambio de signo de 1942-1943 a favor de los Aliados desembocando, en 1945, en el triunfo definitivo de estos últimos. Entre los hitos más importantes del inicial empuje del ejército alemán sobresale la entrada en París, a mediados de junio de 1940, precedida de la destrucción de las fortificaciones francesas de la línea Maginot: «La línea Maginot ha sido rota en una extensión de cien kilómetros, desde el Sur de Maubergge, hasta Carignay, al sureste de Sedán. Las unidades de carros de asalto franceses que se han opuesto a los nuestros fueron rechazadas, y las formaciones alemanas de tierra y aire persiguen al enemigo, que se retira hacia el oeste», explicaba el decano de la prensa española el 18 de mayo de 1940; un mes después, se confirmaba la noticia: «La mayor parte de los franceses que no han evacuado permanecían en sus casas con las persianas cerradas. La capital estaba silenciosa como una tumba. Los edificios y puentes están absolutamente intactos; pero se han hecho volar grandes fábricas en las afueras de la capital».

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Dos soldados en pleno ataque durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, exitosas operaciones aliadas como la detención, por parte de los británicos, de la ofensiva sobre Egipto del Afrikacorps, el desastre nazi en Stalingrado o el célebre desembarco aliado en Normandía, en junio de 1944, anunciaban el derrumbe del Eje. «Las fuerzas alemanas se retiran de todas las posiciones al oeste de Saint Ló», informaba este periódico el 30 de julio de 1944, para corroborar, 15 días después: «Ha comenzado la retirada alemana de Normandía». Diez días más tarde, este periódico confirmaba la entrada de los Aliados en París y, en abril de 1945, el suicidio de Hitler después de que los tanques soviéticos aislasen Berlín. Cuatro meses después, la bomba atómica sobre Japón sellaba el final del devastador conflicto mundial.

Invasión nazi

El 2 de septiembre de 1939 El Norte de Castilla, influido por el yugo censor del Franquismo y el entusiasmo por la causa alemana, justificaba la invasión nazi con el titular «Polonia rechaza las proposiciones del Reich, y las tropas alemanas se ven obligadas a penetrar en territorio polaco».

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